Malecón es columna institucional de esta casa editorial. / malecon@noroeste.com
    Aunque la verdad de las cosas es que el tema ya se radicalizó y se convirtió en una defensa a ultranza de las bandas y la música en la zona turística mazatleca contra empresarios que los ven como si quisieran acabar con un siglo de tradición.
    Desafina el conflicto

    Se veía venir, y la polarización que existe en muchos otros aspectos del País, se reflejó ya en el conflicto en torno a la contaminación auditiva en Mazatlán, que en términos prácticos es el asunto de las bandas en las playas y la música en aurigas y pulmonías.

    Y es que visto de manera fría, pragmática y profesional podemos decir que el problema se llama ruido, no bandas... que el asunto es contaminación auditiva, no eliminación de la música en el puerto mazatleco.

    Aunque la verdad de las cosas es que el tema ya se radicalizó y se convirtió en una defensa a ultranza de las bandas y la música en la zona turística mazatleca contra empresarios que los ven como si quisieran acabar con un siglo de tradición.

    Y aunque la pésima campaña de comunicación del sector empresarios terminó por sabotear su iniciativa, sabemos que no es tan así la cosa, que no es un asunto de ricos contra pobres, de dueños de hoteles contra el pueblo, que la realidad es que es un asunto comunitario que requiere regulación y equilibrio, pero lo cierto es que en lugar de que una negociación fuera acercando a las partes, éstas se fueron distanciando aún más.

    Basta echar un vistazo a las redes sociales para ver cómo, incluso, se acusa a los turistas extranjeros de querer apropiarse de las playas de Mazatlán. Nada más falso.

    En sí, se ha querido hacer de un problema complejo un asunto de dos extremos cuando en realidad no es así, implica varias aristas y lo que más necesita es diálogo y más diálogo, y que cada una de las partes ceda un poco hasta llegar a un punto en que todos ganen o al menos todos no pierdan tanto.

    La marcha de los músicos

    Y efectivamente, el conflicto escaló y del escenario de las redes sociales brincó a la zona turística en vivo y en directo.

    Ayer, durante más de 10 horas la zona turística de Mazatlán vivió un caos musical, ya que decenas de músicos, acompañados de sus familias, amigos, pulmoneros, aurigueros, turistas y locales se unieron para realizar una marcha dizque pacífica, pero con la música sinaloense de viento a todo lo que da.

    El problema ya se veía venir, el clima musical en la ciudad estaba tenso, desde que el pasado miércoles 20 de marzo, empresarios hoteleros y dirigentes musicales tuvieron una reunión en Cabildo, donde los primeros pidieron poner orden y horario hasta las 19:00 horas para que los músicos dejaran de tocar en las playas.

    Mientras tanto los músicos, representados por su líder sindical, estaban de acuerdo en que hubiera regulación, pero que los dejaran tocar en la playa.

    El pasado martes hubo otra reunión en busca ahora de regular el sonido en el transporte público de alquiler. Se reunieron representantes de hoteleros y dirigentes transportistas con el Alcalde Édgar González.

    Pero todo estalló ayer miércoles al medio día. Decenas de integrantes de agrupaciones sinaloenses se unieron en la esfera metálica frente al Valentino, y se pusieron a tocar canciones de música de viento, prendiendo el baile entre los turistas y locales, quienes disfrutaron de la música.

    Luego de una hora de baile donde tocaron “El Sinaloense”, “El Corrido de Mazatlán”, “El Muchacho Alegre”, los músicos iniciaron una marcha por la Avenida del Mar hacia el norte, pasando por varios hoteles y negocios, provocando el aplauso de turistas y locales, de trabajadores de la hotelería y de otros comercios.

    Tras varios kilómetros caminando y tocando, los músicos se pararon pasando el crucero con la Avenida Gaviotas, ahí todo mundo empezó de nuevo a bailar, pero llegó la Policía, encabezada por su titular y se armó el primero de tres enfrentamientos que hubo con los manifestantes.

    En cada metro que avanzaban los músicos, más personas se sumaban a la marcha.

    Luego de avanzar más kilómetros, los músicos entraron a la playa y salieron para llegar al frente del hotel Pueblo Bonito, donde iniciaron con la canción “Sacaremos a ese buey de la barranca”, y pedían que hiciera presencia el empresario hotelero Ernesto Coppel y el Alcalde.

    Y mientras la zona turística seguía afectada por la manifestación, pues por supuesto que se ahorcó la de por sí congestionada vialidad de la Avenida Camarón Sábalo, el Alcalde de Mazatlán lucía por su ausencia.

    Tras más de dos horas tocando afuera del Pueblo Bonito y tras un segundo altercado con la Policía, los músicos decidieron regresar al punto de inicio y se enfilaron caminando hacia la esfera metálica; seguida la marcha musical por decenas de vehículos y patrullas.

    Al llegar frente a Valentino otra vez, los músicos nuevamente tocaron sus instrumentos y más personas se sumaron.

    El caos vial se hizo presente, los elementos de tránsito desviaron la circulación hacia Lomas de Mazatlán en la Camarón Sábalo, a la altura del semáforo de la Insurgentes y la Avenida del Mar también se congestionó, al igual que en la Rafael Buelna y la Avenida Reforma.

    Aún anoche, alrededor de las 22:30 horas, la manifestación seguía, pero ya con menos músicos, aunque sí seguían tocando.

    Todo el caos que vivió la zona turística durante casi todo el día, pero el Alcalde no aparecía.

    Andaba enchilado el Secretario de Seguridad de Mazatlán

    El que sí se presentó al lugar y muy bravo fue el Secretario de Seguridad Pública, Jaime Othoniel Barrón Valdez, quien acompañado por alrededor de 15 elementos policiacos se acercó a los músicos para dialogar, pero mostró muy poca capacidad de eso, y encaró a los músicos diciéndoles que no podían bloquear, y a su vez ordenó la detención de uno de los músicos a quien tomaron por el cuello con fuerza. Pero no contaban con que los músicos iban a reaccionar y rescatar a su compañero.

    Uno de los policías hasta sacó, en una imprudencia enorme, su arma. Fue en ese momento en que los manifestantes se lanzaron contra los policías y a empujones, golpes y jaloneos les quitaron al detenido. Luego se lanzaron todo tipo de objetos.

    Tras el altercado, los manifestantes siguieron su marcha hacia el norte, su objetivo era el Hotel Pueblo Bonito, como ya mencionamos. Para llegar a él bajaron al área de playa y luego regresaron a la Camarón Sábalo y se apostaron frente al hotel, pero ahí el Secretario de Seguridad Pública se encaró por segunda vez con los manifestantes.

    Tras empujones y gritos, Barrón Valdez de nuevo no logró convencer a los manifestantes, quienes seguían tocando corridos afuera del hotel.

    El tercer enfrentamiento de policías se realizó cuando los manifestantes regresaron a la esfera metálica del Valentino y tocaron mientras turistas y locales bailaban en plena glorieta vial.

    Al cierre de esta columna, los policías mantenían estacionadas varias patrullas junto a los manifestantes.

    Rompieron los acuerdos

    Ya entrada la noche, apareció por fin el Alcalde para aclarar que todas la bandas pueden tocar en la playa, siempre y cuando se registren y respeten el horario hasta las 7 pm. Después de eso pueden acudir a la Glorieta Sánchez Taboada y seguirle hasta la medianoche.

    Acusó también a los empresarios de romper los acuerdos conseguidos con la difusión de sus videos testimoniales.

    Pero a juzgar por lo que vimos y oímos de uno de los líderes de los manifestantes, ellos quieren que sea como “antes”: sin registro, sin pagar permiso y hasta que les amanezca donde sea. Pero Mazatlán ya no es el de antes y pues así, sin ordenamiento alguno, no se puede.

    Por cierto, dicen por ahí que quien estuvo detrás de la manifestación para sacar raja es un empresario (también hotelero) que quiere ser Alcalde.

    Desafina el conflicto

    Se veía venir, y la polarización que existe en muchos otros aspectos del País, se reflejó ya en el conflicto en torno a la contaminación auditiva en Mazatlán, que en términos prácticos es el asunto de las bandas en las playas y la música en aurigas y pulmonías.

    Y es que visto de manera fría, pragmática y profesional podemos decir que el problema se llama ruido, no bandas... que el asunto es contaminación auditiva, no eliminación de la música en el puerto mazatleco.

    Aunque la verdad de las cosas es que el tema ya se radicalizó y se convirtió en una defensa a ultranza de las bandas y la música en la zona turística mazatleca contra empresarios que los ven como si quisieran acabar con un siglo de tradición.

    Y aunque la pésima campaña de comunicación del sector empresarios terminó por sabotear su iniciativa, sabemos que no es tan así la cosa, que no es un asunto de ricos contra pobres, de dueños de hoteles contra el pueblo, que la realidad es que es un asunto comunitario que requiere regulación y equilibrio, pero lo cierto es que en lugar de que una negociación fuera acercando a las partes, éstas se fueron distanciando aún más.

    Basta echar un vistazo a las redes sociales para ver cómo, incluso, se acusa a los turistas extranjeros de querer apropiarse de las playas de Mazatlán. Nada más falso.

    En sí, se ha querido hacer de un problema complejo un asunto de dos extremos cuando en realidad no es así, implica varias aristas y lo que más necesita es diálogo y más diálogo, y que cada una de las partes ceda un poco hasta llegar a un punto en que todos ganen o al menos todos no pierdan tanto.

    La marcha de los músicos

    Y efectivamente, el conflicto escaló y del escenario de las redes sociales brincó a la zona turística en vivo y en directo.

    Ayer, durante más de 10 horas la zona turística de Mazatlán vivió un caos musical, ya que decenas de músicos, acompañados de sus familias, amigos, pulmoneros, aurigueros, turistas y locales se unieron para realizar una marcha dizque pacífica, pero con la música sinaloense de viento a todo lo que da.

    El problema ya se veía venir, el clima musical en la ciudad estaba tenso, desde que el pasado miércoles 20 de marzo, empresarios hoteleros y dirigentes musicales tuvieron una reunión en Cabildo, donde los primeros pidieron poner orden y horario hasta las 19:00 horas para que los músicos dejaran de tocar en las playas.

    Mientras tanto los músicos, representados por su líder sindical, estaban de acuerdo en que hubiera regulación, pero que los dejaran tocar en la playa.

    El pasado martes hubo otra reunión en busca ahora de regular el sonido en el transporte público de alquiler. Se reunieron representantes de hoteleros y dirigentes transportistas con el Alcalde Édgar González.

    Pero todo estalló ayer miércoles al medio día. Decenas de integrantes de agrupaciones sinaloenses se unieron en la esfera metálica frente al Valentino, y se pusieron a tocar canciones de música de viento, prendiendo el baile entre los turistas y locales, quienes disfrutaron de la música.

    Luego de una hora de baile donde tocaron “El Sinaloense”, “El Corrido de Mazatlán”, “El Muchacho Alegre”, los músicos iniciaron una marcha por la Avenida del Mar hacia el norte, pasando por varios hoteles y negocios, provocando el aplauso de turistas y locales, de trabajadores de la hotelería y de otros comercios.

    Tras varios kilómetros caminando y tocando, los músicos se pararon pasando el crucero con la Avenida Gaviotas, ahí todo mundo empezó de nuevo a bailar, pero llegó la Policía, encabezada por su titular y se armó el primero de tres enfrentamientos que hubo con los manifestantes.

    En cada metro que avanzaban los músicos, más personas se sumaban a la marcha.

    Luego de avanzar más kilómetros, los músicos entraron a la playa y salieron para llegar al frente del hotel Pueblo Bonito, donde iniciaron con la canción “Sacaremos a ese buey de la barranca”, y pedían que hiciera presencia el empresario hotelero Ernesto Coppel y el Alcalde.

    Y mientras la zona turística seguía afectada por la manifestación, pues por supuesto que se ahorcó la de por sí congestionada vialidad de la Avenida Camarón Sábalo, el Alcalde de Mazatlán lucía por su ausencia.

    Tras más de dos horas tocando afuera del Pueblo Bonito y tras un segundo altercado con la Policía, los músicos decidieron regresar al punto de inicio y se enfilaron caminando hacia la esfera metálica; seguida la marcha musical por decenas de vehículos y patrullas.

    Al llegar frente a Valentino otra vez, los músicos nuevamente tocaron sus instrumentos y más personas se sumaron.

    El caos vial se hizo presente, los elementos de tránsito desviaron la circulación hacia Lomas de Mazatlán en la Camarón Sábalo, a la altura del semáforo de la Insurgentes y la Avenida del Mar también se congestionó, al igual que en la Rafael Buelna y la Avenida Reforma.

    Aún anoche, alrededor de las 22:30 horas, la manifestación seguía, pero ya con menos músicos, aunque sí seguían tocando.

    Todo el caos que vivió la zona turística durante casi todo el día, pero el Alcalde no aparecía.

    Andaba enchilado el Secretario de Seguridad de Mazatlán

    El que sí se presentó al lugar y muy bravo fue el Secretario de Seguridad Pública, Jaime Othoniel Barrón Valdez, quien acompañado por alrededor de 15 elementos policiacos se acercó a los músicos para dialogar, pero mostró muy poca capacidad de eso, y encaró a los músicos diciéndoles que no podían bloquear, y a su vez ordenó la detención de uno de los músicos a quien tomaron por el cuello con fuerza. Pero no contaban con que los músicos iban a reaccionar y rescatar a su compañero.

    Uno de los policías hasta sacó, en una imprudencia enorme, su arma. Fue en ese momento en que los manifestantes se lanzaron contra los policías y a empujones, golpes y jaloneos les quitaron al detenido. Luego se lanzaron todo tipo de objetos.

    Tras el altercado, los manifestantes siguieron su marcha hacia el norte, su objetivo era el Hotel Pueblo Bonito, como ya mencionamos. Para llegar a él bajaron al área de playa y luego regresaron a la Camarón Sábalo y se apostaron frente al hotel, pero ahí el Secretario de Seguridad Pública se encaró por segunda vez con los manifestantes.

    Tras empujones y gritos, Barrón Valdez de nuevo no logró convencer a los manifestantes, quienes seguían tocando corridos afuera del hotel.

    El tercer enfrentamiento de policías se realizó cuando los manifestantes regresaron a la esfera metálica del Valentino y tocaron mientras turistas y locales bailaban en plena glorieta vial.

    Al cierre de esta columna, los policías mantenían estacionadas varias patrullas junto a los manifestantes.

    Rompieron los acuerdos

    Ya entrada la noche, apareció por fin el Alcalde para aclarar que todas la bandas pueden tocar en la playa, siempre y cuando se registren y respeten el horario hasta las 7 pm. Después de eso pueden acudir a la Glorieta Sánchez Taboada y seguirle hasta la medianoche.

    Acusó también a los empresarios de romper los acuerdos conseguidos con la difusión de sus videos testimoniales.

    Pero a juzgar por lo que vimos y oímos de uno de los líderes de los manifestantes, ellos quieren que sea como “antes”: sin registro, sin pagar permiso y hasta que les amanezca donde sea. Pero Mazatlán ya no es el de antes y pues así, sin ordenamiento alguno, no se puede.

    Por cierto, dicen por ahí que quien estuvo detrás de la manifestación para sacar raja es un empresario (también hotelero) que quiere ser Alcalde.

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