FIFA
"Papá, tengo que darte dos noticias, una buena y una mala". "Ay, mijo, dime sólo la buena, tuve un día muy pesado, la mala me la das otro día". "Bueno, quiero que sepas que las bolsas de aire del auto funcionan de maravilla".
Nobeles espurios
El dizque premio "Nobel" de Economía, no es de ninguna manera un premio Nobel. Su nombre real es The Sveriges Riksbank Prize in Economic Sciences in Memory of Alfred Nobel y fue creado en 1969, 68 años después que Alfred Nobel instituyó los premios que SÍ llevan su nombre. Se lo sacó de la manga el Casino Global para premiar a sus focas favoritas (las que le hagan más gordo el caldo).
En sus primeros 44 años de existencia, este premio patito confirma su calidad de índole risible. Menciono una entre docenas de evidencias. En estos 44 años el desarrollo ha dado un vuelco radical del Occidente al Oriente. EU y Europa han experimentado un declive espectacular (entonces EU era el mayor acreedor del mundo, y ahora es no sólo el país más endeudado del globo, sino el mayor deudor que ha visto jamás la humanidad).
El crecimiento económico se ha dado en otros lados: China, Japón, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong, Taiwán... sin embargo, de los 67 monaguillos premiados, 52 provienen de instituciones gringas, 14 de Europa y uno de Israel; ni un solo economista de esas otras naciones que sí han crecido, ha sido premiado.
En otras palabras: ese galardón patito ha premiado el fracaso e ignorado el éxito (o, diría el Evribodi, aclamado las puñetas mentales y desdeñado los logros concretos).
Veamos Singapur, el más evidente caso de superación económica. Ni siquiera el doctor Goh Keng Swee, ex primer ministro adjunto, mereció la atención del banco central de Suecia (a pesar de tener "sangre azul" como egresado de la London School of Economics).
En cambio, quienes sí recibieron ese premio patito en 1997 fueron los inefables Myron Scholes y Robert C. Merton por "un nuevo método para determinar el valor de los derivados". Sobre esos modelos geniales se fundó Long-Term Capital Management, que en 1998 quebró tras perder la burrada de 4 mil 600 millones de dólares en menos de cuatro meses.
En fin, queda claro entonces que este premio patito no tiene que ver con realidades económicas sino con apoyos abstractos a la especulación rampante.
A propósito me dice un queridolector: "Creo que la discusión que importa sobre los premios Nobel de Economía es la influencia que ejerce esta profesión en las ideas sociales: su pensamiento es la ideología dominante y han hecho al mundo (o más precisamente desecho) a su imagen y semejanza. Como se vende como ciencia, pocos se atreven a salirse del guión y así nos ha ido a la mayoría.
"Si queremos que las cosas cambien, la tarea es desmontar la trama ideológica que han tejido los economistas, valiéndose de modelos matemáticos. Por ello poco importa si descalificamos a esa rama y a sus acólitos. La pelea está en el plano de las ideas".
Quizá ahí esté en verdad la cuestión seria, pero la hilaridad la encuentro más bien en estas otras canteras anecdóticas.
Piropos
Me manda el Evribodi estos piropos vulgares (conste: expulgué los más corrientes). Me imagino que mi recordado Armando Jiménez registra todos estos en su Picardía Mexicana.
"Presta la panochambear. / ¿Tu papá ya está grande? / Te llenaré de mecánicos el taller. / Quisiera ser mariachi para tocarte la cucaracha. / Quisiera ser azúcar para endulzarte las toronjas. / Quisiera ser mesero para acomodar mesas. / Quisiera ser sol para darte todo el día. / Seño, no mueva tanto esa jaula porque se le va a marear la cotorra. / Me dicen que eres chef porque te gusta mucho usar el chile pasilla. / ¿Entonces qué, mi reina, vas a dejar jugar a tu chiquito con mi mocoso?".
Oooooommmmmm
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.
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