MALECÓN
02/06/2025 04:00
    Malecón es columna institucional de esta casa editorial. / malecon@noroeste.com
    Es cierto que es la primera elección de esta naturaleza, pero también es cierto que el INE tuvo un presupuesto mínimo para promover y organizar estos comicios que ya de por sí, dada la cantidad de puestos en juego y aspirantes para cada uno, era complicada hasta para los más entendidos.
    Se veía venir: elección confusa y desangelada

    Ayer ocurrió en Sinaloa, como en el resto del País, una jornada electoral inédita, pues es la primera vez que se vota en México para elegir a integrantes de ese Poder que nadie sabe bien a bien qué hace: el Poder Judicial.

    Y ocurrió lo esperado, según algunos testimonios informales surgidos de las casillas, la participación pudo rondar el 10 por ciento de las listas nominales, pero el dato oficial lo conoceremos en los próximos días, pues recuerde que para esta elección no hubo lana para el PREP.

    En Noroeste estuvimos presentes desde temprano y hasta el cierre de la jornada, recorriendo casillas y cubriendo los pormenores con entrevistas y transmisiones en vivo, y ¿qué encontramos? Pues casillas que se instalaron muy tarde, poca afluencia de votantes, tiempos de hasta 20 minutos por elector para llenar tanta boleta, y hasta incidentes serios como una casilla en Rosario donde venían boletas marcadas.

    En fin, es cierto que es la primera elección de esta naturaleza, pero también es cierto que el INE tuvo un presupuesto mínimo para promover y organizar estos comicios que ya de por sí, dada la cantidad de puestos en juego y aspirantes para cada uno, era complicada hasta para los más entendidos.

    Y la permanente violencia

    Otra cosa que no podemos dejar de señalar es que el fin de semana estuvo marcado por la violencia: el sábado se registraron siete homicidios más dos hallazgos en fosas, y el domingo contabilizamos una cabeza humana dejada en el centro, el asesinato de una persona en las inmediaciones de la USE, un policía estatal asesinado en la Costera, un ataque a balazos a una familia que afortunadamente salió ilesa en La Conquista, otro asesinado en un canal de Barrancos, un cuerpo decapitado en La Campiña, tres osamentas halladas al sur de Culiacán y a la hora que este malecón se escribe, la instalación de una manta en el puente del sector Humana, al norte de la ciudad.

    No son todos los hechos de violencia, pero dan una buena idea de cómo la violencia es una cosa que llegó para quedarse y que acompañó a esta jornada electoral sin que ninguna autoridad se inmutara gran cosa.

    De acuerdo con los datos que contamos en esta casa editorial, mayo concluyó con 188 muertes dolosas, y que es exactamente el mismo número de homicidios registrado en octubre del año pasado cuando la guerra entre los Guzmán y los Zambada comenzó; lo que nos regresa al punto inicial de este conflicto y anula el poco progreso logrado hasta ahora en materia de seguridad.

    Lo lógico, dada la evidencia de los datos de violencias letales y patrimoniales, sería repensar la estrategia y la táctica del Grupo Interinstitucional, pero dudamos mucho que eso suceda, pues desde la Vocería han sido enfáticos en que “hay resultados”.

    Balas y ley

    De hecho la declaración del Alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil, asegurando sobre un operativo para que la elección judicial transcurra “en orden”, contrasta de forma brutal con el saldo de la jornada: cuatro homicidios, una cabeza humana abandonada en el centro de la ciudad, un ataque armado contra una familia y el hallazgo de posibles explosivos. A mediodía.

    En cualquier contexto, este nivel de violencia sería alarmante, pero lo es aún más cuando ocurre el mismo día que se presume como ejemplo de institucionalidad democrática. El discurso y la realidad no encuentran respaldo en los hechos.

    El operativo parece más una formalidad declarativa que una acción concreta. Si había vigilancia “desde muy temprano y hasta el último minuto”, como se afirmó, ¿cómo explicar que entre esos mismos minutos se haya localizado una cabeza humana con mensaje, el cuerpo de un policía estatal esposado, un decapitado, y una familia haya sido atacada a balazos sin que los responsables hayan sido detenidos?

    Resulta ineludible plantearse si estas acciones violentas, aunque oficialmente desvinculadas del proceso electoral, no son en sí mismas una forma de enviar mensajes, imponer temor o marcar territorio justo en una jornada simbólicamente importante.

    Preocupa no es sólo la violencia, sino la normalización de esta. La jornada en ciertas zonas, indica que el umbral de tolerancia institucional frente al terror sigue siendo alarmantemente alto.

    En Culiacán, esta elección pareciera un simulacro de democracia que ocurre bajo fuego.

    Celebrando a los marinos

    Y mientras Culiacán estaba con hechos tan espeluznantes como el hallazgo de una cabeza humana, en Mazatlán se aprestaban para recibir ayer a media mañana al Gobernador Rubén Rocha Moya, que acudió al festejo del Día de la Marina.

    Vestidos todos de blanco, autoridades, cadetes, marinos, el puerto mazatleco llevó a cabo la celebración anual, en la cual se leyó el mensaje del Secretario de Marina, el Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, quien junto con la Presidenta Claudia Sheinbaum encabezó la celebración en otro puerto, en Acapulco

    Aquí el evento lo encabezó el Comandante de la Cuarta Región Naval, Vicealmirante Cuerpo General de Estado Mayor, José Daniel Reséndiz Sandoval, acompañado por el Gobernador y la Alcaldesa Estrella Palacios.

    Además de los discursos en La Puntilla, las autoridades luego se trasladaron en uno de los barcos para arrojar en el mar la tradicional ofrenda floral a los marinos caídos.

    Lo que destacó es que aunque llevaron a los periodistas en otras embarcaciones para atestiguar el hecho, ninguna de ellas pudo alcanzar al barco de las autoridades y más bien trajeron a los reporteros dando vuelta por otros lares. Quien sabe si esa haya sido la intención o de plano andaban “a la deriva”.