Patria herida
El llamado del Ejército Mexicano a cerrar filas contra la delincuencia organizada durante la ceremonia del 5 de mayo contrasta con la realidad vivida este mismo día en Sinaloa, donde se reportaron enfrentamientos armados, bloqueos y balaceras en al menos siete municipios.
El evento conmemorativo, realizado en la Novena Zona Militar de Culiacán, reunió a autoridades estatales y municipales que escucharon el llamado castrense a actuar en conjunto contra el crimen. Sin embargo, ese mismo lunes, en Mocorito, Guamúchil, Navolato, Culiacán, Guasave, Badiraguato y Angostura fueron escenario de hechos violentos que paralizaron actividades y dejaron víctimas, viviendas baleadas y vehículos asegurados.
Resulta inevitable señalar la distancia entre el discurso y la respuesta concreta del Estado. Las declaraciones institucionales perdieron su fuerza por un control disputado por grupos armados.
Esta vez, y como muchas otras veces, la narrativa oficial quedó atrapada en los símbolos, mientras la violencia avanzó en los hechos.
La batalla por Villa Juárez
Circula en redes sociales y mensajes y los hechos recientes lo confirman: hay una clara batalla entre las facciones criminales por el control del territorio de Villa Juárez, en Navolato. Esa comunidad que concentra a miles de trabajadores agrícolas y en las que se mueve mucha gente, carros y dinero.
No se necesita ser brujo ni físico cuántico para saber por qué Villa Juárez es tan relevante para cada una de las facciones, pero parece que todos lo entendemos menos las autoridades que no terminan de tener una presencia permanente y más intensa en esa zona que es el punto neurálgico del valle agrícola de Culiacán y de la que dependen económicamente miles de personas.
Desde octubre del 2024 los hallazgos de cuerpos, los enfrentamientos, las balaceras y hasta el uso de explosivos lanzados con drones son el pan de cada día en los campos agrícolas y las comunidades de esa frontera entre los municipios de Culiacán y Navolato.
Hasta la hora de la noche en que esta columna se escribe, tenemos reportes y videos de una nueva balacera en esa comunidad.
A ver si no sale mañana el Gobierno a decir que no era cierto o que no encontraron nada. O reporten tres días después, cuando ya se ha diluido la atención de la gente y estemos concentrados en la nueva masacre, que siempre sí hubo víctimas y que las agregaron al informe.
Cortar listones para combatir la violencia
Al tiempo que la violencia se recrudece en el sur-sur de Sinaloa, es decir en Teacapán, El Palmito del Verde y Cristo Rey, en Escuinapa, las autoridades inauguraron una nueva base de la Guardia Nacional con capacidad para 120 elementos en ese municipio.
Daría risa si no fuera tan triste porque, mientras que el Ayuntamiento de Escuinapa tiene que anunciar la suspensión de clases para hoy martes 6 de mayo debido a la inseguridad y su incapacidad para garantizar la seguridad de sus habitantes, a los funcionarios se les ve felices cortando listones que nomás sirven para la foto.
Se le fregó la rodilla
Gerardo Vargas Landeros, el hombre fuerte del norte, le sacó a presentarse ante un juez y enfrentar a los medios de comunicación en la primera audiencia por el caso de presunto manejo irregular de recursos públicos por un arrendamiento sin licitar de patrullas.
El desaforado Alcalde de Ahome que gusta de decir que le tienen miedo no se presentó, y justificó su ausencia debido a una supuesto esguince. O como dicen ahora los plebes, se le fregó la rodilla.
También Genaro García Castro, Diputado desaforado, presentó justificante médico.
Ya les va a gustar a los funcionarios que encaren procesos penales alegar que están enfermos para no acudir y hacer más largos los procesos de búsqueda de justicia, pues no hay forma en la que los jueces comprueben si están realmente enfermos. No cabe duda que los funcionarios uaseños dejaron escuela.
En la audiencia, que corrió con la ausencia de varios implicados, se reveló que la Fiscalía General de Estado no pudo localizar a tres de los acusados.
Judith Elena Luna Castro, Regidora; Gerardo Iván Hervás Quindos, Director de Administración; y Antonio Humberto Vega Arellano, Tesorero Municipal, no fueron notificados por la Fiscalía pues resulta que no los encontraron en sus casas.
En todos los casos la historia fue diferente, pues en el caso de Judith Elena Luna, una mujer que vive en el domicilio de la implicada dijo que no la conoce; mientras que con Iván Hervás Quindos, el guardia del complejo residencial dijo que tiene rato sin vivir ahí; y Humberto Vega Arellano movió unos muebles hace día y capaz que se mudó.
Lo que sí es que es una estrategia muy eficaz por parte de los involucrados esconderse para no ser citados, y muy incompetentes las autoridades de la FGE como para no poderlos localizar. No, pues qué esperanza con aquellos más difíciles de hallar.