No fue un besamanos, no fue una pléyade de invitados especiales como gobernadores de otros estados, o secretarios del gabinete federal, no, pero sí hubo “aplausómetro” y preguntas que más bien fueron piropos. Obviamente entre el morenismo.
Después de 15 años, aproximadamente, un Jefe del Ejecutivo estatal se presentó en el Congreso local para dar un mensaje sobre su Informe de Gobierno, en este caso fue el primero de Rubén Rocha Moya.
Primero, hay que aclarar que como primer ejercicio, se agradece que fue planteado como un verdadero encuentro de rendición de cuentas y transparencia entre el legislativo y el ejecutivo. Preferimos ese diálogo que la sola entrega del documento o volver a los viejos tiempos. Cumplió en algunos sentidos, pero hay mucho por mejorar.
Primero, el tiempo, sólo en tiempos de José López Portillo un evento de estos había durado tanto. Imagínese, el Gobernador y los diputados tuvieron un encuentro de trabajo de casi 5 horas y media. Un tormento para los invitados especiales, que sí los hubo, entre alcaldes y ex alcaldes, senadores y diputados federales, y hasta un ex Gobernador, que se tuvieron que chutar estoicamente este largo, largo, mensaje. Y no se diga los empresarios que fueron los primeros en empezar abandonar el recinto.
Y es que con el formato diseñado no era para menos: aquello se convirtió en una semanera larga y cansada.
El sentido común dice que lo lógico es que los invitados se chutaran solo el “Informe” y luego el intercambio de preguntas y respuestas se dejara para el Gobernador, los diputados y los medios.
El Gobernador se aventó su mensajote y luego los diputados que tenían dos minutos para hacer un cuestionamiento, perdían uno en halagos hacia el Gobernador. Las preguntas fueron poco retadoras, pero eso no es el culpa del Gobernador ni del formato, sino de los legisladores que prefirieron seguir el guión con sabor a celebración más que a escrutinio.
Rocha Moya. con una gran sonrisa, por cada legislador que hablaba respondía con dos o tres historias más la reflexión y el argumento.
Los diputados de oposición dejaron pasar una oportunidad histórica para sentar un precedente respetuoso pero exigente. Eso sí, todas y todos iban guapísimos.
El líder de la Jucopo y alfil del Gobernador en sus batallas políticas, con un lenguaje muy correcto resumió el tono de la “reunión de trabajo” diciendo:
“La política al mando en el ejercicio del Gobierno de Rubén Rocha Moya es el humanismo solidario, soportado en la política de izquierda, en las tradiciones más profundas del pueblo de México, el amor al prójimo, el amor a los otros, los otros que nos dan plena existencia”.
Ninguna sorpresa para un legislador afín al ejecutivo pero si escucha el sonido de pajaritos cantores, lector, es su yo romántico que este diputado aspirante a senador busca despertar. ¡Que necesidad!
Como no hay mucha gente que aguante una reunión de trabajo de mas de tres horas, las organizaciones y gente del pueblo que estaban en la parte de arriba del Congreso, decidieron irse antes de la primera mitad del evento.
Así, unas tres horas después, el recinto legislativo lucía semivacío y hasta el mismo Gobernador, que tendrá mucha pila, pero al final ya se veía cansadón.
Insistimos, el ejercicio nos parece valioso pero habría que mejorar el formato para que sea más ágil y más efectivo.
No todo fue negativo en este primer “remake” de la presentación de un Informe de manera presencial, pues Rocha Moya desde el principio reafirmó su política y su forma de administrar este estado.
Así qué hay claridad en varios temas: No obras faraónicas, sino obras públicas sociales que de acuerdo a su tipo de pensar son las que más ayudan a la gente.
Austeridad en el gasto público, continuar con la obra social de becas y beneficios para grupos más vulnerables y cuidar mucho el dinero del erario.
También la idea de que el desarrollo del estado no puede salir solo de los programas sociales sino de la inversión.
Lo mejor fue, sin duda, el reconocimiento ecuánime y realista de lo que falta por hacer en materia de seguridad, los logros en homicidios y los pendientes en desaparecidos y violencia doméstica.
Cosas buenas y con cifras al dedillo.
Y ayer vimos, y teníamos mucho tiempo que no lo veíamos, al ex Gobernador Mario López Valdez, mejor conocido como Malova, paseándose por el recinto legislativo y dando opiniones a quien se las pidiera.
Y cómo no iba a venir si su apuesta favorita es que por fin se concrete la planta de amoniaco en Topolobampo, de la cual dijo cosas muy ciertas: con esto del conflicto Rusia-Ucrania, como nunca es necesario echar a andar la planta y reconoció a este gobierno que la esté impulsando con amplitud.
En política recordemos que es de las casi únicas actividades donde el agua si se mezcla con el aceite. Dice Rocha Moya que es por respeto a la diversidad política y hasta una flor le echó al PRI.
Dejémoslo ahí.
Ayer inició el foro “Sinaloa: retos y futuro de una sociedad cambiante” como parte de los festejos del 30 Aniversario del Colegios de Sinaloa.
La inauguración estuvo a cargo del Gobernador Rubén Rocha Moya, quien destacó que el foro puede ayudar a mejorar mucho las cosas, sobre todo ahora que está empezando un nuevo año de gobierno.
Rocha dijo que el primer año es de tiros de calentamiento, estar como los músicos, entonando y ahí se llevan dos, cuatro meses y luego, hay que revisar cuales son las capacidades del Gobierno para responder a tantas necesidades que tiene la sociedad.
Élmer Mendoza Valenzuela, Presidente del Colegio destacó la importancia de colaborar para mejorar la gestión del Gobierno.
Este foro se desarrollará hasta el 25 de noviembre e incluye seis mesas de trabajo con las temáticas de educación, cultura, ciencia, pobreza, desigualdad y empleo, justicia, derechos humanos y seguridad y democracia y gobernabilidad.
No fue un besamanos, no fue una pléyade de invitados especiales como gobernadores de otros estados, o secretarios del gabinete federal, no, pero sí hubo “aplausómetro” y preguntas que más bien fueron piropos. Obviamente entre el morenismo.
Después de 15 años, aproximadamente, un Jefe del Ejecutivo estatal se presentó en el Congreso local para dar un mensaje sobre su Informe de Gobierno, en este caso fue el primero de Rubén Rocha Moya.
Primero, hay que aclarar que como primer ejercicio, se agradece que fue planteado como un verdadero encuentro de rendición de cuentas y transparencia entre el legislativo y el ejecutivo. Preferimos ese diálogo que la sola entrega del documento o volver a los viejos tiempos. Cumplió en algunos sentidos, pero hay mucho por mejorar.
Primero, el tiempo, sólo en tiempos de José López Portillo un evento de estos había durado tanto. Imagínese, el Gobernador y los diputados tuvieron un encuentro de trabajo de casi 5 horas y media. Un tormento para los invitados especiales, que sí los hubo, entre alcaldes y ex alcaldes, senadores y diputados federales, y hasta un ex Gobernador, que se tuvieron que chutar estoicamente este largo, largo, mensaje. Y no se diga los empresarios que fueron los primeros en empezar abandonar el recinto.
Y es que con el formato diseñado no era para menos: aquello se convirtió en una semanera larga y cansada.
El sentido común dice que lo lógico es que los invitados se chutaran solo el “Informe” y luego el intercambio de preguntas y respuestas se dejara para el Gobernador, los diputados y los medios.
El Gobernador se aventó su mensajote y luego los diputados que tenían dos minutos para hacer un cuestionamiento, perdían uno en halagos hacia el Gobernador. Las preguntas fueron poco retadoras, pero eso no es el culpa del Gobernador ni del formato, sino de los legisladores que prefirieron seguir el guión con sabor a celebración más que a escrutinio.
Rocha Moya. con una gran sonrisa, por cada legislador que hablaba respondía con dos o tres historias más la reflexión y el argumento.
Los diputados de oposición dejaron pasar una oportunidad histórica para sentar un precedente respetuoso pero exigente. Eso sí, todas y todos iban guapísimos.
El líder de la Jucopo y alfil del Gobernador en sus batallas políticas, con un lenguaje muy correcto resumió el tono de la “reunión de trabajo” diciendo:
“La política al mando en el ejercicio del Gobierno de Rubén Rocha Moya es el humanismo solidario, soportado en la política de izquierda, en las tradiciones más profundas del pueblo de México, el amor al prójimo, el amor a los otros, los otros que nos dan plena existencia”.
Ninguna sorpresa para un legislador afín al ejecutivo pero si escucha el sonido de pajaritos cantores, lector, es su yo romántico que este diputado aspirante a senador busca despertar. ¡Que necesidad!
Como no hay mucha gente que aguante una reunión de trabajo de mas de tres horas, las organizaciones y gente del pueblo que estaban en la parte de arriba del Congreso, decidieron irse antes de la primera mitad del evento.
Así, unas tres horas después, el recinto legislativo lucía semivacío y hasta el mismo Gobernador, que tendrá mucha pila, pero al final ya se veía cansadón.
Insistimos, el ejercicio nos parece valioso pero habría que mejorar el formato para que sea más ágil y más efectivo.
No todo fue negativo en este primer “remake” de la presentación de un Informe de manera presencial, pues Rocha Moya desde el principio reafirmó su política y su forma de administrar este estado.
Así qué hay claridad en varios temas: No obras faraónicas, sino obras públicas sociales que de acuerdo a su tipo de pensar son las que más ayudan a la gente.
Austeridad en el gasto público, continuar con la obra social de becas y beneficios para grupos más vulnerables y cuidar mucho el dinero del erario.
También la idea de que el desarrollo del estado no puede salir solo de los programas sociales sino de la inversión.
Lo mejor fue, sin duda, el reconocimiento ecuánime y realista de lo que falta por hacer en materia de seguridad, los logros en homicidios y los pendientes en desaparecidos y violencia doméstica.
Cosas buenas y con cifras al dedillo.
Y ayer vimos, y teníamos mucho tiempo que no lo veíamos, al ex Gobernador Mario López Valdez, mejor conocido como Malova, paseándose por el recinto legislativo y dando opiniones a quien se las pidiera.
Y cómo no iba a venir si su apuesta favorita es que por fin se concrete la planta de amoniaco en Topolobampo, de la cual dijo cosas muy ciertas: con esto del conflicto Rusia-Ucrania, como nunca es necesario echar a andar la planta y reconoció a este gobierno que la esté impulsando con amplitud.
En política recordemos que es de las casi únicas actividades donde el agua si se mezcla con el aceite. Dice Rocha Moya que es por respeto a la diversidad política y hasta una flor le echó al PRI.
Dejémoslo ahí.
Ayer inició el foro “Sinaloa: retos y futuro de una sociedad cambiante” como parte de los festejos del 30 Aniversario del Colegio de Sinaloa.
La inauguración estuvo a cargo del Gobernador Rubén Rocha Moya, quien destacó que el foro puede ayudar a mejorar mucho las cosas, sobre todo ahora que está empezando un nuevo año de gobierno.
Rocha Moya dijo que el primer año es de tiros de calentamiento, estar como los músicos, entonando y ahí se llevan dos, cuatro meses y luego, hay que revisar cuales son las capacidades del Gobierno para responder a tantas necesidades que tiene la sociedad.
Élmer Mendoza Valenzuela, Presidente del Colegio de Sinaloa, destacó la importancia de colaborar para mejorar la gestión del Gobierno.
Este foro se desarrollará hasta el 25 de noviembre e incluye seis mesas de trabajo con las temáticas de educación, cultura, ciencia, pobreza, desigualdad y empleo, justicia, derechos humanos y seguridad y democracia y gobernabilidad.