David Martín Barajas
Es uno de los sucesos más influyentes que existen el la actualidad. Para muchos países la realización del torneo en su patria o incluso la participación del equipo nacional, es un hecho histórico de y gran relevancia. Por ejemplo la victoria alemana en la Copa Mundial de Fútbol de 1954, es considerado como uno de los momentos claves para la recuperación de dicho país, tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial. Y por supuesto Nelson Mandela que es la verdadera estrella del Mundial en Sudáfrica.
Este gran político y pacifista, siempre vio al deporte, como un medio para reconciliar a blancos con negros y que en 1995 en que gano su país en el Mundial de Rugby, deporte de los opresores, y fue visto como el momento en que los africanos verdaderamente alcanzaron su unidad.
Solo son dos ejemplos de países que sus gobernantes ejercen la política con inteligente visión de estadistas, y han utilizado esta afición de los deportes convertida en pasión por el pueblo, con resultados maravillosos provocando una fuerte e intima unión de un pueblo triunfador.
En 1930 se jugo en Montevideo el primer partido de la historia de la Copa Mundial de Fútbol, en 1986 se realizo en México.
Si ganáramos la Copa Mundial 2010, creo que ni siquiera somos capaces de valorar el beneficio que obtendríamos al elevar nuestra auto estima, por fin dejaríamos de ser los "Ya merito" "Ya casi", "No se pudo", porque así ha sido hasta ahora nuestra mediocre historia deportiva, salvo escasos y honrosos ejemplos.
Se imaginan en nuestra ciudad así como en todo México si ganáramos, festejando el éxito con el que se identificaría todo el pueblo, en cambio solo vivimos con el miedo por la violencia incontrolable del crimen organizado, asesinatos, disminución de empleos por la casi total ausencia de inversiones, etc. etc.
El futbol puede no solo ser desconexión y frivolidad. Nos queda la esperanza de algún día tengamos mandatarios con visión en estos importantes sucesos internacionales, donde cada mexicano nos hermanamos con nuestro equipo; sí, por solo por unas cuantas jugadas favorables en los partidos, nos invade el jolgorio, ahora imaginémonos saborear el éxito como mexicanos.
guillermo.washington@gmail.com
