Después de que por años, colegas y medios de comunicación han recibido amenazas y agresiones, la crisis del periodismo en Sinaloa y México no ha aminorado, ni siquiera con los mensajes de exigencia a los gobiernos a que se investiguen y castiguen los ataques y con la aparición de mecanismos para protegerlos.
    Buscando paro
    en los amparos

    Tal como le gustaría a su padre, Héctor Melesio Cuén Díaz sigue buscando la manera de evadir sus responsabilidades, por las presuntas irregularidades que cometió durante su estancia en el servicio público, pareciera hereditario el asunto.

    Para su mala fortuna, ayer un Juez federal le negó una suspensión contra orden de aprehensión, aunque a estas alturas resulta en una buena noticia, ya ve que anteriormente pidió un amparo igual, y lo condicionaron a presentarse ante un Juez local, justo lo que no quería.

    Aunque viéndolo por el lado positivo, es una buena señal el hecho de que el muchacho haya tramitado ese recurso en un Juzgado de Mazatlán, es un indicio esperanzador de cara a recuperar su trágica rodilla, esa que le tiene más retirado que futbolista del llano.

    En este punto, está buena la competencia entre Cuén Díaz y Neymar Jr por ver cuál de los dos exagera más el mínimo resentimiento físico, si es que lo tienen.

    Por lo menos ahora sabemos que el señorito está en condiciones de trasladarse, como para que siga poniendo de pretexto la fregada rodilla para no apersonarse en el banquillo.

    Decimos esto porque, si los cálculos no nos fallan, si Cuén Díaz reside en la zona urbana de Culiacán, entonces le queda más cerca la Sede Regional de Justicia, en Aguaruto, que el Juzgado Noveno de Distrito de Mazatlán.

    Y ya quitando el sarcasmo, no nos alcanzan los adjetivos para describir lo inverosímil que es esta situación con el hijo de El Maestro (con maestría patito), a quien llevan citando casi un año sin lograr que el pillo acuda a sus audiencias.

    Hace unos días hicimos una comparación entre el coyote persiguiendo al correcaminos, y la Fiscalía citando a Cuén junior, pero pensándolo bien, el coyote al menos sabía dónde hallar a su objetivo, en cambio, el ente procurador de justicia en Sinaloa pareciera conocerlo solo por fotos.

    El encuadre imperfecto

    Jhenny Judith Bernal Arellano , la directora del Instituto de Protección a Personas Defensoras y Periodistas, ya declaró en un programa que el perfil de Arnoldo Valle Leyva, desde ya hace bastantes años Director de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa, “encuadra perfectamente” en lo que la ley considera a un periodista.

    Valle Leyva es tema actual porque el sábado pasado sufrió un supuesto atentado en el que le habrían baleado la camioneta que conducía en el interior del campus Buelna de la UAS.

    Sabemos, ahora por dichos del ex Rector de la UAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, que la agresión se dio después de una persecución que comenzó después de que salió del campus, pero que a la altura del Hospital de la Mujer, regresó para resguardarse en Rectoría, hasta donde fue perseguido y acosado.

    La policía halló indicios de la agresión en la carrocería del vehículo, en el parabrisas y las llantas, pero ni ningún impacto alcanzó al funcionario.

    En pocos minutos, el Instituto de Protección a periodistas publicó un desplegado para exigir justicia y el esclarecimiento del ataque contra Valle Leyva.

    El Gobernador quiso enderezar la extraña decisión del Instituto desde La Semanera, apuntando algunas de las cosas de Arnoldo Valle que cualquier periodista sabe, primero que nada que nunca ha tenido nada qué ver con el ejercicio periodístico y que es un agresor de periodistas.

    Aún así Jhenny Judith dictó medidas cautelares e inició el procedimiento para que el mecanismo pueda proteger a Valle Leyva y sea beneficiado con el programa.

    Desde que se nombró a una persona como Jhenny Judith, la principal preocupación ha sido que alguien que no sea o haya sido periodista y desconozca el medio, difícilmente podrá entender la naturaleza de nuestro trabajo.

    Después de que por años, colegas y medios de comunicación han recibido amenazas y agresiones, la crisis del periodismo en Sinaloa y México no ha aminorado, ni siquiera con los mensajes de exigencia a los gobiernos a que se investiguen y castiguen los ataques y con la aparición de mecanismos para protegerlos.

    Es lamentable, frustrante y absurdo que ni siquiera la Directora del Instituto de Protección a Periodistas no entienda que el mecanismo que está a su cargo no se creó para casos como este, sino para proteger a víctimas que se convierte en blancos vulnerables por la defensa de derechos humanos o en este caso por el ejercicio periodístico.

    No es por situaciones como estas para lo que se crearon los mecanismos de protección a periodistas en el mundo.

    Tener un puesto en la oficina de Comunicación Social no convierte a una persona en periodista, menos si esta no realiza labores periodísticas.

    Más que nunca, con pesar, aquí cabe la frase: nadie sabe para quién trabaja.

    Lo absurdo de la crisis
    de desapariciones

    Es indignante que, después de cuatro años de intensa búsqueda por parte del colectivo Sabuesos Guerreras, el joven Alberto de Jesús Verdugo Rivera haya sido encontrado en las instalaciones del Servicio Médico Forense, donde había estado todo ese tiempo.

    Este hecho evidencia la falta de coordinación y transparencia por parte de las autoridades, quienes debieron informar y facilitar el proceso de identificación mucho antes.

    La negligencia y desorganización mostradas no sólo prolongaron innecesariamente el sufrimiento de la familia y del colectivo, sino que también debilitan la confianza en las instituciones encargadas de la justicia.

    Además, el colectivo señaló que en el estado existe una crisis forense, con más de 2 mil 300 cuerpos, restos u osamentas de personas que aún no han sido identificadas.

    Es alarmante que, a pesar de la inauguración del Centro de Resguardo Temporal e Identificación Humana hace 10 meses, este todavía no esté operando. Esta inacción refuerza la sensación de abandono y desamparo que sienten las familias de los desaparecidos y señala la necesidad de una reforma en el sistema forense del estado.

    Qué les hace el calor

    Los jefes de Tránsito de Mazatlán no sufren por el calor, mucho menos les interesa agilizar la vialidad en la ciudad, que es un caos por todos lados, sobre todo en el Libramiento Colosio y sus alrededores.

    Y es que estos jefes policiacos de Tránsito solo sudan cuando salen del aire acondicionado de la oficina hacia la patrulla, ya que a ellos no los ves en algún crucero vial tapándose del sol bajo el poste del semáforo.

    Qué esperanzas que se empolven el calzado. No, eso nunca lo verán.

    Y aunque el Alcalde de Mazatlán ya les perdió la confianza, porque alteran los partes de hechos de tránsito, la mañana de ayer martes recibieron 10 nuevas patrullas con aire acondicionado, por lo que ahora menos los verán sudar, mientras los nuevos agentes o los cadetes seguirán padeciendo la ola de calor en algunos cruceros.

    Bueno sería que a estos jefes viales los mandarán un turno de ocho horas a un crucero del Libramiento Colosio, Juan Pablo II, Avenida de las Torres, Santa Rosa, Ejército Mexicano, Internacional, Revolución, Canseco, Rafael Buelna, por citar sólo algunas, para ayudar en agilizar la vialidad.

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    Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

    malecon@noroeste.com

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