MALECÓN
10/03/2025 04:00
    El hecho de que los policías tengan que pedir refuerzos, acompañamiento en patrullas o armas para su protección fuera de servicio es un indicador de que el sistema está fallando. Las medidas de seguridad no deberían ser una solicitud, sino un estándar mínimo garantizado por las instituciones.
    ¿Seguridad para la seguridad?

    Suena contradictorio que elementos de seguridad soliciten medidas de seguridad, tal como lo ha pedido el colectivo Guerreros Azules para protección de la Policía Municipal de Culiacán, pero creemos que el punto revela que en la ciudad se ha normalizado la precariedad en la que operan los cuerpos policiales.

    En un Estado de derecho funcional, la seguridad de los agentes debería ser una prioridad inherente, no una demanda posterior a tragedias como los asesinatos recientes.

    El hecho de que los policías tengan que pedir refuerzos, acompañamiento en patrullas o armas para su protección fuera de servicio es un indicador de que el sistema está fallando. Las medidas de seguridad no deberían ser una solicitud, sino un estándar mínimo garantizado por las instituciones.

    La falta de patrullas en sindicaturas, la ausencia de refuerzos en momentos críticos y la descoordinación entre corporaciones son fallas estructurales que ponen en riesgo a los agentes, y que debilitan la eficacia de las operaciones de seguridad, de por sí débiles por el déficit de policías municipales.

    Los policías municipales, como Petra Emilia, Joel y Ezequiel, son la primera línea de defensa contra el crimen organizado y la delincuencia común, pero su labor se ha vuelto extremadamente peligrosa debido a la falta de recursos, coordinación y protección adecuada frente a la crisis de seguridad que al parecer no se ha dimensionado.

    El caso de la agente asesinada Petra Emilia es particularmente revelador de las fallas del sistema. No solo fue asesinada, sino también torturada, un hecho que no puede normalizarse ni minimizarse y que definitivamente es un muy doloroso para la imagen de la corporación.

    El mensaje de Rocha y Sheinbaum

    El mensaje de apoyo de Claudia Sheinbaum Pardo al Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, cada vez es más nítido y sin lugar a suposiciones: lo respalda y es de su equipo.

    Tan claro que este domingo 9 de marzo en el mitin del Zócalo de la Ciudad de México en donde se expuso un mensaje sobre las tensiones con Estados Unidos, el equipo de Presidencia sentó al Gobernador en primera fila detrás de Sheinbaum Pardo, en un lugar estratégico para que luciera el Gobernador en un encuadre junto con la Presidenta.

    Este respaldo no sólo resulta conveniente para Rocha Moya, que ha sido cuestionado a nivel nacional sobre su comportamiento político y el manejo de la crisis de seguridad que en Sinaloa ya alcanzó medio año de duración, sino también resulta obligatorio para Sheinbaum Pardo pues envía un mensaje de solidaridad y lealtad en el proyecto de nación que encabeza Morena.

    Esta unión entre todos los engranes morenistas no puede verse trastocada al encontrarse México en el ojo público internacional, derivado de las gestiones con el gobierno de los Estados Unidos. Por ello el esfuerzo de vestir la relación de Sheinbaum y Rocha como una estrecha colaboración y amistad, pero en realidad ninguno de los políticos habían respaldado al otro antes de que Sheinbaum Pardo levantara la mano por la Presidencia.

    La realidad es que la relación que tienen se forjó hace poco, cuando Sheinbaum Pardo quiso ser Presidenta, y el único elemento que los une es el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Incluso, se dice que López Obrador es un factor fundamental para que Morena y Sheinbaum Pardo arroparan a Rocha Moya, pues el Gobernador de Sinaloa ha hecho política en lo local y estuvo muy poco en el Senado como para cimentar una estructura federal por sí solo, por lo que no es lógico pensar que el paracaídas que ahora lo salva es de su propia cosecha.

    Esperemos que la relación cimentada desde una serie de intereses políticos sea útil para los sinaloenses, sobre todo dado el momento tan difícil que estamos pasando en materia de seguridad.

    Los aprontados del
    feminismo

    Ahora resulta que los diputados Serapio Vergas y la doctora Teresa Guerra Ochoa anduvieron muy lurios previo a la marcha del 8 de marzo por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

    Ambos fueron captados previo a la celebración, puesto que llegaron temprano a entregar volantes institucionales.

    Es obvio que no hay un reclamo equivalente entre la doctora, que por su larga trayectoria en el activismo feminista, lo único que podemos señalarle es su intento de institucionalizar el movimiento femeninista.

    En cambio, lo de Serapio en este tema es otra cosa: una lamentable.

    Y es que una y otra vez nos ha demostrado que no es una persona que le entienda a lo progre, y que sus movimientos siempre son para llevar agua a su molino.

    Otra que acudió, aunque sin el afán de darle esa intención, fue la regidora priista Erika Sánchez.

    Y es que hay que entender que este movimiento no es algo de lo que el Gobierno deba intentar apropiarse porque nace justamente por la incapacidad del Gobierno para proteger a nuestras mujeres.

    Y lo otro es porque ni siquiera saben la diferencia entre una conmemoración y un festejo.

    Los burócratas son tan obtusos qué compran flores para regalarle a la empleadas como felicitación al Día de la Mujer.

    Imagínese usted que al Ayuntamiento de Culiacán no se le ocurrió una mejor forma para festejar a las mujeres que organizar una jornada de zumba en el parque acuático.

    ¡Ni hablar!

    ¿Seguridad para la seguridad?

    Suena contradictorio que elementos de seguridad soliciten medidas de seguridad, tal como lo ha pedido el colectivo Guerreros Azules para protección de la Policía Municipal de Culiacán, pero creemos que el punto revela que en la ciudad se ha normalizado la precariedad en la que operan los cuerpos policiales.

    En un Estado de derecho funcional, la seguridad de los agentes debería ser una prioridad inherente, no una demanda posterior a tragedias como los asesinatos recientes.

    El hecho de que los policías tengan que pedir refuerzos, acompañamiento en patrullas o armas para su protección fuera de servicio es un indicador de que el sistema está fallando. Las medidas de seguridad no deberían ser una solicitud, sino un estándar mínimo garantizado por las instituciones.

    La falta de patrullas en sindicaturas, la ausencia de refuerzos en momentos críticos y la descoordinación entre corporaciones son fallas estructurales que ponen en riesgo a los agentes, y que debilitan la eficacia de las operaciones de seguridad, de por sí débiles por el déficit de policías municipales.

    Los policías municipales, como Petra Emilia, Joel y Ezequiel, son la primera línea de defensa contra el crimen organizado y la delincuencia común, pero su labor se ha vuelto extremadamente peligrosa debido a la falta de recursos, coordinación y protección adecuada frente a la crisis de seguridad que al parecer no se ha dimensionado.

    El caso de la agente asesinada Petra Emilia es particularmente revelador de las fallas del sistema. No solo fue asesinada, sino también torturada, un hecho que no puede normalizarse ni minimizarse y que definitivamente es un muy doloroso para la imagen de la corporación.

    El mensaje de Rocha y Sheinbaum

    El mensaje de apoyo de Claudia Sheinbaum Pardo al Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, cada vez es más nítido y sin lugar a suposiciones: lo respalda y es de su equipo.

    Tan claro que este domingo 9 de marzo en el mitin del Zócalo de la Ciudad de México en donde se expuso un mensaje sobre las tensiones con Estados Unidos, el equipo de Presidencia sentó al Gobernador en primera fila detrás de Sheinbaum Pardo, en un lugar estratégico para que luciera el Gobernador en un encuadre junto con la Presidenta.

    Este respaldo no sólo resulta conveniente para Rocha Moya, que ha sido cuestionado a nivel nacional sobre su comportamiento político y el manejo de la crisis de seguridad que en Sinaloa ya alcanzó medio año de duración, sino también resulta obligatorio para Sheinbaum Pardo pues envía un mensaje de solidaridad y lealtad en el proyecto de nación que encabeza Morena.

    Esta unión entre todos los engranes morenistas no puede verse trastocada al encontrarse México en el ojo público internacional, derivado de las gestiones con el gobierno de los Estados Unidos. Por ello el esfuerzo de vestir la relación de Sheinbaum y Rocha como una estrecha colaboración y amistad, pero en realidad ninguno de los políticos habían respaldado al otro antes de que Sheinbaum Pardo levantara la mano por la Presidencia.

    La realidad es que la relación que tienen se forjó hace poco, cuando Sheinbaum Pardo quiso ser Presidenta, y el único elemento que los une es el ex Presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Incluso, se dice que López Obrador es un factor fundamental para que Morena y Sheinbaum Pardo arroparan a Rocha Moya, pues el Gobernador de Sinaloa ha hecho política en lo local y estuvo muy poco en el Senado como para cimentar una estructura federal por sí solo, por lo que no es lógico pensar que el paracaídas que ahora lo salva es de su propia cosecha.

    Esperemos que la relación cimentada desde una serie de intereses políticos sea útil para los sinaloenses, sobre todo dado el momento tan difícil que estamos pasando en materia de seguridad.

    Los aprontados del
    feminismo

    Ahora resulta que los diputados Serapio Vergas y la doctora Teresa Guerra Ochoa anduvieron muy lurios previo a la marcha del 8 de marzo por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

    Ambos fueron captados previo a la celebración, puesto que llegaron temprano a entregar volantes institucionales.

    Es obvio que no hay un reclamo equivalente entre la doctora, que por su larga trayectoria en el activismo feminista, lo único que podemos señalarle es su intento de institucionalizar el movimiento femeninista.

    En cambio, lo de Serapio en este tema es otra cosa: una lamentable.

    Y es que una y otra vez nos ha demostrado que no es una persona que le entienda a lo progre, y que sus movimientos siempre son para llevar agua a su molino.

    Otra que acudió, aunque sin el afán de darle esa intención, fue la regidora priista Erika Sánchez.

    Y es que hay que entender que este movimiento no es algo de lo que el Gobierno deba intentar apropiarse porque nace justamente por la incapacidad del Gobierno para proteger a nuestras mujeres.

    Y lo otro es porque ni siquiera saben la diferencia entre una conmemoración y un festejo.

    Los burócratas son tan obtusos qué compran flores para regalarle a la empleadas como felicitación al Día de la Mujer.

    Imagínese usted que al Ayuntamiento de Culiacán no se le ocurrió una mejor forma para festejar a las mujeres que organizar una jornada de zumba en el parque acuático.

    ¡Ni hablar!