"La nueva era de la Guardia Nacional"

  
La marcha contra AMLO
Mucho ruido y pocas nueces, dirían los clásicos, pero esa fue la sensación con la marcha nacional convocada para protestar contra el actual  Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, su estilo de gobernar y sus programas de Gobierno.
En  Sinaloa, se sumaron a las marchas  Culiacán, Mazatlán y Ahome, con resultados disparejos en cuanto a convocatoria, en el puerto, por ejemplo, protestaron alrededor de  40 personas.
Entre otros señalamientos, criticaron a López Obrador por repartir dinero a quienes no trabajan y ayudar a los inmigrantes, pues primero se debe empezar por elevar la calidad de vida de los mexicanos.
En  Ahome, sólo unas 50 personas respondieron a la convocatoria para participar en la llamada  ‘Marcha del Primer Aniversario del Error Electoral’, convocada a nivel nacional por organizaciones como  “Chalecos México” y el  “Congreso Nacional Ciudadano”.
En  Culiacán, la manifestación fue más numerosa, un  poco más de 200 ciudadanos según cálculos periodísticos, la constante fue el porqué AMLO regalaba dinero, las becas a ninis, y que la cosa va hacia al “venezuelazo”, o sea el escenario de una crisis total.
Llama la atención que a pesar del calorón en la capital sinaloense se manifestaron mucha gente de la tercera edad, que quizás cualquiera creyera que ha sido el sector más beneficiado con los apoyos a adultos mayores.
En fin, hubo consignas fuertes, aunque algunas sí originaron risas como la señora en Culiacán que exclamó “Yo lo mato”.
En  Mazatlán otra expresó:  “Que se largue a fastidiar a ver a quién; no ha hecho más que repartir dinero donde no debe, meter a una bola de inmigrantes; yo creo que la caridad empieza por casa”.
Y el grito que pedía su renuncia que se escuchó a todo lo largo y ancho del país.
Sí, seguramente, el Presidente va a anunciar su renuncia en la mañanera de hoy, después de los años que se pasó esperando la oportunidad de colgarse la banda presidencial.

Temporada de PAN
Lo mejor que le puede pasar a una partido como  Acción Nacional es iniciar sus procesos internos, que le permiten renovar sus dirigencias, pero al mismo tiempo recobrar su vida democrática y tratar de curar el desastre en el que está metido.
El  PAN fue un partido modelo mientras se mantuvo en los terrenos de la oposición, sus asambleas y convenciones fueron, en un tiempo, los espacios democráticos de un País “tomado” por el  PRI.
Pero llegaron al poder y no pudieron salir limpios del pantano, más bien fue al revés, salieron destruidos de su paso por el gobierno.
Y no crean que ese fenómeno fue privativo de Sinaloa, no, los comités estatales y municipales del PAN fueron cayendo como fichas de dominó en todo el País, arrasados por la ambición y la corrupción que emanaba de los gobiernos en los que participaban.
El proceso de destrucción fue similar en casi todo México, en cuanto el partido tenía alguna posibilidad de ganar, o en cuanto ganaba un espacio de poder, inmediatamente era invadido por políticos profesionales o políticos ambiciosos que afiliaban a decenas de personas, para así manipular los resultados de los procesos internos. 
La gran debilidad de la democracia es la misma democracia, así que los comités eran reventados desde dentro, y los panistas tradicionales veían cómo les arrebataban el partido en sus propias narices.
Muchos de los panistas originales se fueron a sus casas, mientras otros simplemente se quedaron viendo, soñando con el regreso a los orígenes, cuando llevaban a sus niños a participar en las fiestas democráticas internas.
El problema es que la cura no es fácil, los comités del PAN siguen inflados por “polizontes políticos” y sólo sabremos si los comités han sido “purgados” después de cada elección.
Por lo pronto, en Sinaloa se enfrentan las dos visiones, los recién llegados, los políticos profesionales y ambiciosos contra los panistas tradicionales, vamos a ver si ya comenzó la limpia o si el PAN está destinado a consumirse en sus pleitos internos.

 

...Y de huracanes
Comenzaron las tormentas en el  Océano Pacífico y con ello el temor de miles de personas a perder lo poco que tiene.
Hace unos años, la temporada de lluvias se veía como una bendición para muchos, el agua era fuente de vida, pero desde que apareció el cambio climático en nuestras vidas las cosas se pudieron realmente mal.
Hoy cualquier tormenta, no se diga huracán, provoca un sentimiento de pérdida y preocupación que de poco o nada sirve todo el aparato de  Protección Civil que hemos creado para prevenirlos.
Por lo pronto, la  Tormenta Bárbara ya recorre la zona sur de nuestro  Pacífico, ya es la segunda de la temporada y apenas vamos comenzando.
Póngase en modo preventivo y que no lo agarre mal parado la tormenta.