Ayer se reveló que en la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Badiraguato sí se permitirá la presencia de los medios de comunicación y probablemente se permita la presencia del público durante la visita.

Esta información la difundió la oficina de Presidencia, después de que la posibilidad de que el evento fuera en lo oscurito, con el pretexto de la pandemia, y que se negara el acceso a la prensa, provocó una ola de críticas en todo el País.

Habrá que estar pendientes del Presidente, pues la última vez que estuvo en Badiraguato circuló un video en el que saludaba a la mamá del capo sinaloense, Joaquín “El Chapo” Guzmán, a ver si ahora nos sale con otra joyita como esa.

Y con aquello que anda muy cómodo sin cubrebocas ni cuidados sanitarios, no se puede esperar más que aglomeraciones y faltas a la prudencia en plena pandemia.

Y claro, quizás se tope con un “sospechoso” juego de beisbol y se eche unos batazos de baño de pueblo.

Y ya en serio, lo bueno de la visita del Presidente es que la carretera de Badiraguato a Guadalupe y Calvo, unirá por fin a Sinaloa y Chihuahua.

El proyecto no es cualquier cosa. La construcción de la carretera se realiza en uno de los lugares más agrestes de la orografía mexicana, lo que cambiará para siempre la vida de miles de personas que transitan por la zona.

Además, la nueva vía facilitará el movimiento de efectivos del Ejército, un viejo sueño de las fuerzas castrenses que vigilan el famoso “triángulo dorado”.

Se espera que en esta visita presidencial, los dos gobernadores de Sinaloa, el actual y el electo formen parte de la comitiva que recibirá y acompañará a Andrés Manuel López Obrador.

Será interesante ver a los dos mandatarios acompañando unidos por un mismo proyecto: a Quirino Ordaz Coppel le tocó iniciar una obra que parecía imposible, por las dificultades técnicas y la cantidad de dinero que necesita.

Mientras que a Rubén Rocha Moya le tocaría terminarla, siempre y cuando el Presidente continúe apoyándola, porque esta obra es de esas que sin los recursos de la federación, simplemente son imposibles llevarlas a buen término.

Y la verdad es que nadie mejor que Rocha Moya, oriundo de la región para que luche por terminarla y se la entregue a sus paisanos.

Como se lo temían las organizaciones protectoras de animales en Sinaloa, llegó un grupo de fuera del estado a intentar cambiar la legislación de la entidad, defendiendo la tauromaquia y exponiendo a las y los diputados sinaloenses la importancia de la actividad en sus estados.

En Sinaloa sólo un mazatleco defendió las corridas de toros, señalando que se siguen realizando en eventos pequeños de municipios del sur, pero que al final de cuentas existen, y reprochó a las y los legisladores que desconocieran este hecho y no se les tomara en cuenta.

También dijo que en cada evento de la plaza de toros de Mazatlán, se generaban alrededor de 300 empleos. Se entiende, pues es lo mismo que cuando hay un concierto o un evento deportivo, no falta quién venda agua o algo más, empleos de un día, que no generan mayor impacto.

Al parecer, el Congreso de Sinaloa no dará su brazo a torcer a las observaciones del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, pero seguramente tampoco será una batalla fácil y sólo se estarán rebotando de un lado a otro las reformas.

Quienes la llevan de perder son los animales domésticos, como perros y gatos, que al no entrar en vigor las reformas, no hay una actualización en el Código Penal para castigar a quienes los agredan, como sucede seguido en Sinaloa.

Y si tiene mala memoria, basta con recordar los casos de los perritos, Romeo y Rodolfo Corazón, dos ejemplos que todavía parten el corazón de cualquiera.

Se pone color de hormiga el asunto de la pandemia. De por sí, los números en Sinaloa son para aterrorizar a cualquiera.

Ayer se registraron 35 muertos en Sinaloa, y si revisamos a nivel nacional, la cosa se pone peor, ayer ocurrieron 537 nuevos decesos en todo México.

El país ayer registró el mayor aumento de contagios en la tercera ola de Covid-19, con más de 19 mil 28 casos.

Se han confirmado 2 millones 790 mil 874 contagios desde el inicio de la pandemia, con un estimado de 117 mil 368 casos activos.

El asunto es que las autoridades federales continúan minimizando la crisis sanitaria, como si se fuera a terminar al no ponerle atención.

No hay día en que no conozcamos el deceso de alguien conocido, amén de los que nos toca tener de cerca, casos de muertes de amigos o familiares.

El martes conocimos el caso del “Payaso Huesitos”, en Culiacán, que perdió la batalla contra el Covid-19.

Ayer, supimos del deceso de la reconocida oftalmóloga Alicia Daysi Castro Romo, quien falleció a causa de la pandemia, una muerte muy comentada en las redes sociales.

Muertes que lamentamos mucho como la del meteorólogo sinaloense Manuel de Jesús Ortiz Acosta, quien falleció ayer por complicaciones derivadas del coronavirus.

Ortiz Acosta fue maestro en la Escuela de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y antes de pertenecer a la Caades trabajó en la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.

“Este día lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestro gran amigo y compañero el Ing. Manuel de Jesús Ortiz Acosta. Quien por más de 40 años dedicó su vida a estudiar los fenómenos climáticos y al mismo tiempo a informar en tiempo real los pronósticos del tiempo. Descanse en paz.”, compartió la Caades en sus redes sociales.

Para Noroeste era una fuente obligada sobre los temas del clima y los fenómenos naturales, siempre con su gran disposición para apoyarnos.

Descansen en paz, desde este espacio nuestra solidaridad para sus familias.