"Totalitarismo y autoritarismo"
He sido culpable de usarlas indiscriminadamente con anterioridad. Prometo corregir el error. Me refiero a la diferencia que existe entre autoritarismo y totalitarismo.
No son lo mismo exactamente. Y para mostrarlo, comparto la idea central de una columna del Wall Street Journal del 12 de diciembre. Su título "La paradoja Pinochet ".
El tema es caliente y por eso debe enfriarse el ánimo personal antes de entrar. Pinochet murió hace unas semanas. A finales de los años 80 aceptó ser desplazado del poder por un plebiscito.
Quizá eso muestre la diferencia en un caso real. No creo probable que dentro de un sistema totalitario suceda algo así. Quizá por eso, Pinochet pueda ser visto como un autoritario, pero no como un totalitario.
El General tomó por la fuerza el poder en 1973, lo que lo coloca muy alejado de las nociones democráticas. Pero salió del poder por un plebiscito y desde ese tiempo, Chile es no sólo una democracia ejemplar para América Latina, sino un país en vías de dejar el subdesarrollo característico de la región.
Me preguntaba un amigo qué hubiera pasado en caso de haberse mantenido en el poder Salvador Allende. Nunca lo sabremos, pero es muy probable un resultado peor al de Pinochet.
Quizá sea eso que la columna trata: la afirmación de Jeanne Kirkpatrick cuando hacía la distinción entre autoritarismo y totalitarismo, que es la más probable conversión de los sistemas autoritarios en sistemas democráticos que el totalitarismo.
México es un ejemplo de eso, con una democracia naciente venida de un sistema autoritario que gradualmente perdió el poder. Cuba sería el lado opuesto de la moneda, un totalitarismo claro según esta manera de pensar.
Pinochet es una ilustración interesante por otra razón. Se convirtió en el diablo de la izquierda al haber derrocado a Allende. Pero al mismo tiempo Allende de cierta forma creó a Pinochet.
La fama de Allende fue póstuma: obtuvo el 36 por ciento del voto en el 70 y llegó a la presidencia por concesión de los demócratas cristianos.
Una vez presidente se inclinó poderosamente al socialismo por decreto y atacó a la libertad de prensa, creó serios problemas económicos e inflación, y al final intentó acciones expropiatorias negadas por la Suprema Corte.
Esa columna dice: la cifra oficial de muertos es de poco más de tres mil durante el gobierno de Pinochet, casi 90 por ciento de ellos durante las primeras dos semanas de lucha durante el golpe.
Desde luego ésos son los números oficiales y son tan sospechosos como los de sus detractores. Hubo ataques a las libertades y torturas. Sin duda fueron malos años para los chilenos: el autoritarismo los victimó y Pinochet fue atacado furiosamente por muchos de los que alabaron incondicionalmente a Castro.
El autoritarismo, según lo anterior, parece poder tener más probabilidad de convertirse en un sistema libre y quizá, dentro de su extrema dureza, lo sea menos que el totalitarismo.
Por mi parte, el totalitarismo, creo, tiene otra característica: la de estar basado en alguna utopía, sueño, o proyecto que justifica los medios de su implantación, todos los medios, sean los que sean. El autoritarismo es tal vez más Franco, más Pinochet, más PRI, más pragmático y menos dogmático.
El totalitarismo es más Castro, más Kim Il-Jung y tal vez también hubiera sido más Allende. Más mesiánico y fundamentado en alguna de esas tesis que piden destruir todo como requisito de la construcción de un nuevo orden quimérico ante el que todo debe sacrificarse.
Si lo anterior es cierto, entonces China está transitando del totalitarismo de Mao al autoritarismo de Hu: dejó atrás el dogmatismo socialista.
El asunto bien vale una segunda opinión aplicable a otros casos, como el de Cuba y su transición posible del totalitarismo al autoritarismo, por causa de la defunción práctica de Castro.
Pero también para comprender mejor el caso de Hugo Chávez y preguntarnos si es un totalitario o un autoritario... es decir, si hay alguna esperanza de corrección pragmática o no.
Y también valió la pena, me imagino, entender que esos personajes totalitarios o autoritarios tienen también parecidos enormes, aunque no estén en la misma canasta.
egg@contrapeso.info