Buena está la cosa en esto de la política tan revuelta que ahora resulta que diputados por los que votó el pueblo, y que también votó por el partido del cual eran abanderados ya tienen su propia bancada.

¿Ideologías, lograr una oposición, una verdadera división de poderes, plan de iniciativas que beneficien al pueblo?, pues al diablo todo eso, como dijera en sus calenturas de campaña el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las instituciones de este País.

Ayer, el Congreso del Estado de Sinaloa reconoció al Grupo Plural integrado por diputadas y diputados que informaron su separación del grupo parlamentario al que pertenecían a la Junta de Coordinación Política, y suscribieron un acuerdo para garantizar su participación en los trabajos legislativos.

Y tenía que ser, sin nada que llame la atención sobre su desarrollo legislativo, es el Diputado Adolfo Beltrán Corrales quien representará este llamado Grupo Plural.

La verdad, decir los nombres da penita ajena, pero pues ahí le van: Gloria Himelda Félix Niebla, Celia Jáuregui Ibarra, Ricardo Madrid Pérez, Cinthia Valenzuela Langarica, Feliciano Valle Sandoval y Concepción Zazueta Castro.

Bueno, le daremos el beneficio de la duda a este grupo conformado por los sin partido y los abucheados por los morenistas a los que se sumaron para secundar el proyecto de Claudia Sheinbaum, en uno de los episodios más vergonzosos de la política sinaloense y nacional.

Ahora ellos tendrán que pagar los favores al Gobernador Rubén Rocha, por haberlos metido en el plan de inclusión de Morena (cualquier cosa que quiera decir eso), que con estos plurales tendrá, ahora sí, su mayoría en el Congreso, si ya de por sí, muchos de los diputados parecen sus empleados, no nos imaginamos, lo que el Mandatario con este poder pueda llegar a hacer.

Ya sin más tapujos, el Congreso del Estado realizó su primer nombramiento por demás polémico, pero ya sabemos que el abucheo en el evento de Claudia Sheinbaum no era gratuito: el Diputado Ricardo Madrid Pérez, quien aguantó el rechazo de los de Morena con una sonrisa, ya no estoica, sino heroica, fue designado, más bien ratificado, en el cargo de Presidente de la Mesa Directiva del Legislativo, para lo que será el último estirón de este Poder Legislativo, bueno ya no se puede llamar Poder...

Y mire si la jugada no estuvo buena, Madrid Pérez ocupó la presidencia de la Mesa Directiva en el segundo año legislativo, como representante del PRI, pero como renunció al tricolor y sumarse al Grupo Plural repetirá en su cargo.

Y claro, los pasistas, que según ellos les tocaba la presidencia de la Mesa Directiva, pegaron de gritos señalando que todo fue una simulación porque las fuerzas políticas minoritarias no están representadas.

Pues, en su cara, para no decir más feo.

Paola Gárate Valenzuela, líder del PRI en Sinaloa, se aventó una frase potente, de esas que solo la gente fina, educada y con un gran léxico pudiera formular

Resulta que la priísta tildó de “prostitución política” a aquellos ex priístas que se fueron de su partido y se cambiaron a Morena, al proyecto de Claudia Sheinbaum.

Esas ideas tan pobremente estructuradas y realizadas nada más para denigrar vulgarmente a sus ex compañeros de partido son reflejo de la vida interior del ese instituto político, y su desesperación por intentar agarrar migajas de entre lo peorcito de la política sinaloense de aquí a las elecciones del 2024

No es sorpresa que Gárate Valenzuela saliera con ese discurso barato, dolido, sin propuesta ni convicción a construir un PRI de provecho, pues desde que tomó la silla principal del tricolor en el estado le han huido los simpatizantes y militantes y se ha de sentir hasta mal.

Y lejos de ponerse a trabajar se pone a criticar a los otros partidos, que por cierto ni la topan, mientras que en las instalaciones del PRI Sinaloa se coloca una manta afuera que dice “se recibe fierro viejo”.

Ahora, aunque nos parece muy dramático el término de “prostitución política”, pues tampoco está tan errado, aunque le tenemos noticias, eso ha existido siempre.

Hay que reconocer que este fin de semana se vivió una verdadera fiesta en Culiacán; el Ayuntamiento no escatimó en recursos, pero más que nada en creatividad para hacer de la fiesta por el 492 aniversario de la capital sinaloense.

Hubo misa, pastel, la principal calle de la ciudad convertida en una feria de juegos mecánicos, luces y comida.

Reconocimientos a ciudadanos distinguidos, eventos deportivos, y mucha música.

Bien por todos los que trabajaron en esto.

No podemos dejar de lamentar la violencia que se suscitó el jueves en una clínica del centro de Culiacán y el Hospital General.

El asunto no es nuevo, llega un herido de bala a un nosocomio y luego un grupo de gatilleros llegan a “rematarlo”, esta vez, el número de muertos fue de cuatro, entre ellos un joven médico de la clínica.

Algo está fallando en los protocolos, se supone que al llegar un herido de bala a un nosocomio se tiene que dar parte a las autoridades para poder accionar de inmediato.

Entonces, en la prevención hay que realizar ajustes, y urge, para que lo que pasó no se convierta de nuevo en solo motivo de corridos.