De nuevo, las mujeres tomaron las calles, de nuevo se alzaron los gritos de basta de feminicidios y violencia contra ellas.

Esta semana que pasó fue otra muestra de violencia desatada en contra de las mujeres, arreciaron las muertes, varias mujeres fueron asesinadas por sus parejas, o casos de violencia exacerbada.

Ayer, un nutrido grupo de mujeres y de hombres que salieron a apoyarlas realizaron una marcha por la principal arteria de Culiacán para exigir justicia en el caso de Kenia María, asesinada por su pareja sentimental.

Familiares, amigos, colectivos de búsqueda y ciudadanos, unidos por el mismo sentimiento, rostros desolados, afligidos, inconsolables. Ojos a punto del llanto, silencios incómodos que gritan por justicia a un estado que parece sordo y omiso ante esta ola de violencia.

Y no es por Kenia solamente, es por todas las mujeres violentadas y asesinadas, y también por todas las familias que quedan marcadas de por vida. En este caso el posible homicida ya está en proceso.

“No estamos todas, nos falta Kenia”. “¿Qué queremos, queremos para Kenia, ¡Justicia!”, “¿Cuándo la queremos, ¡Ahora!”. Fueron las consignas en la marcha de ayer.

Pero el dolor cuando se escucha a los familiares nos desnuda el horror de quienes viven de cerca la tragedia.

“Como papá de Kenia yo pido a los medios que me apoyen, que esto no quede impune, porque esto fue algo muy cruel, mi hija estaba muy joven, mi hija tenía futuro, mi hija tenía proyectos y se los terminaron y la persona que se los terminó, los terminó de una manera horrible”, dijo el padre de Kenia.

No hay palabras para responder a algo así.

Que no solo corresponde al Instituto Sinaloense de las Mujeres la prevención de la violencia contra las mujeres y los feminicidios como máxima expresión, es un argumento que dio la directora del instituto, Laura del Carmen González Bon.

También señaló que las mujeres que sufren violencia no se deben de quedar con sus parejas y pidió que denuncien.

Es cierto, pero le falta entender que las mujeres que viven en un círculo de violencia necesitan de un arduo trabajo y una red de apoyo para lograr salir de esos escenarios.

Por muchos años se recriminó a las mujeres, erróneamente, que si eran víctimas de violencia, era por exponerse a esta, sin embargo, hay que entender que si se sigue en la misma narrativa las cosas no van a avanzar, una mujer no sufre violencia por gusto, sino que depende del contexto y la realidad de cada una.

Entendemos que los comentarios de la directora del ISMujeres no fueron mal intencionados, sino que no usó las mejores expresiones para invitar a las mujeres a denunciar y dejar círculos de violencia.

Y tiene razón, la directora, es trabajo de toda una sociedad cambiar siglos de violencia en contra de las mujeres, pero también debe de entender que la pusieron en ese puesto para iniciar un cambio, para liderar una transformación que no vemos por ningún lado.

También es cierto, hacen falta recursos y una convocatoria ciudadana sin precedentes para comenzar a cambiar una realidad que tiene siglos en nuestras tierras, pero por algún lado debe de comenzar y es ese instituto donde debe de comenzar todo.

Parece que el semáforo verde de riesgo epidémico es la esperanza de algunos sectores como el restaurantero y comercio en Sinaloa.

Y es que con los permisos que da éste color en el semáforo epidemiológico se espera que la temporada alta de otoño-invierno permita una recuperación.

Las cámaras que aglutinan a los restauranteros consideran que la mayor movilidad les dará aumento en el flujo económico, pero también están temerosos de otra crisis de salud, o que una cuarta ola les caiga por sorpresa.

Aunque ya muchos de ellos se han sumado a los certificados de confianza, pero sabemos que aunque existan esas medidas, la gente se relaja en los cuidados y prevención contra el Covid.

Así que ojo, como clientes, usuarios y ciudadanía, mucho haremos siguiendo todas las medidas sanitarias y respetando los espacios seguros y las reglas impuestas para cuidarnos.

México lleva varias semanas continuas con una disminución de contagios de coronavirus, por lo que ya siete estados se aprestan para reanudar hoy clases presenciales.

El regreso más amplio se está dando en primarias y secundarías, la mayoría en el sector de educación básica, pero en preparatorias y el nivel superior ya se alistan para el regreso a las aulas.

La Secretaria de Educación Pública federal se ha marcado como objetivo, el mes de noviembre, para que todos los alumnos de educación básica del país regresen a las aulas.

Por ejemplo, en Sinaloa, desde el pasado 2 de septiembre, mil 157 retomaron clases presenciales, a las que este 11 de octubre se sumarán mil 98 planteles educativos, anunció la Secretaría de Educación Pública y Cultura de Sinaloa

Nuevo León, Michoacán, Hidalgo, Nayarit, Baja California y Zacatecas ya anunciaron también el regreso a las aulas.

Ya sabemos que cada entidad determinará la forma en que esta reincorporación presencial tendrá lugar porque cada estado es diferente.

Vaya el comentario de que Sinaloa ha llamado la atención por haber ya experimentado con los Centros Comunitarios de Aprendizaje, los espacios de educación presencial habilitados como una opción para combatir el abandono escolar provocado por la pandemia por coronavirus y las clases a distancia.

El programa muy promovido por el Secretario de Educación, Juan Alfonso Mejía, ha sido verdaderamente un aprendizaje para la vuelta a clases.

La UAS también se ha puesto en la mira nacional al ser la primera universidad en ofrecerse para el regreso a las clases presenciales, así que Sinaloa lidera el movimiento en todos sus niveles.

Esperamos que todo sea con cuidado, con pausa, pero es urgente que los niños, niñas, y jóvenes desarrollen todo su potencial.