MALECÓN
03/10/2025 04:00
    Malecón es columna institucional de esta casa editorial. / malecon@noroeste.com
    La UAS carga con una crisis financiera que sus autoridades repiten como mantra, pero la pregunta es: ¿quién vigila que los cobros extras no se conviertan en un negocio paralelo?
    La odontología más cara del País... en la UAS

    En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la carrera de Odontología se está convirtiendo en un lujo que no todos los estudiantes pueden costear. Los jóvenes protestaron contra el cobro extra de 600 pesos por cada materia clínica, que se suma a la inscripción de 2 mil 500 pesos y a los gastos de materiales. En pocas palabras: estudiar ya no sólo exige dedicación académica, sino también tener una amplia cartera.

    Lo más preocupante no es sólo la cuota -que por cierto, se cobra en efectivo y directamente en la clínica, como si se tratara de un trámite en lo oscurito- sino el clima de miedo que los alumnos denuncian. Profesores que les advierten que pueden sufrir represalias por manifestarse y que además los regañan con frases como “sabían que era una carrera cara”. ¿Esa es la pedagogía que ofrece la Facultad?

    Mientras los estudiantes juntan firmas y son ignorados en Rectoría, la administración de Odontología se atrinchera. El director, dicen, nunca aparece, y en su lugar manda a su secretario administrativo a bloquear el paso. Lo mismo con la lona que querían colgar: la quitaron porque “estorbaba”. Parece que para algunos directivos es más incómoda una manta con reclamos que el descontento de decenas de jóvenes.

    La UAS carga con una crisis financiera que sus autoridades repiten como mantra, pero la pregunta es: ¿quién vigila que los cobros extras no se conviertan en un negocio paralelo? ¿Quién responde a los estudiantes que están pagando una educación pública que cada vez se parece más a una privada, y de las más caras?

    Porque si de verdad la UAS quiere presumir de defender el acceso a la educación, empezar debería por su propia casa, escuchando a los alumnos y no tratándolos como clientes incómodos que pagan sin chistar.

    Stasac: el circo sindical de siempre

    El Stasac volvió a poner su sello este jueves por la mañana. Un grupo de jubilados bloqueó el bulevar Ciudades Hermanas para exigir pagos pendientes de años, y los trabajadores activos no tardaron en salir a defender a su líder, Julio Duarte Apán.

    En cuestión de minutos, la protesta se convirtió en un zafarrancho entre caras conocidas y gritos justo a días de la votación por el nuevo dirigente sindical.

    Duarte Apán apareció en medio del caos, negó acusaciones, llamó “aviadores” a los manifestantes y alentó a su base a corear consignas. La calle quedó bloqueada y los intercambios verbales continuaron entre todos los involucrados, todos conocidos, todos haciendo su papel.

    Durante el desgarriate, el dirigente también arremetió contra un periodista presente, acusándolo de convocar a la prensa y de darle difusión a un tema que, según él, “no es de interés general”.

    Mientras tanto, el reclamo de los jubilados por sus ahorros se convirtió en un espectáculo y defensa de la figura del líder.

    Los jubilados reclamaban pagos pendientes y los trabajadores activos defendían al dirigente. Las consignas y gritos se mezclaban con reproches mutuos.

    Cada palabra y cada gesto tenían más que ver con marcar posiciones de cara a la elección que con resolver algo concreto.

    La Policía Municipal intervino para evitar que el asunto se saliera de control. Sin embargo, su presencia no detuvo el intercambio de acusaciones entre los manifestantes y los defensores del dirigente.

    Al final, el Stasac dejó claro que los conflictos internos funcionan mejor como espectáculo público que como oportunidad para cumplir compromisos.

    La calle despejada, los gritos apagados dejaron ver que en este sindicato, el circo siempre tiene lugar, sobre todo cuando hay elecciones cerca de por medio. El único que le aportó prudencia al hecho fue el Alcalde Juan de Dios Gámez, llamando a resolver el conflicto en el seno interno de la vida sindical. A ver si le hacen caso.

    ¿Revolucionarios o revoltosos?

    La movilización que vimos ayer de la Federación de Estudiantes de la UAS, ese frente autodenominado FEUAS, es de las peores formas que se nos puede ocurrir para conmemorar las luchas estudiantiles.

    Precisamente en una fecha tan importante como el 2 de octubre, en la que deben primar los estudiantes críticos del oficialismo, exigentes con sus autoridades, salió a relucir y estrenarse como movimiento esta agrupación.

    No es ser mala onda con los morros, pero sí es decepcionante que justo en estos momentos, cuando la comunidad rosalina debiera estar más rígida y estricta para que sus funcionarios den resultados, salen con estas cosas.

    Aquella mítica frase de que “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, pues simplemente no puede aplicar para esa federación de alumnos.

    Y por algo tan sencillo y llano como que salgan y promuevan el apoyo al Rector Jesús Madueña Molina y su plan de reingeniería financiera que, al margen de lo buena o mala que sea, es respuesta a una necesidad que él mismo provocó.

    Madueña Molina tiene más de una década en la administración central de la Universidad e incluso ha habido evidencia de que el compa fue cómplice y partícipe de una serie de mañosadas que han hundido y trastocado las arcas institucionales.

    Bajo ningún concepto puede entonces salir un grupo de estudiantes, pedir apoyo hacia él, y hacerse pasar por un movimiento disidente, revolucionario y defensor de la Universidad.

    Es gacho, porque dentro de la UAS mire usted si hay gente muy muy valiosa, desde maestros como jóvenes con verdadero sentido crítico, reflexivo y propositivo, pero que han sido víctimas de represión sistemática durante años.

    Y ahora, cuando la UAS más necesita del ímpetu de universitarios activos, pues nos hallamos con estas penurias.

    El jaloneo sindical en el puerto

    Ayer en la mañana se sintió lo vulnerable que resulta la ciudadanía ante el jaloneo sindical y político cuando se trata de mostrar el músculo de quién tiene más poder.

    El paro de labores de 150 trabajadores de Aseo y Limpia del municipio de Mazatlán no lo pudieron levantar ni las promesas del Tesorero Julio César Ramos al que llamaron mentiroso, del Secretario del Ayuntamiento Moisés Ríos que prometió lo mismo, ni el Oficial Mayor Fernando Arballo, quien les perjuró que los trámites para la compra de llantas, material y servicios serían más ágiles, mucho menos el enmudecimiento de la directora de Servicios Públicos, Karla Camacho, que sólo se mantuvo observando, cuando trataban de evitar que la Alcaldesa Estrella Palacios tuviera que llegar al campamento a escucharlos, que como siempre fue la primer demanda para no dejar por más tiempo a 228 colonias sin la recolección de 43 camiones de la basura.

    Bastó la amenaza de tomar el Palacio Municipal con todo y camiones de basura para que la Presidenta Municipal llegara veloz y bien custodiada por su esposo Román y el coordinador de Protección Civil, Óscar Osuna Tirado, a decirles que andaba muy ocupada preparando su primer Informe.

    Finalmente se logró la negociación y los trabajadores decidieron frenar el paro y continuar su jornada.

    Estuvo fuerte el apretón y esto pudiera ser que apenas inicia.

    La odontología más cara del País... en la UAS

    En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la carrera de Odontología se está convirtiendo en un lujo que no todos los estudiantes pueden costear. Los jóvenes protestaron contra el cobro extra de 600 pesos por cada materia clínica, que se suma a la inscripción de 2 mil 500 pesos y a los gastos de materiales. En pocas palabras: estudiar ya no sólo exige dedicación académica, sino también tener una amplia cartera.

    Lo más preocupante no es sólo la cuota -que por cierto, se cobra en efectivo y directamente en la clínica, como si se tratara de un trámite en lo oscurito- sino el clima de miedo que los alumnos denuncian. Profesores que les advierten que pueden sufrir represalias por manifestarse y que además los regañan con frases como “sabían que era una carrera cara”. ¿Esa es la pedagogía que ofrece la Facultad?

    Mientras los estudiantes juntan firmas y son ignorados en Rectoría, la administración de Odontología se atrinchera. El director, dicen, nunca aparece, y en su lugar manda a su secretario administrativo a bloquear el paso. Lo mismo con la lona que querían colgar: la quitaron porque “estorbaba”. Parece que para algunos directivos es más incómoda una manta con reclamos que el descontento de decenas de jóvenes.

    La UAS carga con una crisis financiera que sus autoridades repiten como mantra, pero la pregunta es: ¿quién vigila que los cobros extras no se conviertan en un negocio paralelo? ¿Quién responde a los estudiantes que están pagando una educación pública que cada vez se parece más a una privada, y de las más caras?

    Porque si de verdad la UAS quiere presumir de defender el acceso a la educación, empezar debería por su propia casa, escuchando a los alumnos y no tratándolos como clientes incómodos que pagan sin chistar.

    Stasac: el circo sindical de siempre

    El Stasac volvió a poner su sello este jueves por la mañana. Un grupo de jubilados bloqueó el bulevar Ciudades Hermanas para exigir pagos pendientes de años, y los trabajadores activos no tardaron en salir a defender a su líder, Julio Duarte Apán.

    En cuestión de minutos, la protesta se convirtió en un zafarrancho entre caras conocidas y gritos justo a días de la votación por el nuevo dirigente sindical.

    Duarte Apán apareció en medio del caos, negó acusaciones, llamó “aviadores” a los manifestantes y alentó a su base a corear consignas. La calle quedó bloqueada y los intercambios verbales continuaron entre todos los involucrados, todos conocidos, todos haciendo su papel.

    Durante el desgarriate, el dirigente también arremetió contra un periodista presente, acusándolo de convocar a la prensa y de darle difusión a un tema que, según él, “no es de interés general”.

    Mientras tanto, el reclamo de los jubilados por sus ahorros se convirtió en un espectáculo y defensa de la figura del líder.

    Los jubilados reclamaban pagos pendientes y los trabajadores activos defendían al dirigente. Las consignas y gritos se mezclaban con reproches mutuos.

    Cada palabra y cada gesto tenían más que ver con marcar posiciones de cara a la elección que con resolver algo concreto.

    La Policía Municipal intervino para evitar que el asunto se saliera de control. Sin embargo, su presencia no detuvo el intercambio de acusaciones entre los manifestantes y los defensores del dirigente.

    Al final, el Stasac dejó claro que los conflictos internos funcionan mejor como espectáculo público que como oportunidad para cumplir compromisos.

    La calle despejada, los gritos apagados dejaron ver que en este sindicato, el circo siempre tiene lugar, sobre todo cuando hay elecciones cerca de por medio. El único que le aportó prudencia al hecho fue el Alcalde Juan de Dios Gámez, llamando a resolver el conflicto en el seno interno de la vida sindical. A ver si le hacen caso.

    ¿Revolucionarios o revoltosos?

    La movilización que vimos ayer de la Federación de Estudiantes de la UAS, ese frente autodenominado FEUAS, es de las peores formas que se nos puede ocurrir para conmemorar las luchas estudiantiles.

    Precisamente en una fecha tan importante como el 2 de octubre, en la que deben primar los estudiantes críticos del oficialismo, exigentes con sus autoridades, salió a relucir y estrenarse como movimiento esta agrupación.

    No es ser mala onda con los morros, pero sí es decepcionante que justo en estos momentos, cuando la comunidad rosalina debiera estar más rígida y estricta para que sus funcionarios den resultados, salen con estas cosas.

    Aquella mítica frase de que “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, pues simplemente no puede aplicar para esa federación de alumnos.

    Y por algo tan sencillo y llano como que salgan y promuevan el apoyo al Rector Jesús Madueña Molina y su plan de reingeniería financiera que, al margen de lo buena o mala que sea, es respuesta a una necesidad que él mismo provocó.

    Madueña Molina tiene más de una década en la administración central de la Universidad e incluso ha habido evidencia de que el compa fue cómplice y partícipe de una serie de mañosadas que han hundido y trastocado las arcas institucionales.

    Bajo ningún concepto puede entonces salir un grupo de estudiantes, pedir apoyo hacia él, y hacerse pasar por un movimiento disidente, revolucionario y defensor de la Universidad.

    Es gacho, porque dentro de la UAS mire usted si hay gente muy muy valiosa, desde maestros como jóvenes con verdadero sentido crítico, reflexivo y propositivo, pero que han sido víctimas de represión sistemática durante años.

    Y ahora, cuando la UAS más necesita del ímpetu de universitarios activos, pues nos hallamos con estas penurias.

    El jaloneo sindical en el puerto

    Ayer en la mañana se sintió lo vulnerable que resulta la ciudadanía ante el jaloneo sindical y político cuando se trata de mostrar el músculo de quién tiene más poder.

    El paro de labores de 150 trabajadores de Aseo y Limpia del municipio de Mazatlán no lo pudieron levantar ni las promesas del Tesorero Julio César Ramos al que llamaron mentiroso, del Secretario del Ayuntamiento Moisés Ríos que prometió lo mismo, ni el Oficial Mayor Fernando Arballo, quien les perjuró que los trámites para la compra de llantas, material y servicios serían más ágiles, mucho menos el enmudecimiento de la directora de Servicios Públicos, Karla Camacho, que sólo se mantuvo observando, cuando trataban de evitar que la Alcaldesa Estrella Palacios tuviera que llegar al campamento a escucharlos, que como siempre fue la primer demanda para no dejar por más tiempo a 228 colonias sin la recolección de 43 camiones de la basura.

    Bastó la amenaza de tomar el Palacio Municipal con todo y camiones de basura para que la Presidenta Municipal llegara veloz y bien custodiada por su esposo Román y el coordinador de Protección Civil, Óscar Osuna Tirado, a decirles que andaba muy ocupada preparando su primer Informe.

    Finalmente se logró la negociación y los trabajadores decidieron frenar el paro y continuar su jornada.

    Estuvo fuerte el apretón y esto pudiera ser que apenas inicia.