Finalmente, las cifras actualizadas de casos de contagios de Covid 19 mostraron el paisaje que nadie quería ver en Sinaloa, el de cientos de casos positivos.

El virus no resultó tan “discreto” como lo había calificado el Secretario de Salud estatal, Efrén Encinas Torres.

En un parpadeo, se dieron a conocer más de mil casos activos, dejando en evidencia que el color verde durante el proceso electoral no era tal, solo una imagen artificial, para que la gente acudiera sin miedo a las urnas.

El problema es que después del desgaste y los sacrificios que se han hecho para sortear la pandemia hacen muy difícil que se pueda regresar a los cierres que implicó el inicio de la pandemia.

El sector económico sinaloense está tan castigado por la pandemia, que difícilmente alguien aceptará un nuevo cierre, además las vacunas se han aplicado a muy pocos, como para pensar en una buena protección de la mayoría en contra del virus.

Esperamos, y tememos la actualización en las cifras de muertos

El alza de contagios y sospechas de Covid-19 es una realidad, si bien, el Gobierno del Estado no ha dejado de hacer eventos públicos con grupos amplios de personas, la actualización realizada por las autoridades de salud estatal apremian a que tome conciencia, pero si no lo hizo durante el confinamiento, difícilmente lo hará ahora.

En el Congreso de Sinaloa regresaron a las sesiones virtuales para evitar que las y los diputados tengan que ir al recinto y se arriesguen a contraer el virus del Covid 19.

La intención es proteger a los diputados y al mismo tiempo no detener la labor legislativa.

Esperemos que al menos en uno de los poderes haya un poco de conciencia, aunque luego no falta a quien no se le activa el sonido al votar o que se le va el internet al momento de participar.

Que no sorprenda que en cualquiera de estos días, como ya pasaron las elecciones, haya también una actualización de defunciones por Covid-19 y que en los municipios que se tuvieron cero sospechosos o personas hospitalizadas, se vea de nuevo una cifra en estos indicadores.

En Culiacán, el Alcalde también se dejó ir de nuevo a favor de las medidas sanitarias, iniciando con revisar que en los camiones urbanos tanto choferes como pasajeros porten correctamente el cubrebocasojalá cualquier día de estos se ilumine y cierre una vez más las calles del centro, de todas maneras ya no hay quien quiera ser candidato a alcalde y haga sus dramas de huelga de hambres.

A la ciudadanía también le tiene que llegar el mensaje, que no por estar vacunados o vacunadas la pueden andar gozando sin acatar las indicaciones sanitarias, pues el bicho todavía puede pegar, ya parece convención de tercera edad en la Plazuela de Culiacán, sin pena ni gloria.

La Coparmex no es santo de la devoción de muchas personas, sobre todo a aquellas allegadas a la 4T donde a nivel nacional, como que tiran mucha crítica en contra de Andrés Manuel López Obrador, por el solo hecho casi casi de que respire.

El tema aquí, es que a nivel estatal, cada confederación se avienta buenas críticas contra los entes gubernamentales de cada entidad, y ayer le tocó sufrir de eso a Quirino Ordaz Coppel.

Guillermo Gastélum Bon Bustamante se le fue duro y a la cabeza del Gobernador, esto por el papel desempeñado del Estado en el caso de Armando Villarreal Ibarra, ex titular de la Secretaría de Administración y Finanzas durante el gobierno de Mario López Valdez.

Al ex funcionario se le perdonaron poco más de 263 millones de pesos desviados, pagando solo la irrisoria cantidad de 2 millones de pesos, en seis pagos mensuales.

La juez que llevó el caso, instó a las autoridades estatales a indagar más a fondo, sin embargo no hubo respuesta positiva de las autoridades estatales, quienes estuvieron de acuerdo con los 2 millones que debía pagar Villarreal.

Bon Bustamante calificó como una ofensa el arreglo y el perdón que le dio el Estado, y volvió a criticar con dureza a organismos anticorrupción como lo es el CPC, la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía General del Estado, ya que no fueron más allá nunca en el caso.

El empresario sostiene que Quirino Ordaz Coppel quedó a deber en la lucha contra la corrupción, y lo dice así de claro, porque el priista se va del Ejecutivo estatal en cuatro meses.

Hubo muchos millones de pesos que quedaron en el limbo en la administración de Malova, y al menos con Quirino no se sabrá que fue de ellos solo se sabrá, que con montos ínfimos a los que desviaron, tanto Armando Villarreal como Ernesto Echeverria Aispuro, en paz descanse, se pudieron librar de llevar penas mucho más serias a las que se preveían, podrían haber pisado la cárcel.