Curiosa revelación con la que nos salió la doctora María Teresa Guerra Ochoa, Presidenta de la Jucopo del Congreso del Estado, al destaparse como otra de las posibles fichas en busca de la candidatura por la Gubernatura de Sinaloa en el 2027.
A esa lista, en la que ya está más que apuntada la Senadora Imelda Castro, quiere sumarse la Diputada Tere Guerra que le ha puesto muchas ganas a su posicionamiento como figura fuerte dentro de Morena en Sinaloa.
Como dice otro actor político de la región, hay que hacer el matiz, y es que no podemos dejar pasar el hecho de que Imelda Castro luce con más apoyo desde Palacio Nacional y de la dirigencia nacional de Morena.
El panorama de inseguridad que sigue azotando al estado también ha puesto en tela de juicio la credibilidad y confianza de la ciudadanía hacia el partido en el poder, y no es para menos, pero incluso así pueden sentirse con el empuje suficiente para encarar las próximas elecciones como favoritos.
Y en ese sentido, habrá que estar atentos a cómo se muevan las piezas dentro de Morena, más que nada en lo nacional, porque aún cuando Rubén Rocha Moya tenga el control político del estado, el desgaste innegable de la crisis de seguridad hace complicado el futuro de su proyecto en la tierra de los 11 ríos.
Justo por eso es que uno pensaría que la Senadora Imelda Castro parte como principal figura morenista para la Gubernatura. Además porque hasta el mismo Gobernador ha reconocido que son “tiempos de mujeres”.
Si de verdad tiene entre sus planes encabezar la búsqueda por la sucesión, la Diputada Tere Guerra tendrá que estar muy atinada en cada una de sus acciones, porque tiene pinta que la candidatura guinda para Sinaloa en 2027 se votará fuera de este territorio, concretamente en el centro del País.
También vale decir que como máxima representante de esta 65 Legislatura por su condición de Presidenta de la Jucopo, y en general por ser uno de los perfiles con más trayectoria de la actual generación legislativa, después del Gobernador ha sido quien más ha dado la cara en medio de la ola de violencia, aunque no siempre con acierto pues hemos visto más voluntad de populismo punitivo o de legislar asuntos innecesarios que en empujar una verdadera redistribución presupuestal para fortalecer a las policías o la Fiscalía del Estado.
Por más que las autoridades le den la vuelta, ahí están: los agricultores, entre hombres y mujeres, cumplieron 48 horas en el patio del Palacio de Gobierno de Sinaloa. Lonas, cobijas, sillas de plástico y la firme intención de quedarse lo necesario para que su causa no se vuelva invisible. La protesta es clara y dolorosa: en México ya no hay políticas que apoyen a la agricultura.
Baltazar Valdez, presidente de Campesinos Unidos de Sinaloa, lo dijo sin rodeos: desde hace dos sexenios, el Gobierno federal abandonó la construcción de programas que fortalezcan la agricultura comercial y nacional. No hay políticas públicas, no hay reglas de operación, no hay nada. Los apoyos, cuando llegan, son producto de la presión y la resistencia.
Aun así, el discurso del movimiento no es de confrontación sino de diálogo. Quieren sentarse a la mesa, plantear soluciones y ser escuchados. Porque, como bien señalan, el campo resuelve el problema de la comida, y sin campo no hay País.
Es incómodo para el Gobierno ver su patio convertido en campamento. Pero más incómodo es para los campesinos sembrar sin respaldo, vender sin garantía, cosechar sin saber si van a recuperar lo invertido.
Ojalá el Gobierno no se limite a verlos desde la ventana. Que baje, que escuche y que actúe. Porque este plantón no es un berrinche: es el grito desesperado de quienes todavía alimentan a México.
La verdad es que nos gustaría mucho que hubiera otros diputados que se animaran a echar camorra, carrilla, carro, burla, buya, carrera o de perdida que aportaran risa chillona como sinónimo a oposición en el Congreso del Estado, pero la verdad es que está muy flaca la caballada.
Si, pues sabemos que el cholo Sergio Torres es un viejo lobo de mar en eso, pero la verdad es que siendo del Movimiento Ciudadano aquí en Sinaloa es casi como andar yéndole al Mazatlán F.C. en la Liga MX de futbol.
Por eso tenemos que recurrir de vez en cuando a Paola Gárate... de verdad, oiga, no nos juzgue, pero pues que no hay más.
Y pues el chiste es que de vez en cuando se avienta una crítica acertada, como la del martes, por el hecho de señalar que está todo muy bien con ese rollo de las visitas por parte del Gabinete de Seguridad federal a Sinaloa, que hasta son positivas, pero que de perdida traigan y aporten información real sobre la situación que atraviesa el estado.
Y es que la Diputada agarró tema porque en la reunión de mandos de seguridad del pasado 20 de julio en Culiacán el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Óscar Rentería Schazarino, afirmó que hay una reactivación de la vida nocturna de Sinaloa y puntualmente de Culiacán.
La Legisladora respondió con un No, señor apache. Pues esa afirmación luce a todas luces como mandada decir por el mismísimo Gobernador Rubén Rocha Moya a cualquiera de sus achichincles más recios.
Gárate Valenzuela señaló que la información debe ser “real”, “verídica” y “no alejada completamente de la realidad”.
“No hay una reactivación en realidad, quisiéramos que la hubiera, necesitamos tenerla, porque no queremos más pérdida económicas, no queremos más pérdida de empleo, no queremos que más negocios cierren, sin embargo, aún se tiene que reconocer primero el problema y es lo que la gente clama, exige”, reclamó.
Lamentó que hoy no se puede percibir una reactivación y que más alejado de la realidad, está el discurso en que se han prometido nuevas estrategias para recuperar la tranquilidad en el estado.
Por ello destacó que no basta solo encararlos, sino señalar la falta de acciones puntuales para atender la ola de violencia.
En ese sentido, subrayó que no es un asunto de confrontarse como bandos políticos, sino de señalar la falta de acciones más eficaces.
Curiosa revelación con la que nos salió la doctora María Teresa Guerra Ochoa, Presidenta de la Jucopo del Congreso del Estado, al destaparse como otra de las posibles fichas en busca de la candidatura por la Gubernatura de Sinaloa en el 2027.
A esa lista, en la que ya está más que apuntada la Senadora Imelda Castro, quiere sumarse la Diputada Tere Guerra que le ha puesto muchas ganas a su posicionamiento como figura fuerte dentro de Morena en Sinaloa.
Como dice otro actor político de la región, hay que hacer el matiz, y es que no podemos dejar pasar el hecho de que Imelda Castro luce con más apoyo desde Palacio Nacional y de la dirigencia nacional de Morena.
El panorama de inseguridad que sigue azotando al estado también ha puesto en tela de juicio la credibilidad y confianza de la ciudadanía hacia el partido en el poder, y no es para menos, pero incluso así pueden sentirse con el empuje suficiente para encarar las próximas elecciones como favoritos.
Y en ese sentido, habrá que estar atentos a cómo se muevan las piezas dentro de Morena, más que nada en lo nacional, porque aún cuando Rubén Rocha Moya tenga el control político del estado, el desgaste innegable de la crisis de seguridad hace complicado el futuro de su proyecto en la tierra de los 11 ríos.
Justo por eso es que uno pensaría que la Senadora Imelda Castro parte como principal figura morenista para la Gubernatura. Además porque hasta el mismo Gobernador ha reconocido que son “tiempos de mujeres”.
Si de verdad tiene entre sus planes encabezar la búsqueda por la sucesión, la Diputada Tere Guerra tendrá que estar muy atinada en cada una de sus acciones, porque tiene pinta que la candidatura guinda para Sinaloa en 2027 se votará fuera de este territorio, concretamente en el centro del País.
También vale decir que como máxima representante de esta 65 Legislatura por su condición de Presidenta de la Jucopo, y en general por ser uno de los perfiles con más trayectoria de la actual generación legislativa, después del Gobernador ha sido quien más ha dado la cara en medio de la ola de violencia, aunque no siempre con acierto pues hemos visto más voluntad de populismo punitivo o de legislar asuntos innecesarios que en empujar una verdadera redistribución presupuestal para fortalecer a las policías o la Fiscalía del Estado.
Por más que las autoridades le den la vuelta, ahí están: los agricultores, entre hombres y mujeres, cumplieron 48 horas en el patio del Palacio de Gobierno de Sinaloa. Lonas, cobijas, sillas de plástico y la firme intención de quedarse lo necesario para que su causa no se vuelva invisible. La protesta es clara y dolorosa: en México ya no hay políticas que apoyen a la agricultura.
Baltazar Valdez, presidente de Campesinos Unidos de Sinaloa, lo dijo sin rodeos: desde hace dos sexenios, el Gobierno federal abandonó la construcción de programas que fortalezcan la agricultura comercial y nacional. No hay políticas públicas, no hay reglas de operación, no hay nada. Los apoyos, cuando llegan, son producto de la presión y la resistencia.
Aun así, el discurso del movimiento no es de confrontación sino de diálogo. Quieren sentarse a la mesa, plantear soluciones y ser escuchados. Porque, como bien señalan, el campo resuelve el problema de la comida, y sin campo no hay País.
Es incómodo para el Gobierno ver su patio convertido en campamento. Pero más incómodo es para los campesinos sembrar sin respaldo, vender sin garantía, cosechar sin saber si van a recuperar lo invertido.
Ojalá el Gobierno no se limite a verlos desde la ventana. Que baje, que escuche y que actúe. Porque este plantón no es un berrinche: es el grito desesperado de quienes todavía alimentan a México.
La verdad es que nos gustaría mucho que hubiera otros diputados que se animaran a echar camorra, carrilla, carro, burla, buya, carrera o de perdida que aportaran risa chillona como sinónimo a oposición en el Congreso del Estado, pero la verdad es que está muy flaca la caballada.
Si, pues sabemos que el cholo Sergio Torres es un viejo lobo de mar en eso, pero la verdad es que siendo del Movimiento Ciudadano aquí en Sinaloa es casi como andar yéndole al Mazatlán F.C. en la Liga MX de futbol.
Por eso tenemos que recurrir de vez en cuando a Paola Gárate... de verdad, oiga, no nos juzgue, pero pues que no hay más.
Y pues el chiste es que de vez en cuando se avienta una crítica acertada, como la del martes, por el hecho de señalar que está todo muy bien con ese rollo de las visitas por parte del Gabinete de Seguridad federal a Sinaloa, que hasta son positivas, pero que de perdida traigan y aporten información real sobre la situación que atraviesa el estado.
Y es que la Diputada agarró tema porque en la reunión de mandos de seguridad del pasado 20 de julio en Culiacán el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Óscar Rentería Schazarino, afirmó que hay una reactivación de la vida nocturna de Sinaloa y puntualmente de Culiacán.
La Legisladora respondió con un No, señor apache. Pues esa afirmación luce a todas luces como mandada decir por el mismísimo Gobernador Rubén Rocha Moya a cualquiera de sus achichincles más recios.
Gárate Valenzuela señaló que la información debe ser “real”, “verídica” y “no alejada completamente de la realidad”.
“No hay una reactivación en realidad, quisiéramos que la hubiera, necesitamos tenerla, porque no queremos más pérdida económicas, no queremos más pérdida de empleo, no queremos que más negocios cierren, sin embargo, aún se tiene que reconocer primero el problema y es lo que la gente clama, exige”, reclamó.
Lamentó que hoy no se puede percibir una reactivación y que más alejado de la realidad, está el discurso en que se han prometido nuevas estrategias para recuperar la tranquilidad en el estado.
Por ello destacó que no basta solo encararlos, sino señalar la falta de acciones puntuales para atender la ola de violencia.
En ese sentido, subrayó que no es un asunto de confrontarse como bandos políticos, sino de señalar la falta de acciones más eficaces.