es intentarlo
Como cada inicio de año, la Auditoría Superior del Estado presentó su plan anual de auditorías en el que detalla todos los trabajos que pretende realizar a cada ente público de Sinaloa, algo así como su agenda anual.
Por tercer año consecutivo, destaca en el apartado de organismos paraestatales la Universidad Autónoma de Sinaloa, a la cual intentan fiscalizar desde 2023, de repente estamos en 2025 y nomás no han expuesto resultados de una sola auditoría.
En una trama de película juvenil, la ASE es un muchacho al que ya rechazó la misma chica dos veces seguidas, pero sigue mandándole flores en San Valentín soñando con salir con ella.
Volviendo al tema, en este caso particular resulta casi de mayor urgencia saber qué se hace con el dinero, porque la UAS está en un punto de casi decretar un día de diciembre como “el día para pedir dinero para el aguinaldo”, ya que nunca les alcanza.
Y aunque sus autoridades quieran darle atole con el dedo a la gente, nadie se cree el cuento de que la jubilación dinámica los tiene al borde del colapso financiero.
Quizá, una mera teoría, es que los problemas económicos pudieran tener algo que ver con la red de proveedores ligadas a la familia de cierto ex Rector y fundador de un partido político, que por cierto, es conocido por tener amistades algo turbulentas.
Esta parte de los proveedores y compras irregulares es más alarmante, porque hasta el mismísimo Rector Jesús Madueña Molina, ya respaldado por su ex profesor que ahora gobierna, reconoció que adquieren los productos a precios superiores a lo que hay en el mercado, tan quitado de la pena.
Como dirían los jueces, se reúnen todas las condiciones para afirmar que urge una auditoría a la UAS, pero no sólo la del 2024, sino del 2023 y 2022, esas que quedaron atoradas por alegatos y lloriqueos de los súbditos de “El Maestro”.
Claro que se reconoce que la ASE ha dado resultados puntuales en casos como las luminarias adquiridas por el Ayuntamiento de Mazatlán en el periodo de “El Químico” Benítez, o los camiones de basura que rentó el Gobierno de Culiacán bajo el mandato de Jesús Estrada Ferreiro.
Eso no es motivo para mover el dedo del renglón, sobre todo por lo delicada que luce la salud financiera en la Universidad, ya que son más de 10 años bajo administraciones que la exprimen con fines políticos.
También es valioso recalcar que el hecho de ser autónoma no la libera de ser fiscalizada por la autoridad estatal, traemos a colación el caso de Sonora, y recordar que la misma Auditora Mayor de esa entidad, Beatriz Elena Huerta Urquijo, aseguró que ellos revisan sin ningún problema los ingresos de la Universidad de Sonora.
Parece que Jesús Madueña y el resto de la pandilla pasista que queda en la UAS ya se amoldaron con el Gobierno, así que ahora no les queda más esa excusa de que la ASE es un instrumento para una pseudo persecución política, y admitir que realicen el ejercicio de transparencia.
Con el ataque a la vivienda de los padres de un influencer local y la difusión de planfletos vía aérea que señalan a artistas e influencers de ser presuntamente parte del crimen organizado es relevante analizar los mensajes y el uso de la violencia como elemento mediático.
Más allá de buscar culpables o descartar acusaciones, pues eso no nos toca desde el gremio periodístico, es relevante hablar sobre que los grupos del crimen organizado se agreden ahora desde una plataforma que seguro es gancho para las audiencias al involucrar personas sumamente reconocidas en la guerra del narco en Sinaloa.
Con este tipo de sucesos, las audiencias y los medios de comunicación tienen un responsabilidad activa sobre la propagación de mensajes, pues el crimen organizado busca alimentarse de estas audiencias ya sea para sembrar miedo o promover sus actos delictivos y buscar el respaldo colectivo.
En momentos como estos son en los que se pone a prueba a la ciudadanía, y es justo ahí en los que se debe demostrar que quienes quedamos en medio de la crisis de seguridad somos víctimas colaterales, hartas y heridas por una crisis de seguridad que ha alcanzado cuatro meses, y no actores que desean estar involucrados o herramientas al servicio de la pugna del crimen organizado. No se debe absorber los temas con pánico y obsesión, o por el contrario mantenerse tan ajenos al grado de perder la empatía, pero sí se debe ser un público responsable ante este tipo de hechos.
Y bien, por el tema de seguridad, es increíble que con tanta militarización y vigilancia en la ciudad de Culiacán cualquiera puede sobrevolar la ciudad arrojando papeles que amenazan la vida de personas y las autoridades no tienen indicio de dónde vienen las aeronaves.
O por el otro lado, ¿existirá un investigación formal contra estos artistas señalados?, ¿por qué sobre estos temas no existe transparencia?
Un elemento de la Policía Estatal se encuentra desaparecido desde la tarde del pasado miércoles 1 de enero, desde que fue privado de la libertad en la Colonia Villas del Sol.
Y para buscar ayuda, sus familiares están convocando para hoy viernes a las 10:00 horas a una rueda de prensa, en el Árbol de la Esperanza, en la Plazuela Zaragoza, en el Centro de Mazatlán.
Esta desaparición se suma a la de decenas de personas que han sido privadas de la libertad en el puerto, y que a nivel estado suman más de 800 los casos desde que inició la ola violenta en septiembre. También es un caso más de ataques a las corporaciones policiales en esta crisis de seguridad.
es intentarlo
Como cada inicio de año, la Auditoría Superior del Estado presentó su plan anual de auditorías en el que detalla todos los trabajos que pretende realizar a cada ente público de Sinaloa, algo así como su agenda anual.
Por tercer año consecutivo, destaca en el apartado de organismos paraestatales la Universidad Autónoma de Sinaloa, a la cual intentan fiscalizar desde 2023, de repente estamos en 2025 y nomás no han expuesto resultados de una sola auditoría.
En una trama de película juvenil, la ASE es un muchacho al que ya rechazó la misma chica dos veces seguidas, pero sigue mandándole flores en San Valentín soñando con salir con ella.
Volviendo al tema, en este caso particular resulta casi de mayor urgencia saber qué se hace con el dinero, porque la UAS está en un punto de casi decretar un día de diciembre como “el día para pedir dinero para el aguinaldo”, ya que nunca les alcanza.
Y aunque sus autoridades quieran darle atole con el dedo a la gente, nadie se cree el cuento de que la jubilación dinámica los tiene al borde del colapso financiero.
Quizá, una mera teoría, es que los problemas económicos pudieran tener algo que ver con la red de proveedores ligadas a la familia de cierto ex Rector y fundador de un partido político, que por cierto, es conocido por tener amistades algo turbulentas.
Esta parte de los proveedores y compras irregulares es más alarmante, porque hasta el mismísimo Rector Jesús Madueña Molina, ya respaldado por su ex profesor que ahora gobierna, reconoció que adquieren los productos a precios superiores a lo que hay en el mercado, tan quitado de la pena.
Como dirían los jueces, se reúnen todas las condiciones para afirmar que urge una auditoría a la UAS, pero no sólo la del 2024, sino del 2023 y 2022, esas que quedaron atoradas por alegatos y lloriqueos de los súbditos de “El Maestro”.
Claro que se reconoce que la ASE ha dado resultados puntuales en casos como las luminarias adquiridas por el Ayuntamiento de Mazatlán en el periodo de “El Químico” Benítez, o los camiones de basura que rentó el Gobierno de Culiacán bajo el mandato de Jesús Estrada Ferreiro.
Eso no es motivo para mover el dedo del renglón, sobre todo por lo delicada que luce la salud financiera en la Universidad, ya que son más de 10 años bajo administraciones que la exprimen con fines políticos.
También es valioso recalcar que el hecho de ser autónoma no la libera de ser fiscalizada por la autoridad estatal, traemos a colación el caso de Sonora, y recordar que la misma Auditora Mayor de esa entidad, Beatriz Elena Huerta Urquijo, aseguró que ellos revisan sin ningún problema los ingresos de la Universidad de Sonora.
Parece que Jesús Madueña y el resto de la pandilla pasista que queda en la UAS ya se amoldaron con el Gobierno, así que ahora no les queda más esa excusa de que la ASE es un instrumento para una pseudo persecución política, y admitir que realicen el ejercicio de transparencia.
Con el ataque a la vivienda de los padres de un influencer local y la difusión de planfletos vía aérea que señalan a artistas e influencers de ser presuntamente parte del crimen organizado es relevante analizar los mensajes y el uso de la violencia como elemento mediático.
Más allá de buscar culpables o descartar acusaciones, pues eso no nos toca desde el gremio periodístico, es relevante hablar sobre que los grupos del crimen organizado se agreden ahora desde una plataforma que seguro es gancho para las audiencias al involucrar personas sumamente reconocidas en la guerra del narco en Sinaloa.
Con este tipo de sucesos, las audiencias y los medios de comunicación tienen un responsabilidad activa sobre la propagación de mensajes, pues el crimen organizado busca alimentarse de estas audiencias ya sea para sembrar miedo o promover sus actos delictivos y buscar el respaldo colectivo.
En momentos como estos son en los que se pone a prueba a la ciudadanía, y es justo ahí en los que se debe demostrar que quienes quedamos en medio de la crisis de seguridad somos víctimas colaterales, hartas y heridas por una crisis de seguridad que ha alcanzado cuatro meses, y no actores que desean estar involucrados o herramientas al servicio de la pugna del crimen organizado. No se debe absorber los temas con pánico y obsesión, o por el contrario mantenerse tan ajenos al grado de perder la empatía, pero sí se debe ser un público responsable ante este tipo de hechos.
Y bien, por el tema de seguridad, es increíble que con tanta militarización y vigilancia en la ciudad de Culiacán cualquiera puede sobrevolar la ciudad arrojando papeles que amenazan la vida de personas y las autoridades no tienen indicio de dónde vienen las aeronaves.
O por el otro lado, ¿existirá un investigación formal contra estos artistas señalados?, ¿por qué sobre estos temas no existe transparencia?
Un elemento de la Policía Estatal se encuentra desaparecido desde la tarde del pasado miércoles 1 de enero, desde que fue privado de la libertad en la Colonia Villas del Sol.
Y para buscar ayuda, sus familiares están convocando para hoy viernes a las 10:00 horas a una rueda de prensa, en el Árbol de la Esperanza, en la Plazuela Zaragoza, en el Centro de Mazatlán.
Esta desaparición se suma a la de decenas de personas que han sido privadas de la libertad en el puerto, y que a nivel estado suman más de 800 los casos desde que inició la ola violenta en septiembre. También es un caso más de ataques a las corporaciones policiales en esta crisis de seguridad.