Claudia Beltrán/Marcos Vizcarra
Una nueva toma clandestina a ductos de Pemex fue encontrada la mañana de ayer. ¿En dónde cree que la hallaron? En la misma zona donde han sido localizadas otras tres "ordeñas" este año, en la Colonia Casa Redonda, cerca del Parque Bonfil.
El robo de combustible parece no tener fin en Mazatlán, ya que ni la muerte de un hombre que intentaba conectar una toma ilegal en el Libramiento Colosio, ni las declaraciones del director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, el martes en Culiacán, ahuyentaron a los delincuentes.
En el reporte Combate al Mercado Ilícito de Combustibles publicado en pemex.gob.mx la semana pasada, se precisa que en Sinaloa han detectado 138 tomas clandestinas de un total de 494 en el País, cifras que ya han aumentado.
Sinaloa es la entidad con más incidencia de "ordeñas" de combustible; en lo que va del año se han encontrado 150 tomas clandestinas en los ductos de Pemex Refinación, que representan el 30 por ciento del total de robos a la paraestatal en todo el País.
Lloviznas y apagones
Es de sobra conocido que en Mazatlán no puede llover sin que se vaya la luz. Así ha sido siempre, con excepción de un periodo de aproximadamente tres años por allá a mediados de la década de los 80, cuando estuvo a cargo de la Superintendencia de la CFE un ingeniero de apellido Larios. Este funcionario llegó a Mazatlán, ciertamente con mucho apoyo de sus superiores, y procedió a poner al día las líneas y transformadores, de modo que al menos durante esos tres años nos olvidamos los mazatlecos de los apagones.
Hoy, como ha ocurrido en las dos últimas décadas, sigue vigente la maldición de que con una ligera llovizna nos quedamos a oscuras.
Una metamorfosis kafkiana
Parafraseando el libro motivacional de Spencer Johnson, "¿Quién se ha llevado mi queso?", los panistas sinaloenses se preguntan ahora ¿Quién se ha llevado mi pan?, pero no el pan con el que se come el queso, sino el Partido Acción Nacional.
Que rápidos resultaron el PAN y los panistas sinaloenses para fundirse en el Gobierno y pasar de la oposición terca, machacona y crítica, a la comodidad del presupuesto y a la grilla palaciega por las posiciones, las chambas y los contratos al amparo del poder.
Ahora resulta que son los diputados del PRI los que consiguieron el presupuesto para el pago por los daños a las heladas y son los que han permanecido "encima" de la Sagarpa para que el dinero llegue a los afectados, mientras que los panistas, enfrascados en su lucha interna, lo que hicieron fue obstaculizar las indemnizaciones metiendo ruido de cambios en esa delegación federal orientados por vendettas políticas y no por necesidades del servicio.
Resulta también que los "retrógradas" del PRI presentan e impulsan en el Congreso iniciativas de reforma constitucional para, óigalo usted bien, limitar las facultades del Ejecutivo y robustecer el equilibrio de poderes, en "bien de la gobernabilidad democrática".
¿Qué pasó? ¿Cuándo ocurrió esa metamorfosis que convirtió al PRI en progresista y dejó a los panistas inmóviles y pasmados, esperando la línea?
La respuesta parece fácil: ¡El PAN ganó las elecciones y ahora es el partido en el poder! Pero no, no es suficiente respuesta porque, si acaso Malova le dio al PAN algunas posiciones administrativas, el Gobierno no se los da ni a "oler". Sin embargo, es tal el engolosinamiento presupuestal de los panistas que les vale un comino la doctrina, principios y tradición opositora. Y basta una visita de cortesía por parte de Malova para que se sientan tocados por la divinidad. Mientras tanto, el PRI, rehaciéndose y reacomodándose hasta hace parecer a Cenovio Ruiz como demócrata y a Luis Antonio Cárdenas como un gran "ideólogo y jurista".
¡Hágame usted el favor! A ese paso, en 2012 les repiten "el ochito" con todo y las promesas del Gobernador de que va a jugar para ellos; o ¿será que ya está "jugando" con ellos? Es pregunta.
El poeta y el presidente
Le asistirá toda la razón de Estado del mundo al Presidente Felipe Calderón, pero lo cierto es que fue un mal anfitrión en el Diálogo por la Paz realizado ayer en el Castillo de Chapultepec, con los ciudadanos del movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia.
Por usos y costumbres mínimos de urbanidad, sentido común y don de gentes, un buen anfitrión no debe contrariar a sus invitados, menos a voz en cuello y golpeando la mesa.
"Ahí sí, Javier, estás equivocado", le reviró Calderón a Sicilia, cuando éste demandó que deben retraerse las fuerzas del Gobierno que combaten al narcotráfico.
"Y coincido en que debemos pedir perdón por no proteger la vida de las víctimas pero no por haber actuado contra los criminales que están matando a las víctimas, eso definitivamente es un error y en eso, Javier, sí estás equivocado", argumentó el Mandatario.
Se oyó la voz de un poeta gritar...
Sicilia abrió el diálogo con el Presidente y funcionarios del Gabinete pidiendo un minuto de silencio por las víctimas de lo que llamó "guerra sin sentido".
Dijo que estaban ahí para que les hicieran justicia, pero lo que seguramente hizo perder los estribos a Calderón fue la acusación de que el Gobierno federal es el responsable de las más de 40 mil muertes generadas por la guerra contra el narcotráfico.
¿Quién estará en lo cierto, o quién se equivoca, el Presidente o el poeta?
Aun con la gran responsabilidad social e histórica que tiene Calderón, no es lo mismo dar la voz de combate y verlo desde una prudente distancia a través de los binoculares presidenciales, que estar en medio del fuego cruzado sin protección alguna, como Sicilia y la mayoría de los ciudadanos mexicanos.
Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
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