César Peña Sánchez/ APRO
La Adelita
Existen dos versiones sobre el origen de esta canción, hija de la Revolución Mexicana, consideradas como las próximas a la verdad. Discrepan en el nombre del enamorado y en la jerarquía militar.
a) La versión más romántica. Se atribuye a Elías Cortazar Ramírez, joven capitán del ejército constitucionalista, que hacía versos y canciones, quién se enamoró de una bella muchacha tampiqueña llamada Adela, la que constantemente desdeñaba los amorosos requerimientos del joven Elías, quién temeroso de morir en alguna acción militar, quiso dejar testimonio de su amor y fidelidad, componiendo la canción que aún hoy perdura:
Si Adelita se fuera con otro,
La seguiría por tierra y por mar,
Si por mar en un buque de guerra
Si por tierra en un tren militar.
La División del Norte al mando de Pancho Villa acosaba a las tropas concentradas en Tampico a las que pertenecía nuestro personaje y éstas se ven obligadas a salir de la ciudad para combatir. Por la noche durante algún descanso en la lucha, Cortazar Ramírez acompañándose con su guitarra, entonaba continuamente "La Adelita" que los soldados norteños aprendieron y la hicieron suya. Cortázar murió en combate y la letra de su canción fue arreglada de forma que diera el último adiós a la ingrata amada.
b) La segunda versión nos presenta al sargento norteño Antonio del Río Armenta. En un combate entre Villistas y constitucionalistas resulto herido y fue atendido y curado por una bella jovencita llamada Adela, de la que se enamoro perdidamente. Adela Velarde Pérez, formo parte de un grupo de la Cruz Roja que había integrado en 1914 Leonor Villegas de Manón para atender heridos de la División de Oriente..Otra versión dice que los Carrancistas llevaron la canción desde Tampico, la cual no era conocida por las tropas Villistas y que el sargento Del Río Armenta la adapto y la declaró como suya, haciéndola popular. Los soldados Villistas la hicieron suya y la cantaban en improvisados orfeones por los campamentos y trenes, propagandota por todo el país. Adela Velarde fue reconocida como veterana de la Revolución y condecorada en varias ocasiones. Se dice que ella siempre recordó con emoción a su enamorado y su canción. Adela conoció y trató a varios de los generales de mayor prestigio como Venustiano Carranza, Jacinto Treviño, Pablo González y Cesáreo Castro.
2. La Valentina
Una pasión me domina
Y es la que me hace venir
Valentina, Valentina
Yo te quisiera decir.
La revolucionaría canción existía ya a principios de siglo y se conocía y cantaba, asegurándose que en Sinaloa fue escrita por un campesino anónimo de los que se unieron a Gabriel Leyva, precursor de la Revolución de 1909. Posteriormente "La Valentina" fue infiltrándose entre las fuerzas revolucionarias norteñas y la joven fue identificada como la hija de un caballerango de Obregón, llamado Pedro Gatica. Quien murió en combate.
La Valentina, huérfana, se convirtió en un soldado más de las fuerzas Obregonista de la Revolución; era la admiración de toda la tropa, pues "Era valiente y decidida, hermosa y llamativa. Su atuendo era militar portaba dos Cananas torcidas sobre su pecho y fusil al hombro. Su magnífica y bella estampa unidas a su belleza, la convirtieron en símbolo de amor, viéndose asediada por muchos soldados que convivían en campaña.
La Valentina guerrillera que empuñaba su carabina 30-30, fue famosa entre la tropa y todo el norte conoció su fama. Al término de la revolución, Valentina Gatica se quedó definitivamente en la Capital, viviendo con apuros, ignorada, subsistiendo gracias a una pequeña pensión que le asigno el General Aarón Sáenz., en ella vivía el recuerdo de la canción que todavía se escucha.
Dicen que por tus amores
La vida me han de quitar
¡Si me han de matar mañana,
que me maten de una vez!
3. La Cucaracha
Esta canción forma con "La Adelita" y la "Valentina" el tríptico de las canciones de la Revolución Mexicana. Todo hace suponer que "la Cucaracha" es de origen más antiguo que sus compañeras revolucionarias la Adelita y la Valentina. Existen discrepancias sobre el lugar de origen de la canción, que por ser del dominio público es difícil precisar.
La versión más posiblemente cierta es que Rafael Sánchez Escobar pianista de Tuxpan Veracruz, nacido el 3 de abril de 1889, la haya hecho famosa. El 24 de abril de 1914, dos días después de ocupar la ciudad de Monterrey el general Pablo González, el entonces pianista y periodista Rafael Sánchez fue invitado por los militares para que amenizara y alegrase la celebración del triunfo obtenido, fue en esa ocasión que el recordó esta canción que escuchara de niño, la adapto al piano, comenzó a tocarla y cantarla y los militares presentes la cantaron y silbaron hasta aprenderla. Estos militares llevaron la canción al campamento y luego como reguero de pólvora, se extendió por todo el norte del país. La letra de la canción ha sufrido notables cambio, quedando como uno de los himnos revolucionarios, con la letra siguiente:
La Cucaracha, La cucaracha
Ya no puede caminar
Porque no tiene, porque le falta
Mariguana que fumar.
Por su parte el investigador Rubén Campos afirma que en 1892 escucho "La Cucaracha" a unos músicos pueblerinos en el estado de Morelos, por su parte la tía abuela de Rafael Sánchez decía que la había aprendido en su natal Campeche, pero que la canción era de Yucatán.