|
"Reflexiones"

"Una carta para aprender a tomar decisiones de vida"

""
07/08/2010 00:00

    Héctor Tomás Jiménez

    Cuando se tiene la fortuna de ser joven, se tienen sueños y anhelos, como también muchas dudas e incertidumbres, pues la capacidad de decidir correctamente viene con la edad, y aún así, muchos en la madurez de la vida o en umbral de la tercera edad, aún nos equivocamos a pesar de la experiencia adquirida.
    Ser joven significa audacia, fortaleza, entrega y compromiso, pero los frutos producto de la combinación de estos atributos, solo se logran con prudencia, conocimiento de si mismo y alto espíritu de logro.
    La prudencia nos da la oportunidad de saber elegir el camino adecuado, conocerse a sí mismo es desde siempre la gran tarea de los seres humanos, premisa difícil de cumplir cuando no se definen las aspiraciones de vida en función de los talentos recibidos. Es tomar conciencia de nuestros propios talentos, es decir, de nuestras aptitudes, nuestros intereses y nuestras aficiones, y el espíritu de logro, es la fuerza interior que nos guía hacia grandes acciones, la que nos da la resistencia para aún en el cansancio no desistir ni claudicar en la meta trazada. Todo ello son los ingredientes para una sabia decisión de vida.
    Muchos jóvenes hoy en día, están ante la disyuntiva de elegir una carrera universitaria, y la institución donde realizarla, por lo que deben buscar dentro de si mismos, los atributos necesarios para tomar una buena decisión de vida. Con estas reflexiones, encontré en Internet una carta dirigida a un joven estudiante, por parte de un viejo profesor, que refleja en sus consejos sabiduría y amor por la docencia.
    La carta esta escrita con frases ricas en sabiduría y que aún son vigentes, por lo que estoy seguro que será de mucha utilidad para los jóvenes que hoy en día buscan elegir su carrera universitaria. La carta dice así: "Querido alumno: La vida es como una gran escalera, hay que subir los escalones despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y  buena voluntad. La escalera representa tu existencia, por lo que debes subir los escalones pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto, junto a la cima del cielo. No dejes entrar al desánimo; no permitas que la indecisión te domine. Aprende a superar todos los obstáculos, y recurre siempre a tu fuerza interior.
    "Conserva la calma y el sosiego, para que no te marees con las alturas, y cuando sientas que te falta el aire, respira profundo y haz una pausa en tu camino, las sendas difíciles son las que te llevarán a cumplir con tu destino. No olvides nunca que el mundo pertenece a los optimistas, positivos y sinceros; nunca a los cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, estos últimos se quedan en los primeros escalones y nunca logran subir más allá. Lleva siempre a Dios contigo, a tu ser superior, pues el te dará la fuerza espiritual para no desistir en tu tarea. Prosigue en línea recta, buscando tus sagrados objetivos, en nombre del creador a quien debemos la vida.
    "En tu camino encontraras personas sin escrúpulos que pretenderán, supuestamente hacerte la vida fácil, dales la vuelta, pues poco te ayudarán en tu propósito. Si te caes antes de llegar a un escalón, no te desanimes, porque el caer es una oportunidad para levantarte y continuar subiendo nuevamente con más fuerza y entusiasmo.
    "Une tu esfuerzo a una institución vertical, con profesores de reconocida solvencia moral y donde además de conocimientos te puedas nutrir de valores éticos para tu ejercicio profesional. Y nunca olvides que victoria no significa nunca haber caído, sino saber levantarse de la caída y seguir adelante, prometiéndote a ti mismo, mirar con determinación los demás escalones y con firmeza y decisión continuar subiendo. Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndote el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.
    "Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida. Si no vences es porque te dejaste contaminar por el mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al bien y persiste sin retroceder, ¡Vencerá siempre! Todos los que creen en sus ideales y  se esfuerzan por alcanzarlos, son quienes cumplen con su destino." Fin de la carta.
    Cuando se tiene definido el rumbo y el destino, cuando conociendo tus propios talentos se toma la decisión correcta, lo único que queda es la persistencia para llegar a esa ansiada meta, y la prudencia para que cada paso sea el adecuado.
    Todo es como planear un viaje, no solo es importante saber a donde ir, sino que caminos tomar, y sobre todo, tener siempre a la mano la carta de navegación requerida con el fin de no perderse en el camino ni desviar el rumbo. JM Desde la Universidad de San Miguel.

    udesmrector@gmail.com