Un feminicidio más tuvo lugar en Sinaloa, una niña de apenas 13 años de edad, Valentina. Una niña con toda la vida por delante, “buena niña” dijo su abuela, quien exigió justicia.

El asesinato de Valentina tiene todos los agravantes de un mal que nadie atina a contener: no solo era una niña, no solo fue asesinada, también fue abusada sexualmente y lo peor, el presunto culpable es un familiar, su padrastro.

En Sinaloa a las mujeres se les asesina cada vez con más saña, al interior de sus hogares, de cortas edades y todo termina en un cuello de botella en la Fiscalía General del Estado de Sinaloa cuando se realizan las investigaciones, en realidad la justicia se estanca y no hay hombres tras las rejas.

No se ha terminado de entender que no se trata atender las consecuencias solamente, sino las causas desde el inicio, que no haya una sola mujer víctima de ninguna de las violencias que en Sinaloa han ido a la alza como la sexual y la familiar, que anteceden a los feminicidios.

Hay que dejar el discurso del activismo, de exigir que se hagan cosas, de pedir a las autoridades, de salir a alzar la voz.

Hay que actuar, trabajar y dar resultados. Urge una política agresiva, funcionarios con el poder necesario para cambiar las cosas, recursos para que los discursos se conviertan en realidad.

Lo hemos dicho en este espacio, cada vez son más los feminicidios y los perpetran de la manera más cruenta.

En la conferencia Semanera, el Gobernador Rubén Rocha Moya dijo que la investigación sobre el asesinato de la niña de 13 años, en Mazatlán, registrado este domingo, está avanzada.

Lo que necesitamos, y lo necesitamos ya, es que no vuelvan a ocurrir estas cosas, que los sinaloenses entiendan que cometer un homicidio de este calibre será castigado de manera firme y que no tendrán posibilidades de escapar de la justicia.

Esperemos que en verdad el culpable sea castigado.

Como reguero de pólvora, el domingo circuló la noticia de que el Diputado local Adolfo Beltrán había sido privado de su libertad y después liberado, hecho que se dio en el marco de las elecciones por la nueva dirigencia estatal del PAN.

Fue el líder del PAN, Juan Carlos Estrada Vega, quien señaló que había sido gente armada que habían violentado a varios panistas, amenazándolos, y dijo tener sospechas de que los ataques provenían del Gobierno del Estado.

El panista sugirió que estos hechos violentos fueron orquestados desde el Tercer Piso, por gente allegada al Gobernador, en un presunto intento por apoderarse del partido. No se ría, estimado lector, así lo dijo el dirigente albiazul.

Ningún tipo de violencia se justifica, pero en un partido donde a nivel estatal no le alcanza aún para sacar la mano del hoyo donde ha caído, era ya por demás extraño que se diera un hecho violento de esa envergadura.

Desde ayer, las autoridades del partido no han salido a compartir más información y el legislador albiazul no ha dado entrevistas, solo posteó en sus redes que, afortunadamente, estaba sano y salvo.

El que sí habló fue el Gobernador, Rubén Rocha Moya, quien en la Semanera se deslindó de cualquier hecho que tenga que ver con la elección del PAN.

Incluso, Rocha fue más lejos y afirmó que el Diputado, Adolfo Beltrán, nunca fue privado de la libertad, que ya había hablado con él

“Él me informa que fueron y que le tumbaron la puerta de su casa, se metieron, le quitaron algunas cosas, se las llevaron y dijeron ‘no queremos que participes en la elección del PAN’”, según señaló el Gobernador.

Siguiendo las declaraciones del Ejecutivo, su gobierno le habría ofrecido una escolta al legislador, pero supuestamente el Diputado la rechazó y sólo aceptó rondines por su domicilio.

Ya podemos dormir tranquilos, los hombres armados no lo “levantaron”, nomás le tumbaron la puerta de su casa, por favor, violencia es violencia, llámenle como quieran.

Por cierto, ayer el Congreso del Estado hizo un llamado a las autoridades para que hagan una investigación, condenó los hechos violentos y exigió justicia.

No fue un incidente menor pero está “raro, así calificó Roxana Rubio, candidata a la dirigencia estatal del PAN, las amenazas de las que fue víctima el Diputado local, Adolfo Beltrán, plagiado durante varias horas el fin de semana.

Además, señaló que el legislador debe hacer la denuncia correspondiente y pidió que dé nombres de quién lo amenazó, en el marco de la elección interna del partido.

Y ya encarrerada, Rubio pidió al Diputado que no ande utilizando al PAN.

El asunto que llama la atención es la reacción de Rubio, quien en lugar de apoyar a su compañero de partido puso en duda que realmente le haya pasado algo.

Tácitamente dijo lo que no dijo, que no estaba muy segura de que realmente hayan secuestrado unas horas al Diputado, y sugirió que fue una noticia para alarmar a los panistas y desmotivar su presencia en las casillas azules.

Lo dicho, “Pueblo chico, infierno grande”.

Por más que lo grita a los cuatro vientos, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, el Gobierno federal no le hace caso.

Córdova lo ha dicho con todas sus letras, el INE no tiene dinero para hacer la famosa consulta de revocación del mandato, que tanto quiere el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y no tienen dinero porque el Gobierno de AMLO le redujo el presupuesto a mínimos históricos, así que el conflicto sigue creciendo.

Según las cifras de los estadounidenses, el 73 por ciento de los nuevos casos de Covid-19 en su País fueron ocasionados por la nueva variante, Ómicron.

La cepa proveniente de Sudáfrica y presente ya prácticamente en todo el mundo, invade Estados Unidos y seguramente ya tiene una gran presencia en México, pero resulta que aquí nadie la ha detectado.

Como siempre, en eso de la pandemia seguimos atrasadísimos, no se hacen pruebas, nadie investiga y al final todo es puro discurso.