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Creíamos haberlo visto todo con el festival de excusas que ponía la pandilla que se cree dueña de la UAS, con las feroces gripes que sufría el desbigotado Rector Jesús Madueña para faltar a sus audiencias, pero hay muchos riesgos a los que no ponemos atención, y deberíamos considerar.
Si no nos creen, pregúntenle al Alcalde desaforado de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, quien continúa convaleciente de una caída que sufrió en el baño de su casa, casualmente a unos días de encarar un proceso penal en su contra por delitos relacionados con corrupción.
Caray, imaginamos que el ángel caído del Ayuntamiento de Ahome debe estar muy agüitado, porque esa lesión se atravesó justo cuando iba a responder al llamado judicial para rendir cuentas por el caso de arrendamiento de 126 patrullas por 171 millones de pesos.
Al pobre Vargas Landeros no le quedó de otra más que continuar con su campaña blanca en redes sociales, posteando diariamente como auténtica figura, pero sin chance de acudir a sus audiencias.
Dijera Omar Geles, los caminos de la vida no son como uno piensa.
Aparte de eso, Vargas Landeros envió al Poder Judicial de Sinaloa un escrito para informar que tampoco pudo ir a la audiencia inicial programada este miércoles, porque se le “reactivó” un malestar intestinal por el cual se operó hace 14 años, y fue reintervenido quirúrgicamente hace cuatro años.Mire que en Sinaloa se han puesto de moda las reactivaciones últimamente, pero resulta muy peculiar una como la que le tocó sufrir a nuestro buen “Gera” Vargas.
Quien parece que no creyó del todo los justificantes del desaforado Alcalde, fue nada menos que el Juez Carlos Alberto Herrera, el sucesor de Adán Alberto Salazar Gastélum como el mayor temor de funcionarios sinaloenses investigados por delitos de corrupción.
De eso sabe bastante la ya mencionada pandilla uaseña, que vio cómo este Juez ordenó la separación del cargo de Jesús Madueña Molina como Rector, e impuso una sanción de 2 millones de pesos cuando a éste último le pareció buena idea desacatar una orden judicial para dar un discurso en el informe de labores de Rectoría.
Volviendo al caso Vargas Landeros, el Juez Carlos Alberto Herrera hasta le planteó a la Fiscalía General del Estado la opción de solicitar una orden de comparecencia o incluso de arresto contra el ex Alcalde, para que alguna corporación de seguridad o ministerial le dé raite hasta los juzgados.
La Fiscalía, con la tibieza característica de su titular Claudia Zulema Sánchez Kondo, optó por solamente pedir una nueva fecha para audiencia, la cual quedó para el 12 de junio a las 11:00 horas.
A ver si el bueno de Gerardo Vargas tiene chance de hallar a un buen traumatólogo y pueda estar en condiciones para presentarse dentro de 15 días a su citatorio.
La Vocería que no fue
Este miércoles, Verona Hernández Valenzuela, la Vocera de Seguridad Pública de Sinaloa, fue cuestionada sobre hechos de seguridad pertinentes a la opinión pública y, como ya es costumbre, se limitó a contestar que esa no es su área y que deberá ser la Fiscalía General de Sinaloa la que declare de temas medulares para la seguridad del estado.
En su rechazo a transparentar información se le salió decir que ella no estaba invitada a la mesa de seguridad que todos los días realiza el Gobierno de Sinaloa, y a la que asisten funcionarios municipales y federales también. De pena ajena admitir que no te dejan sentarte en la mesa de los adultos cuando eres quien da la cara por la toma de decisiones de todo el aparato securitario del estado.
}Hijuela, es que cuando creemos que no pueden tocar más fondo con el pésimo manejo de crisis que tienen salen con eso. Acá la cuestión es ¿de qué sirve una Vocera que está totalmente desinformada y no pertenece al círculo de los que toman determinaciones?
La Vocería debe ser permanente como un ejercicio de transparencia, además de que no le cuesta al Estado como la Semanera del Gobernador Rubén Rocha Moya, pero es imposible que sigan sosteniendo la idea de tener un espacio como este y se dediquen a simular o informar a medias.
En la Vocería no están las personas indicadas para responder ninguna pregunta que se les hace, entonces el ejercicio nada más se vuelve propaganda y no un espacio de transparencia.
Seguramente Feliciano Castro Meléndrez, Secretario General de Gobierno, no lo quiere ver, pero la realidad es que los únicos que defienden la forma de la Vocería son empleados estatales que tienen la orden de hacerlo, basta con echarse un clavado a los comentarios aduladores en las redes sociales gubernamentales escritos por bots, muy malos por cierto.
Buen fondo, pero pésima forma. A ver si a Hernández Valenzuela se le concede un poquito de margen de maniobra. Imagínese que funciona.
¿Corregir la ‘estrategia’? ¡Cómo se nos ocurre!
Otra cosa que de plano no entendemos es por qué cada vez que al Gobierno de Sinaloa o la vocería de seguridad se les cuestiona sobre la prevalencia de homicidios, desapariciones, desplazamiento forzado u otra violencia de alto impacto en el marco de esta guerra, luego luego se indignan y en lugar de hacer un mínimo de autocrítica, lo primero que hacen es insistir en que se trabaja mucho, se detiene gente, se decomisan armas y que “hay resultados”; y que por lo tanto, le van a seguir derecho hasta donde tope.
Pues sí, señores, agarran gente, pero no superan ni el 10 por ciento de los delitos, y ya no hablemos de sentencias, porque la Fiscalía es otro hoyo negro de nuestra vida pública.
Es decir, nadie dice que no se trabaja o se intenta, pero lo que se consigue con lo que hay, que no es otra cosa que un montón de militares, no alcanza hasta ahora para recobrar la tranquilidad, y por lo tanto la movilidad, la confianza, la inversión, la economía y un largo etcétera concatenado.
No lo decimos nosotros porque nos guste ser ave de mal agüero, ahí están las estadísticas que son públicas y que ya enseña que mayo nos saldrá igual de mal que octubre pasado.
Al respecto, la presidentA (también con A), de Coparmex Sinaloa, Martha Reyes Zazueta, dijo ayer en entrevista en el Noticiero A Detalle de Noroeste, conducido por Karen Bravo, una cosa obvia y dolorosa: cuando Karen le preguntó que qué se necesitaba para reactivar la economía, Reyes Zazueta fue contundente: “que se acaben las balaceras”. Y sí, nada más.