"Todos los días nos despertamos con noticias macabras, que nos dejan pasmados"
Geovanni Osuna
Hemos llegado, en la espiral de la violencia, a niveles que no tienen punto de referencia en la historia de nuestro País. Todos los días nos despertamos con noticias macabras, que nos dejan pasmados. Uno quisiera poner atención a otras cosas, poner cuidado a otros asuntos que, sin dejar de ser importantes, carecen del dramatismo de los hechos que conmueven a todo México, obligándonos a postergarlos, pues, en este acontecer, uno no sabe quién será la próxima víctima.
Así, definitivamente, no podemos sustraernos de esta realidad, porque la magnitud de los acontecimientos nos tuerce el cuello por la fuerza, obligándonos a mirar; por ejemplo, el crimen del 28 de marzo, en el estado de Morelos, donde asesinaron a 7 jóvenes, entre ellos a Juan Francisco Sicilia Ortega, hijo del poeta y escritor Javier Sicilia quien, tras los hechos, ha tomado la también dramática decisión de dejar de escribir poesía, porque la pérdida de su amado hijo lo ha quebrado irremediablemente.
Estamos llenos de espanto e impotencia, pues con esto corroboramos que los hechos abominables acontecidos a éste y otros jóvenes que lo acompañaban son los resultados cotidianos de políticas erróneas, ahondando en una crisis social tan grave que ni el Ejército con sus fusiles puede contrarrestar, porque la descomposición social generada por las estrategias del estado federal no tiene parangón.
Ante estos hechos, que son de la gravedad más extrema, esperamos que por fin la sociedad se decida a obligar al Gobierno de Calderón Hinojosa a que cumpla con su obligación de garantizar la seguridad de la sociedad. El estado de cosas que prevalece no puede continuar en el seno de la Nación. El empoderamiento de grupos de facto, demuestra lo inútil que ha sido el camino de combatir la violencia con más violencia.
Cabe agregar que añadido al dolor humano, esta guerra contra la violencia, que por definición es absurda, también tiene un costo material. ¿Cuánto le cuesta al Estado y en general al pueblo mexicano esta guerra? Para ello hay que considerar el gasto público erogado en la materia y, desde luego, al sector privado, que ha sufrido pérdidas o tiene que invertir en seguridad para evitar ser víctima de la delincuencia, que ahora actúa con total descaro. Del mismo modo hay que adicionar que, según el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, se deben considerar los costos en atención médica y sicológica a las víctimas, su rehabilitación, e incluso, los años de vida saludables perdidos a causa de la agresión.
Por eso, las marchas y mítines en protesta por estos y otros crímenes se han replicado en todo el País, porque lo que sucedió el 28 de marzo es la punta de los muchos icebergs de descontento creciente. Hay una opinión que conduce a la unanimidad en todos los estratos sociales y es que se ponga un alto a la inseguridad que se vive en todo el territorio nacional, pero que no se espere más tiempo.
Javier Sicilia señaló que ni el Gobierno mexicano ni las autoridades de muchos estados del País están tocando el corazón del problema. "Por desgracia, el asunto no está fuera, está también dentro de las instituciones, y eso es terrible. Estamos destruyendo lo mejor de nuestra gente, de nuestros muchachos, los que tienen escasas posibilidades y son gentes de bien y los que no tienen oportunidades y están siendo carne de reclutamiento de los cárteles", añadió.
De lo que estamos absolutamente seguros es que sólo la movilización del pueblo puede obligar al Gobierno que actúe y cumpla sin dilación con su responsabilidad; y como le dijo al Gobierno Alejandro Martí, tras el asesinato de su hijo de 14 años de edad, el año 2008: "Si no pueden, renuncien". Una consigna que debería estar en el más alto pedestal del País. Se están acumulando muchos dolores que, sin duda, de no resolverse pronto y de manera expedita, la sociedad cobrará sus agravios.
Además, hay que volver a recalcar que la atmósfera de violencia e ingobernabilidad que sacude al País ha lastimado severamente el tejido social y nos pone al borde de una crisis sin precedente. La incompetencia del Gobierno federal y sus estrategias fallidas, en todos los ámbitos de la vida nacional, han dejado a México en un estado de vulnerabilidad y postración que costará muchos años y enormes esfuerzos financieros y humanos para lograr su reconstrucción y la anhelada normalidad.
Otro tema que nos debe seguir preocupando, son los acontecimientos derivados del terremoto y tsunami que sacudió a Japón. Científicos y gobiernos están alertas por los posibles resultados derivados de las fugas de radioactividad, que pueden alcanzar otras regiones del mundo, con graves consecuencias para la salud de los pueblos. Esperamos que logren, lo más pronto posible, controlar las crisis en sus plantas nucleares, para tranquilidad de la humanidad. Ojalá pronto el laborioso y trabajador pueblo de Japón, nos dé certeza de que remontó todos los efectos de la catástrofe que los azotó con furia.
Y en el plano local, el Gobernador Mario López Valdez, presentó su Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016; creo que hay que analizarlo detenidamente, para dar nuestro punto de vista, sin embargo esperamos que guarde relación con las grandes expectativas que de él se han hecho. En cuanto a los primeros "100 días de gobierno", veo claro oscuros; pero hay que reconocer que durante este tiempo las consecuencias del desastre agrícola, por las heladas de los primeros días de febrero, han centrado mucho la atención del Gobernador. Sigo pensando que Malova está en condiciones de establecer un precedente en cuanto a la tolerancia en política, tan escasa en estos tiempos.
lqteran@yahoo.com.mx