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"Perfil del próximo Presidente"

"Una virtud indispensable para ser un buen gobernante es la humildad."

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16/10/2005 00:00

    Se defiende titular de la Sedena en caso Tlatlaya

    La Confederación Patronal de la República Mexicana desde su fundación como Sindicato Patronal, se ha distinguido del resto de los demás organismos intermedios de carácter empresarial, en que con mucha visión y atingencia plasmó en sus estatutos el total rechazo al corporativismo y su completa autonomía del sector público, de tal manera que para lograr su plena independencia estableció la obligatoriedad del pago de una cuota a todos y cada uno de sus afiliados, así como la absoluta libertad de afiliación sin discriminar la actividad empresarial de sus agremiados.
    Su vertical independencia la ha mantenido distante de compromisos con sectores específicos y desde luego a sana distancia del sector público asumiendo como su único compromiso la libre empresa y las demás libertades que consagra nuestra Constitución Política, de tal manera que su preocupación y ocupación ha sido la de señalar sexenalmente el perfil del futuro gobernante del Poder Ejecutivo Federal.
    Nuevamente en esta ocasión dada la proximidad de la contienda electoral se ha echado a cuestas la formación de un organismo obviamente apartidista que lleva el nombre de "Sociedad en Movimiento" la que a decir del Presidente de la Coparmex Don Gilberto Núñez Esteva: "Pretende hacer que las elecciones de 2006 sean verdaderamente históricas, tanto por su participación (70 por ciento del padrón) como por su calidad: votos producto del razonamiento consciente e informado".
    Este organismo a principios de septiembre ya contaba con más de 250 organizaciones de la sociedad civil y también afirma el señor Núñez Esteva se suman ciudadanos individualmente en un mismo propósito de participación para que los partidos elijan sus mejores candidatos para elevar el nivel del debate de la campaña política.
    En este noble afán cívico el órgano oficial de Coparmex: la revista "Entorno", convocó a una docena de personalidades que presiden diversos organismos de la sociedad civil y les organizó un foro de análisis y propuestas del perfil que según ellos debería tener el próximo Presidente de la República, para tal efecto los convocados deberían responder a cuatro preguntas que son las siguientes: 1._ ¿Qué atributos son necesarios para ser realmente un Presidente?, 2._ ¿Hasta que punto esperar integridad en un Presidente es utopía?, 3._ ¿Cuáles deberían ser las convicciones del próximo Presidente de México? 4._ ¿Hasta que punto es necesario el oficio político en un Presidente?
    A continuación me propongo contestar como dicen los abogados, según mi leal saber y entender cada una de las cuatro preguntas:
    En cuanto a la primera relativa al atributo necesario para ser un buen presidente; por mi parte prefiero hablar de virtudes, pues creo que el vocablo atributo va más con la característica de una cosa que la distingue de las demás la individualiza, en cambio las virtudes son más genéricas, pueden tenerlas infinidad de personas y creo que para ser un buen presidente no basta con una virtud se requiere de varias pero no por ello quiero decir que para serlo se requiere ser excepcional, no lo considero así, para mi basta ser una persona diríamos que estándar, no súper dotada de inteligencia superior, más bien creo que muchas veces los superdotados no son buenos gobernantes.
    Una virtud indispensable para ser un buen gobernante es la humildad esta sola virtud lo ayuda a ser tolerante, comprensivo, plural, trabajar en equipo, saber escuchar, conciliador y prudente; esta virtud de la prudencia política también es indispensable para ser un buen gobernante, a la prudencia habrá que añadir las otras tres virtudes llamadas cardinales: la justicia, para aplicar con sabiduría el derecho haciendo que la Ley se aplique y se respete.
    La fortaleza para que no le tiemble la mano a la hora de hacer valer el Estado de derecho, para suprimir la impunidad, hermana gemela de la corrupción, para que nadie burle las leyes y las interprete a su conveniencia y trate de aplicarlas en su beneficio en perjuicio del otro.
    Finalmente la templanza que sirve para moderar todos los apetitos y concupiscencias, inclusive la ambición desmedida del poder, del dinero y ayuda a ser más equilibrado y más libre de apetitos desordenados, lo que ayuda al gobierno de sí mismo y por ende al buen gobierno de la comunidad, es decir un hombre con la suficiente madurez para no perder el piso, dominando sus impulsos, ambiciones y pasiones, con inteligencia emocional.
    Huelga decir que deberá tener una visión de estado es decir ser un estadista que sepa ver más allá de su circunstancia presente y no centrado en su espacio y su tiempo, sino que también trascienda de nuestras fronteras y sepa atisbar el futuro.
    Las otras tres preguntas las dejamos para mi próxima entrega.
    rinber@prodigy.net.mx