"Le voy a dar a todas que sí", era la frase común en la segunda consulta realizada por el equipo de transición de Andrés Manuel López Obrador, realizada el 24 y 25 de noviembre.
Parece que no hay lógica que valga para ir en contra de los deseos de nuestro próximo Presidente de México. Muchos no saben ni siquiera por dónde pasará el Tren Maya, ni los estados que abarca esa zona, sin embargo, con tal de secundar los deseos del líder supremo de Morena, todos van y le dan el sí a sus proyectos.
Y es que son temas complicados, obras que costarán más de 20 mil millones de pesos, pero, nadie critica, le dan el sí total a la próxima administración, sin cuestionamientos, sin nada.
AMLO se escuda con el pueblo, pero se hace lo que él dice, con la voz de la ciudadanía... él dice que el pueblo es sabio, pero, no nos hagamos tontos, por el momento, él es el pueblo.
No así señor...
Si el PRI o el PAN hubiera armado sus consultas seguramente serían muy criticados por los intereses facciosos que se pondrían en marcha, desde quienes tienen intereses de pesos y políticos con las autoridades en turno, hasta el uso del voto corporativo al que siempre acuden los partidos.
En este caso, Andrés Manuel López Obrador dijo en una programa de televisión que hizo esta segunda consulta porque le ganaba el tiempo y para no ser criticado, si no para que vieran que en todos los temas era parejo y no sólo era una consulta sobre el aeropuerto, sino otra para los demás temas.
Para empresarios, como la dirigente de Coparmex, Edna Fong, en muchos de los temas se necesita conocer sobre lo que se está votando, hay algunos que necesitan opiniones técnicas y de expertos, además a estas consultas les hace falta representación, aunque ya se cocinan, en el legislativo, las reglas para las consultas ciudadanas.
Los mexicanos pasamos de “borregos” por intereses políticos y de gremio, a borregos por fanatismo.
Ninguno de las dos cosas abonan a la democracia.
Esperamos reglas que den legalidad y una verdadera representación a las consultas ciudadanas, que en sí son muy necesarias, pero no así, señor López Obrador.
'Jineteo' de recursos
Que el Gobierno del Estado ha venido "jineteando" unos 200 millones que le pertenecen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, pese a que realizan los descuentos correspondientes, denunció Arcelia Prado Estrada, líder sindical.
Aunque sí utilizó la palabra "jineteo" con todas sus letrotas, Prado Estrada matizó, diciendo que ya ha habido acercamientos con Gobierno para solucionar la deuda, pero no se han concretado los pagos.
La líder sindical añadió que cada quincena es lo mismo, descuentan a los trabajadores y se quedan con dichos recursos y no los reportan.
"Que no les alcanza el dinero y toman el dinero para otras cosas, lo jinetean", dijo.
Así que Gobierno del Estado tiene la palabra, "desvío", "necesidades de la Secretaría", o simple y llanamente, "jineteo".
Los asientos naranjas
Muy mal recibida ha sido la iniciativa "Asientos naranja para mujeres" de los priistas en el Congreso Local, justificando que es para dar un trato preferencial y exclusivo a las mujeres en el transporte colectivo, o sea en los camiones.
De acuerdo a la iniciativa, los camiones deberán destinar el 20 por ciento de los asientos para uso exclusivo de la mujeres, las cuales deberán ser de un color naranja y contener un emblema o leyenda para su identificación.
Tomando en cuenta el problema de la violencia contra las mujeres en el Estado y reflejada en los cruentos feminicidios que se han cometido, la iniciativa se ve endeble e innecesaria.
Para algunas activistas, la iniciativa no es un tema fundamental, ya que más allá de colores y asientos aquí y allá, el Congreso debe pugnar y exigir a las autoridades y Gobierno un alto a la violencia.
De hecho, en un sondeo hecho por Noroeste, las mujeres dijeron que la medida es innecesaria, pero que bien puede ser aplicada para adultos mayores y discapacitados.
Imagínese los camiones con asientos de todos los colores.
La caravana se estrella
Gases, perros y policías bloquearon ayer a un grupo de la Caravana Migrante centroamericana que intenta atravesar la frontera para internarse en Estados Unidos.
La tensión sigue en aumento en Tijuana, la ciudad que ha recibido a la mayor parte de los centroamericanos que atravesaron varios países, incluido el nuestro para “estrellarse” en la barda metálica de los estadounidenses.
Pero quizá la barrera más vergonzosa es que la ponemos con palabras en los comentarios de las redes, donde cientos de mexicanos han expresado su descontento con los centroamericanos con frases que rayan en la discriminación y la intolerancia.
Los comentarios son vergonzosos y sacan a relucir un México que creíamos superado, pero parece que sigue más vivo que nunca.
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