Roxana Vivanco/Netzahualcóyotl Ceballos
La Secretaría de Turismo de Sinaloa se volvió a apuntar otro tanto a su favor con el apoyo a la organización del evento internacional de surfing Quicksilver.
Honor a quien honor merece y en esta ocasión Gobierno del Estado cumplió la promesa de apoyar a Mazatlán, y bueno, todo comenzó con la decisión de sentar en la Secretaría a una mazatleca, Oralia Rice.
Rice ha dado una muestra de capacidad de trabajo que impresiona, aparece por todos lados, lo mismo se apersona en la Ciudad de México, donde trató de traerse el Tianguis Turístico, que en Miami, donde acudió a convencer a los dueños de los cruceros que el puerto es mucho más que un grupo de malvivientes disparando en las calles.
Ayer, se repartieron 85 mil dólares en premios y se cumplió con la organización de un evento de magnitud internacional, después de la clausura del campeonato de surfing que inscribe a Mazatlán en la ruta de los grandes eventos de la especialidad y siembra una semilla que esperemos que en unos años tenga la misma resonancia que la Semana de la Moto.
El evento contó con una organización de primera y tuvo suerte con las olas de los primeros días, cuando el fenómeno llamado mar de fondo retiró a los bañistas de las playas, pero dio a los surfistas una oportunidad de oro para lucirse.
En el último día de las competencias las olas grandes no aparecieron, pero el evento ya había cumplido con las expectativas y permitirá que se vuelva a pensar en Mazatlán a la hora de pensar en montarse a las olas.
Divide opiniones
Las opiniones sobre la colocación de los paraderos en el malecón de Mazatlán están divididas.
Algunos la aprueban argumentando la necesidad de especificar dónde se deben abordar los camiones urbanos, los paraderos además son un refugio para quienes quieren escapar del sol mientras esperan el transporte.
Sin embargo, otros la rechazan porque consideran que el malecón es el espacio turístico más importante de Mazatlán, y piensan que colocar paraderos es similar a contaminarlo.
"No estoy en contra porque la verdad cuando uno espera el camión no encuentra ni donde meterse, ahorita por lo menos sabes que te puedes quedar en la sombrita", dijo una señora que aguardaba su camión.
Los comerciantes de enfrente sí reprobaron la colocación de los paraderos, no sólo por bloquear la vista sino por no "cuadrar" con la esencia del malecón.
"El malecón va a dejar de ser un malecón si lo empiezan a llenar de tantas cosas, ya tiene mucho, ¿no? Si lo empiezan a llenar se va a ver feo, así como está se ve bien, ¿para qué le ponen más cosas?", cuestionó el encargado de un minisúper.
Dos comerciantes más indicaron que ningún malecón cuenta con paraderos de autobuses.
A ver si cumple
El Alcalde Alejandro Higuera Osuna lo prometió, pero vamos a ver si cumple.
Aseguró que de ninguna manera se permitirá la publicidad en los paraderos instalados en pleno Malecón, pues es un proyecto que no contempla los anuncios.
Sin embargo, muchos ciudadanos coinciden en que, con el tiempo, se permitirá usar estas estructuras para exhibir publicidad. Y eso nadie lo quiere.
Señor Alcalde, si en realidad quiere cumplir con lo que prometió, hágalo por escrito, déjelo plasmado en algún reglamento, para que luego no venga otro y termine aprovechando las instalaciones que ni los arquitectos del sur avalaron.
Y es que el gremio lamentó que las autoridades no les hayan consultado el proyecto, ellos querían ser parte del aval y opinar sobre las estructuras en el Malecón, pero ni modo, como dijeron: "ya están ahí".
La disputa Millán-Vargas
Hace poco tiempo, el Secretario General de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros, le solicitó a una empleada del Secretario de Desarrollo Social y Humano, Juan Ernesto Millán Pietsch, que le preparara una lista y recursos para otorgar los apoyos a 2 mil adultos mayores de Los Mochis.
La empleada contestó que lo consultaría con su jefe Millán y Vargas Landeros le dijo que no había más jefe que él, después del Gobernador, pero que hiciera lo que quisiera siempre y cuando le resolviera el problema.
Al enterarse del incidente, Juan Ernesto le habló a Vargas Landeros y le reclamó el porqué no le pidió las cosas a él directamente, pues para eso es el secretario del ramo.
Molesto, Vargas Landeros le señaló que los trabajos encomendados por el Gobernador los iba a sacar con él o sin él.
Ese no es el punto, contestó en tono por demás subido el cachorro Millán, sino la falta de comunicación y de respeto, después de esto, siguieron expresiones tan fuertes de ambas partes que hasta las progenitoras aparecieron.
Al poco tiempo, Vargas Landeros reunió en su oficina a Millán Pietsch y a su equipo cercano y les solicitó una investigación exhaustiva sobre el uso, los programas y los recursos de Sedesol estatal en los tiempos de Pablo Moreno, para revisar su actuación con el ánimo de tronarlo en el PRI estatal.
Dicha petición causó gran molestia a Juan Ernesto, quien le dijo que si era necesario exhibir corruptelas por qué no investigaban al ex Gobernador Jesús Aguilar Padilla, argumento que también causó gran molestia a Vargas Landeros, quien le respondió que no era nadie él para indicar a quién investigar y a quién no.
De nueva cuenta la discusión subió de tono diciéndose cada quién sus verdades.
Una vez terminada la reunión Millán Pietsch reunió a sus colaboradores y les dijo que se veía venir una guerra política y que era muy probable que los despidieran. De hecho, la guerra continúa bajo un pretexto llamado Frank Córdova.
Causa risa cuando Malova afirma que el único seguro es Gerardo Vargas, lo que quiere decir que ni el propio Gobernador lo está.
Trabajo sin futuro
Si hay un trabajo que en estos tiempos no ofrezca una larga carrera profesional, sin duda es el de policía, sobre todo municipal, ya que parece que tienen todo para perder: si no tienen una firme estructura de valores se cambian de bando sin quitarse la cachucha y terminan asaltando turistas, violando mujeres o dando protección a las narcotienditas; pero si son de los buenos, pues entonces los matan.
Este fin de semana, otra vez las corporaciones policiacas de Sinaloa se visten de luto por el asesinato de algunos compañeros, primero en Mazatlán cayó un comandante de sector, luego en Los Mochis fue asesinado el chofer del director de la Policía Municipal de la ciudad cañera.
¿Qué futuro le espera a los jóvenes que ingresen a las corporaciones policiacas?, ¿qué padres permitirían que sus hijos sean agentes preventivos?, ¿qué niño anhela ser Policía municipal? Fácilmente la respuesta a cada una de esas preguntas es: pocos o ninguno.
Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
malecon@noroeste.com