Malecón

MALECÓN
19/06/2025 04:00
    Todo ello debe recaer en la figura del Secretario de Seguridad Pública, Óscar Rentería Schazarino, quien se ha empeñado en hacer de la SSPE una institución sumamente opaca e ineficiente en su forma de comunicar, en un momento donde la ciudadanía exige todo lo contrario.

    Una grosería tras otra

    A estas alturas, señalar que la vocería del Gobierno de Sinaloa es de todo menos un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, pues es como decir que el agua moja, y aún así hallan la manera de superarse.

    De antemano sabemos que la vocera de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, Verona Hernández, poco puede aportar a la hora de esclarecer las acciones del multicitado Grupo Interinstitucional, lo cual es completamente normal porque la naturaleza y el liderazgo del grupo es militar.

    Resulta obvio que una persona formada y con trayectoria en medios de comunicación y comunicación social, no va a aprender de la noche a la mañana a explicar operativos, defender estrategias de seguridad pública y mucho menos tener la jerarquía para defender las acciones de las corporaciones, porque no es un mando.

    Todo ello debe recaer en la figura del Secretario de Seguridad Pública, Óscar Rentería Schazarino, quien se ha empeñado en hacer de la SSPE una institución sumamente opaca e ineficiente en su forma de comunicar, en un momento donde la ciudadanía exige todo lo contrario. Y todo este embrollo va por otros dos resbalones de la vocera de Seguridad Pública, que queda expuesta por la nula disposición del titular.

    La primera fue en justificar que pese a los múltiples aseguramientos y hallazgos que han hecho las autoridades de ponchallantas, y hasta vehículos con instrumentos para arrojarlos, nomás no hay detenidos en flagrancia por arrojarlos o ser hallados por tener estos artefactos, porque son algo así como Speedy González.

    “Han sido unidades que han quedado en estado de abandono, han logrado huir de las autoridades a pie”, señaló la vocera.

    Y su otro tropiezo, que finalmente le salvó el Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, fue que estuvo insistiendo que fueron liberadas tres integrantes de una familia desaparecida en Ayuné, tras un operativo en el sector Los Ángeles.

    Para cuando inició la vocería del Gobierno de Sinaloa, el Gabinete de Seguridad federal ya había informado que liberaron a cinco personas, pero a la vocera solo le imprimieron el boletín del día anterior donde decía tres, y casi cierra la conferencia con una pifia de las gachas.


    Se expresa la Intercamaral

    Por fin, pero necesario, la Intercamaral de Culiacán alzó la voz; bueno, no tanto, sino que sacaron un desplegado exigiendo medidas concretas y enérgicas para detener la escalada de homicidios y robos violentos de vehículos y a comercio; delitos que tienen sumida a la ciudad en el miedo y la parálisis económica.

    Ya era hora que los empresarios organizadas empezaran a apretar el tono pues queda claro que la estrategia de seguridad, por más refuerzos y coordinación que anuncien, no está siendo suficiente.

    No queremos decir que “no se hace nada”, porque caer en ese reduccionismo es negar que hay más de mil presuntos delincuentes detenidos, otros casi 100 abatidos y centenas de vehículos, laboratorios de drogas y armas aseguradas.

    Pero los resultados se miden en función de las necesidades y los números de junio en materia de criminalidad siguen mostrando que todavía la crisis sigue más que vigente y que lo se hace se queda corto.

    Por eso desde este espacio hemos insistido en que, dada la emergencia, está bien que vengan los militares y los federales de Harfuch, pero urge que de verdad el Gobierno del Estado se plantee un proyecto de construcción de Policía estatal así como una verdadera limpieza y reingeniería de la Fiscalía estatal, esa institución “autónoma” tan el ojo del huracán en esta crisis desde el día que mataron a Cuén y su entonces titular Sara Bruna tuvo que apechugar la renuncia.

    En ese mismo sentido se manifestó la presidenta de Coparmex, Martha Reyes, en otro posicionamiento ayer mismo, y no podemos decir más que estamos totalmente de acuerdo con ella. Sabemos que eso no se hace de la noche a la mañana, que se ocupa tiempo y dinero, pero sobre todo voluntad política para empezar lo que ningún gobernador de Sinaloa ha querido hacer hasta ahora: darle al estado la policía que se merece. He ahí la oportunidad del morenista Rubén Rocha de enseñar que es diferente, como tanto pregona su movimiento.


    ¿La nueva Ley de qué?

    Ya nos parecía muy extraño que Morena anduviera invitando con mucha insistencia a una conferencia de prensa para este miércoles por la mañana, y pues nada más con saber que la encargada de dar el anuncio era la Diputada Stephany Rea Reátiga, pues completamos que sí podíamos esperar alguna ocurrencia.

    Y pues no nos equivocamos, pues en medio de la crisis de seguridad, provocada por una lucha interna del Cártel de Sinaloa, que nos deja números récords de muertos, desaparecidos y robos de autos, pues a esta raza les parece pertinente pensar en expedir una “Ley Fílmica” para el Estado.

    “Es una parte que hemos dejado un poco de lado. Fortalecer una industria fílmica es fortalecer la economía y explorar nuevas cosas para el desarrollo de las y los sinaloenses”, dijo la presidenta de la Comisión de Cultura y Artes del Congreso.

    Suena bien bonito, pero a ver, el problema no es la Ley en sí y que se necesite o no, porque todo apoyo y marco legal que permita producir más y mejor arte, en este caso el cine, será siempre bienvenido y lo aplaudiremos.

    En Noroeste incluso hemos incursionado en hacer docuseries gastronómicas y documentales sobre desaparecidos y vaya que sabemos lo difícil que es encontrar eco para sacar adelante estos proyectos que toman mucho tiempo y dinero.

    Lo que nos parece anticlimático, por decir lo menos, es el timing, o sea el momento tan inoportuno que los morenistas eligen para presentar esta ley, cuando hay prioridades tan graves e inmediatas como empujar una iniciativa para que le den un presupuesto extraordinario a seguridad.... Pooor ejemplo. En fin, el horno no está para bollos pero en la mayoría morenista del Congreso se empeñan en no ver la realidad.