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"Tras cuatro horas de deliberación, el Tribunal electoral estableció que Calderón Hinojosa obtuvo el mayor número de votos; que la elección es válida; que el panista es elegible y, por lo mismo, se le declaró Presidente electo y ordenó la en"

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10/09/2006 00:00

    SUGEY ESTRADA / JESÚS LÓPEZ / HUGO GÓMEZ

    Ya tenemos Presidente

    Vencidos los plazos y llegadas las fechas que muchos políticos ansiaban y no pocos temían, la situación del país cambió sustancialmente desde el martes, luego que, como lo informó Noroeste, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aprobó las elecciones presidenciales del 2 de julio y, en consecuencia, declaró a Felipe Calderón Hinojosa como el sucesor de Vicente Fox Quesada.
    Efectivamente, por unanimidad de los siete magistrados, el TEPJF validó los referidos y declaró Presidente electo a Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional, con un llamado a los contendientes para que dejen atrás las confrontaciones.
    Los togados emitieron sus votos a favor del dictamen adverso a Andrés Manuel López Obrador, en el que se determinó que no se pudo probar la mayoría de las irregularidades denunciadas por el ex candidato de la coalición Por el Bien de Todos, y las que sí fueron registradas como tales no afectaron el proceso electoral en su conjunto.
    Tras cuatro horas de deliberación, el mismo Tribunal estableció que Calderón Hinojosa obtuvo el mayor número de votos; que la elección es válida; que el panista es elegible y, por lo mismo, se le declaró Presidente electo y ordenó la entrega de la constancia de validez correspondiente.
    Relacionado con lo anterior, y aun cuando sea algo sabido, es necesario repetirlo por el conflicto poselectoral que padecemos, esta resolución del TEPJF, de acuerdo con lo que ordena la Constitución General de la República, será definitiva e inatacable; por lo mismo, con la mencionada declaratoria queda ya concluido el proceso electoral.
    El dictamen estableció que el cómputo final realizado por el Tribunal Electoral registró una votación final a favor de Felipe Calderón Hinojosa de 14 millones 916 mil 927 votos y Andrés Manuel López Obrador 14 millones 683 mil 96 votos, con una diferencia de 233 mil 831 votos, mientras que Roberto Madrazo, de la Alianza por México, obtuvo 9 millones 237 mil.

    Entre bandos y bandas
    Para concluir formalmente el proceso electoral del 2 de julio, el magistrado presidente del TEPJF, Leonel Castillo, ordenó también entregar el dictamen y la constancia respectiva, de manera personal, a Felipe Calderón, lo cual pudo hacerse, a pesar de las movilizaciones, cercos y amenazas de los perredistas, el pasado miércoles 6; Felipe Calderón llegó en helicóptero a recoger su certificado de Presidente y se retiró también en el mismo aparato.
    Igualmente, se dispuso que la Cámara de Diputados diera a conocer, en su sesión más inmediata, el Bando Solemne sobre la declaración de Presidente electo de México, como lo establece La Ley Orgánica del Congreso de la Unión, en su artículo 23, numeral 2.
    La emisión de dicho Bando es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados y su finalidad es dar a conocer en toda la República la declaración de Presidente electo que haya realizado el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
    Consecuentemente, el Bando, que ya se le entregó a Calderón, deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación y en los medios oficiales en las entidades federativas, para que sea distribuido en las oficinas públicas de los estados, del Distrito Federal y de los municipios, para su difusión; lo único que falta para concluir republicanamente la renovación de los poderes es que el 1 de diciembre Vicente Fox, en el Congreso de la Unión y con todos los legisladores como testigos, le entregue la banda presidencial a su sucesor.

    Codigueros y leguleyos
    A propósito de la banda presidencial, varios analistas políticos coinciden en señalar la errónea posición que han asumido ciertos leguleyos de poca monta, junto con codigueros de la peor estofa, quienes sostienen que los perredistas acabarán con Felipe Calderón el 1 de diciembre, pues impedirán el ritual de la entrega de la orla tricolor.
    Dicen que tratarán de que no se cumpla la tradición de que el nuevo mandatario proteste como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos en el Palacio Legislativo de San Lázaro, y que el titular en turno de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el panista Jorge Zermeño, le imponga a FCH la simbólica banda.
    Ante esto, sostienen los referidos letrados que asesoran a los del partido amarillo, y éstos lo aceptan saltando de gusto y si detenerse a ver lo riesgoso de semejante coyuntura, el 1 de diciembre no habrá Presidente.
    Debido a ello, añaden los más radicales del PRD, se desencadenará lo previsto en los artículos 84 y 85 constitucionales, en donde se establece que si al comenzar un periodo constitucional no se presenta el Presidente electo, que podría ser el caso que ahora es motivo de discusión, entonces tendrá que nombrarse un Presidente Provisional, para de inmediato designar a un Presidente Interino, el cual estará en el cargo durante un periodo no menor de 14 meses, ni mayor de 18, a fin de convocar a nuevas elecciones; de esta manera, alegan, Felipe Calderón se quedaría en la raya y con las ganas de ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo Federal.

    Felipe ya está chupado
    Lo de impedir la ceremonia de la toma de posesión de Felipe Calderón, sostienen los impulsores del proyecto, ya está chupado, y como ya se ensayó el día en que Vicente Fox no pudo entrar al salón de plenos de San Lázaro para leer un mensaje y entregar su último informe de gobierno, ya nada más es cuestión de esperar la fecha de marras y tomar la tribuna parlamentaria, habida cuenta de que, sobre todo ese día, no se le puede impedir a los legisladores perredistas la entrada a los recintos parlamentarios de San Lázaro.
    Sólo que en contraparte, tanto la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, como la Presidencia de la República, han dicho que la ceremonia referida se realizará como ya es costumbre y sin salirse de los rituales republicanos.
    Al respecto, desde el lunes pasado, la vocería presidencial ha insistido en que nada impedirá la entrega de la banda presidencial, con lo que Rubén Aguilar desestimó las versiones del PRD acerca de que lo ocurrido el 1 de septiembre es algo mínimo con relación a lo que podría suceder durante en el relevo presidencial, y sostuvo que nada evitará el cambio de poderes.
    De todos modos, el vocero hizo un llamado para que no quepa duda alguna de que se dará el relevo y la entrega de la banda a Felipe Calderón, lo cual representa la entrega del Poder de un gobierno a otro, y pidió no especular sobre las celebraciones cívicas de septiembre, que se harán como siempre se han hecho.

    En cualquier lugar
    Relacionado con lo anterior destacados juristas universitarios y expertos en derecho constitucional (éstos sí saben de que hablan), como el maestro emérito de la Facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Carranca y Rivas, han hecho ver que la protesta multialudida la puede rendir el nuevo Presidente en cualquier lugar del Palacio Legislativo, y no tiene por qué ser en el pleno; basta con que se haga ante representantes de las mesas directivas de las dos colegisladoras, o tan sólo del titular de la Mesa Directiva de la Cámara Baja, para cumplir con la formalidad.
    Así, aunque ya no se pueda iniciar o continuar la sesión general correspondiente del Congreso de la Unión, Calderón Hinojosa habrá pasado la aduana donde pretenden detenerlo.
    Por si lo anterior no fuera suficiente, y les pareciera poco esto de la notoma de protesta y la noimposición de la banda presidencial, dicen los analistas, si los dirigentes del PRD creen que Felipe Calderón Hinojosa no ocupará la Presidencia de la República, se equivocan rotundamente.
    Esto de la equivocación, nos explican, es porque los más acelerados y radicales no toman en cuenta que FCH, aunque le digan "ilegítimo" o "espurio", ya es el nuevo mandatario de México, y sólo que pudieran detenerse las manecillas del reloj, o que por renuncia o falta física del michoacano, éste no se sentaría en la silla presidencial, en su calidad de titular del Poder Ejecutivo Federal.
    Lo del citado error amarillo es porque quienes tienen planeado tomar nuevamente la tribuna parlamentaria de la Cámara Baja para quitarle la Presidencia a Felipe Calderón, pierden de vista que el 30 de noviembre próximo, a las 24:00 horas, llueva o truene, se acaba el mandato de Vicente Fox y comienza el de FCH, sin necesidad de bandas pectorales o gritonas protestas.
    Tan es así es que a las mismas 12 de la noche y un segundo, del 30 de noviembre, el nuevo Presidente asume el mando de las Fuerzas Armadas y adquiere el rango de comandante supremo y general de cinco estrellas, por lo que la seguridad del país y la defensa de su soberanía pasan a ser automáticamente responsabilidad de Calderón.
    Queda claro que el 1 de diciembre, cuando el nuevo Ejecutivo llegue a la Cámara de Diputados, ya es el nuevo Jefe de la Nación, y su antecesor, en este caso Vicente Fox, ya es un simple ciudadano y, desde luego, ex Presidente; y si se entiende bien, cualquier acto violento en contra de FCH, sea de palabra u obra, se le hará al mandatario en funciones, aun cuando éste haya rendido o no su protesta y le hayan entregado la tan simbólica banda.

    Cárdenas se adelantó
    Si esto del horario y el calendario no convence, recuérdese que no es obligado que el nuevo titular del Ejecutivo Federal sea investido como tal el 1 de diciembre, fecha en que se inicia el nuevo sexenio; puede hacerlo antes, sin violentar la ley.
    No está por demás decir que lo adelantar la ceremonia ya lo hizo, el 30 de noviembre de 1934, don Lázaro Cárdenas del Río, quien rindió su protesta y recibió la banda tricolor de su antecesor un día antes de iniciar su mandato, en lo que fuera el Estadio Nacional, obra magna construida por José Vasconcelos en 1924, en donde sucesivamente también asumieron sus cargos Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez.
    Los cronistas reportan que previamente, don Lázaro realizó una gira por Tabasco, entidad a la que le llamó "el Laboratorio de la Revolución Mexicana" y ahí nombró Secretario de Agricultura al tabasqueño Tomás Garrido Canabal, de lo cual se desprende que el también michoacano ya estaba tomando decisiones de gobierno, sin haber rendido la aludida protesta; las anticipadas acciones presidenciales cardenistas posteriormente se tradujeron en la nacionalización de los ferrocarriles (junio de 1937), la creación de la Comisión Federal de Electricidad (agosto de 1937) y la expropiación petrolera (marzo de 1938).

    En manos de Obrador
    Ya que se habla de tabasqueños del calibre de Tomás Garrido Canabal, después de que se ha resuelto lo de la sucesión presidencial, hoy sabremos lo que, en las próximas semanas, le espera a México y a los mexicanos, cuyo destino ahora parece estar en manos de Andrés Manuel López Obrador, quien está empeñado en refundar la República Mexicana y hasta la Gran Tenochtitlan, si lo dejan.
    Aunque debe subrayarse que, con todo y lo delicado del conflicto postelectoral, más que las acciones que decida encabezar el Peje, luego que el Tribunal Electoral sentenció como ya sabemos y no se atemorizó con las amenazas del tabasqueño, ni con las movilizaciones y plantones que realizó el perredista, lo más riesgoso es el problema de Oaxaca, donde, especialmente en la capital, los tres niveles de gobierno le entregaron la plaza a los activistas.
    Como ya es más que sabido, la demanda magisterial de los inicios de este conflicto, en discutible trueque, se convirtió en la exigencia de que se destituya al Gobernador oaxaqueño, Ulises Ruiz, y mientras esto se negocia en la ciudad de México, en dicha entidad quienes gobiernan son unos grupos de encapuchados, que lo mismo toman estaciones de radio, que asaltan las oficinas públicas.
    De lo más reciente que se tiene de Oaxaca, según lo informó ayer Noroeste, destaca que un equipo de abogados de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca revisó con funcionarios de la Secretaría de Gobernación, en Bucareli, la solicitud de desaparición de poderes que presentaron líderes sociales al Senado de la República; pero el secretario Carlos Abascal insistió en que la dependencia "ni pone ni quita gobernadores"; el problema es que siguen dándole vuelta a esto del Gobernador, mientras los niños siguen sin clases, la economía local se hace trizas y se vive en plena incertidumbre.

    Llevar la fiesta en paz
    Retomando lo de López Obrador, éste adelantó que el domingo se definirán las acciones a seguir el 15 y 16 de septiembre e indicó que a los delegados de la Convención Nacional Democrática del Distrito Federal les corresponderá estar en la calle de Madero hasta el Hemiciclo a Juárez, mientras que los del Estado de México permanecerán en avenida 20 de Noviembre, y están seguros de recibir un millón de delegados. (Noroeste, 9 de septiembre)
    Durante su asamblea informativa, el político tabasqueño dio a conocer 10 resolutivos y entre sus propuesta destaca la creación de un consejo político que se mantenga al frente del movimiento de resistencia; además planteó la disyuntiva de aceptar la vigencia de la República simulada o declarar la abolición del régimen de corrupción y privilegios, propuso reconocer al gobierno usurpador o desconocerlo; crear un gobierno legítimo o una coordinadora de la resistencia civil; nombrar Presidente o un titular del Ejecutivo o un Jefe de Gobierno en resistencia o un coordinador de la resistencia; e instalar el órgano de gobierno en el que su titular tome posesión el 20 de noviembre o el 1 de diciembre de 2006.
    Todo esto se dice con facilidad y alegría, pero, en los hechos, las acciones pejistas son un reto a la capacidad de convocatoria del tabasqueño quien aun cuando se niega a deponer su actitud, su Estado Mayor ya dio señales de retirarse del Zócalo del DF para que tenga lugar el desfile militar del 16 de septiembre, y regresar en la tarde para realizar su Convención Nacional Democrática.
    Tiene que admitirse que la medida no es mala y dadas las consecuencias negativas que podrían resultar de que los obradoristas sigan montado en su macho, más no vale que las partes involucradas lo acepten; así, si el conflicto postelectoral no se soluciona, por lo menos llevaremos las fiestas patrias en paz.