"Un evangelio agnóstico y la figura de Judas"

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21/04/2006 00:00

    Olimpiadas, política y mercado

    Hace unas semanas en todo el mundo se habló de la publicación del así dicho "Evangelio de Judas" que la National Geographic financió: se trata de un texto escrito en el Siglo 3 ó 4, pero con un original más antiguo (seguramente anterior al año 187 D. C.), en el cual se habla de una especial revelación que Jesucristo habría hecho a Judas.
    Este apóstol, que según los evangelios canónicos traicionó a Cristo por 30 monedas para entregarlo a sus asesinos, no sería en realidad un personaje así tan negativo. Con respecto a él, se lee en el Evangelio de Judas, que Jesús decidió dar su especial revelación pidiéndole que le entregara a los romanos.
    Según esta versión, entonces, Judas es un personaje positivo, que sólo obedece a una orden de Cristo. La masiva campaña publicitaria de la National Geographic, y el estreno cercano de la película "El Código Da Vinci", han asegurado a este evangelio agnóstico una gran atención en los medios mundiales, como si fuera posible reescribir la historia de la muerte de Cristo frente a nuevos documentos.
    Empezamos con decir que el contenido del Evangelio de Judas ya era conocido, a finales del Siglo 2, cuando san Ireneo, Obispo de Lion, escribió su obra contra los heréticos citando a este texto y presentando sus ideas.
    Entonces, sobre el contenido, no hay ninguna novedad. Tenemos que decir que este texto de papiro, escrito en copto (que es la lengua del Egipto en era cristiana) fue conservado muy mal por más de 20 años, antes de ser restaurado en lo posible, y que hoy todavía media obra no está traducida.
    Al final, es necesario recordar que se trata de un evangelio agnóstico, es decir de una secta filosófico-religiosa. En este caso se trata de los "cainites", que toman su nombre desde Caín, el hermano que asesinó a Abel.
    Los afiliados de los cainites de manera especial, creían que el Dios de los hebreos y de los cristianos era en realidad un Dios malo, que tiene al mundo y a los hombres oprimidos. Y concebían que todas las figuras que son negativas en las Sagradas Escrituras tienen que ser revaloradas y consideradas como buenas: tal es el caso de la serpiente, Caín, y Judas.
    Así se puede comprender cómo, la génesis de este texto y su contexto no permiten añadir algo nuevo sobre la historia de Jesús. Se trata de un texto agnóstico y simbólico, que habla de una muy particular y no poco conocida "revelación" al apóstol traidor que no dice nada sobre la muerte de Cristo en la cruz.
    Es curioso notar cómo, una vez más, todo lo que se relaciona con Jesús provoca un gran interés y representa una enorme ocasión para hacer negocios. Lo hemos visto ya con el Código Da Vinci, y lo vemos ahora con el Evangelio de Judas.
    El Jueves Santo, en la celebración de la Misa "in coena Domini", oficiada por Benedicto XVI, tuve la ocasión de conocer lo que la Iglesia católica cree sobre la figura del apóstol que traicionó a Jesús: "En Judas, dijo el Papa, no vemos la naturaleza del rechazo a la purificación de Dios más claramente.
    "Él considera a Jesús según categorías de poder y del suceso: para él sólo el poder y el suceso son realidad, el amor no cuenta nada.
    Él es ávido: el dinero es más importante que la comunión con Jesús, más importante que Dios y su amor. Así Judas llega a ser también un mentiroso..."
    Palabras muy claras, que demuestran lo que piensa el Papa de estos nuevos "descubrimientos".
    Es interesante hacer notar la referencia que hace hacia el Código Da Vinci y al Evangelio de Judas el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, el cual dijo:
    "No podemos permitir que el silencio de los creyentes pueda ser encauzado con un engaño y que la buena fe de millones de personas sea manipulada por los medios de comunicación sin lanzar un grito de protesta en el nombre no solo de la fe, sino también del buen sentido y de la sana razón".
    *El autor es periodista italiano y vaticanista