No era por nada que María Inés Pérez Corral hizo su berrinche desde la tarde del miércoles, ni gratuito.

Ya le habían avisado que su nombre escrito con cursiva y pluma fuente en la lista de candidaturas de Morena, a las diputaciones federales por Sinaloa, lo habían borrado con liquid paper y le rayaron encima con un crayón churrasca el nombre de Jesús Ibarra.

La raza de Morena nunca le va a perdonar a Ibarra que sea uno de los políticos cuyo origen, aunque no de cepa priista, sí muy cercano al grupo o que lo identifican fácilmente.

Entonces, el aviso ya se lo habían dado a María Inés, porque en la tarde tiró un buscapiés que llevaba destinatario, pero aún no era visible.

La fundadora de Morena en Sinaloa renegó porque aunque trabajaba para aportarle a la 4T, había raza arribista.

Pues con la publicación de la lista, que además también dejó afuera al diputado José Manuel Luque, se conoció quién era el aludido.

Y hay que decir una cosa, porque nos consta como medio de comunicación, que antes de que llegara la ola de aprontados y nuevos políticos y críticos del sistema, María Isabel era de la raza que salía a las calles a protestar.

Era la dirigente municipal y era la que convocaba, llevaba cartulinas, las pintaba, las repartía y las cargaba, junto con otras tres o cuatro personas, solos, por la Obregón o en la plazuela.

Porque aunque Yadira Marcos andaba en esos tres o cuatro, nos parece más extraño que la Revolución haya tardado tanto para hacerle justicia a María Inés, que era la líder solitaria y cuya voz no se cansó nunca.

Que aunque le dieron un cargo en una dependencia, ahora le pichicatean y promueven y benefician a otra raza que ni al caso con los orígenes y la labor de Morena en Sinaloa.

Por eso es que sonó lo de la renuncia, que no dudamos si la haya presentado encabronada por el trato, pero que desde tercer piso se la negaron y la hicieron que la repensara por el fregazo que representa.

Los de Morena y el propio Gobernador, ¿qué esperaban que pasara? Sabemos que no son los únicos que se han quejado y que todo eso de los procesos de Morena, las encuestas que dicen hacer y hasta la repartición de géneros es mera simulación y que parece que esta raza acomoda, siempre, por chantaje o por compadrazgo.

Y tanto que se la recargan diciendo que son diferentes.

Esperen más noticias. Porque esto se ve que apenas empieza.

Después del drama que está montando Morena con las mentadas listas de candidatos por puestos de elección popular, salió el dirigente estatal de Morena en Sinaloa, Ángel Ulises Piña García, a decir que estaban muy felices.

Pues sí, el mito de que Morena Sinaloa tenía dirigente estatal es realidad, resulta que sí hay alguien que recibe el cheque para liderar el partido y no es el Gobernador Rubén Rocha Moya.

Piña García fue nombrado líder de Morena hace poco, en enero, para no dejar vacío el puesto. Sin embargo no se ha visto activo, a pesar de que el partido ya se encuentra en gestiones y preparación para las próximas elecciones.

El señor salió a decir que están bien contentos en Morena Sinaloa, pues ya se tienen asigandos seis de los siete lugares para diputaciones federales. Como si el mérito fuera de él.

Se entiende que alguien tiene que salir a opinar algo desde Morena Sinaloa, pero no es de a fuerza opinar para quedar bien, pues en el marco de esta declaración hay quienes son valiosos para el partido y se le están saliendo del huacal, como lo que escribimos antes.

Y María Inés no es la única, pues los morenistas sinaloenses han apuntado que no están conformes con la designación de los perfiles para candidatos.

Para decirlo claro, hay comentarios que han llegado a este medio de morenistas que le aplauden en público a Rocha Moya y a Mario Delgado, por las decisiones que se toman para el partido, pero han expuesto que ellos no han sido consultados y que las supuestas encuestas son mentira.

En un descuido la estructura de Morena en Sinaloa se desmorona como mazapán, porque el Gobernador no puede estar haciéndoles la tarea siempre.

También hay grupos organizados de morenistas fundadores que se han expresado en contra de las designaciones de Morena.

Aguas, Ángel Ulises Piña, pues a lo mejor pensabas que la tarea estaba fácil al ver que Merary Villegas Sánchez no hacía mucho al frente de Morena, pero la chamba está canija.

No es descabellado decir que cada tres días escribimos esto, pero en efecto, se difirió otra audiencia contra la pandilla que se siente dueña de la UAS, y adivine por qué, ¡por otra enfermedad! Claro que sí.

Algo que debemos reconocerle a los ex funcionarios de la UAS es que más de 20 audiencias diferidas después, siguen ingeniándoselas de formas cada vez más surrealistas para escaparse otro par de semanas de la justicia.

Ayer metieron un paquete muy completo para conseguir aplazar el juicio 1231/2023.

Un abogado dijo que está enfermo, pero sin justificante; otro abogado afirmó que no le alcanzaron dos meses y medio para recoger el expediente; y a otro directamente lo despidieron.

Y ya sabemos la cantaleta esquizofrénica con la que saldrán: que son sus derechos, que están apegados al proceso, que son ellos solos contra medio estado de Sinaloa. En fin, y llorar, y llorar.

De no ser porque sabemos el tipo de funcionarios que son, realmente nos preocuparía el riesgo que supone para la salud de los abogados ser defensores de los Madueña, Robespierre, Hectorín y los demás. Pero no, ya sabemos que es pura marrullería, puro teatro.

Lo peor de todo es que cuando la justicia dé otro pequeño pasito, como por ejemplo que cierto afín a el Maestro deje la silla de Rectoría, hoy prófugo de la revisión de medidas cautelares, los únicos perjudicados serán automovilistas y raza que sí chambea, porque efectivamente irán a hacer sus bloqueos a las calles.

No era por nada que María Inés Pérez Corral hizo su berrinche desde la tarde del miércoles, ni gratuito.

Ya le habían avisado que su nombre escrito con cursiva y pluma fuente en la lista de candidaturas de Morena, a las diputaciones federales por Sinaloa, lo habían borrado con liquid paper y le rayaron encima con un crayón churrasca el nombre de Jesús Ibarra.

La raza de Morena nunca le va a perdonar a Ibarra que sea uno de los políticos cuyo origen, aunque no de cepa priista, sí muy cercano al grupo o que lo identifican fácilmente.

Entonces, el aviso ya se lo habían dado a María Inés, porque en la tarde tiró un buscapiés que llevaba destinatario, pero aún no era visible.

La fundadora de Morena en Sinaloa renegó porque aunque trabajaba para aportarle a la 4T, había raza arribista.

Pues con la publicación de la lista, que además también dejó afuera al diputado José Manuel Luque, se conoció quién era el aludido.

Y hay que decir una cosa, porque nos consta como medio de comunicación, que antes de que llegara la ola de aprontados y nuevos políticos y críticos del sistema, María Isabel era de la raza que salía a las calles a protestar.

Era la dirigente municipal y era la que convocaba, llevaba cartulinas, las pintaba, las repartía y las cargaba, junto con otras tres o cuatro personas, solos, por la Obregón o en la plazuela.

Porque aunque Yadira Marcos andaba en esos tres o cuatro, nos parece más extraño que la Revolución haya tardado tanto para hacerle justicia a María Inés, que era la líder solitaria y cuya voz no se cansó nunca.

Que aunque le dieron un cargo en una dependencia, ahora le pichicatean y promueven y benefician a otra raza que ni al caso con los orígenes y la labor de Morena en Sinaloa.

Por eso es que sonó lo de la renuncia, que no dudamos si la haya presentado encabronada por el trato, pero que desde tercer piso se la negaron y la hicieron que la repensara por el fregazo que representa.

Los de Morena y el propio Gobernador, ¿qué esperaban que pasara? Sabemos que no son los únicos que se han quejado y que todo eso de los procesos de Morena, las encuestas que dicen hacer y hasta la repartición de géneros es mera simulación y que parece que esta raza acomoda, siempre, por chantaje o por compadrazgo.

Y tanto que se la recargan diciendo que son diferentes.

Esperen más noticias. Porque esto se ve que apenas empieza.

Después del drama que está montando Morena con las mentadas listas de candidatos por puestos de elección popular, salió el dirigente estatal de Morena en Sinaloa, Ángel Ulises Piña García, a decir que estaban muy felices.

Pues sí, el mito de que Morena Sinaloa tenía dirigente estatal es realidad, resulta que sí hay alguien que recibe el cheque para liderar el partido y no es el Gobernador Rubén Rocha Moya.

Piña García fue nombrado líder de Morena hace poco, en enero, para no dejar vacío el puesto. Sin embargo no se ha visto activo, a pesar de que el partido ya se encuentra en gestiones y preparación para las próximas elecciones.

El señor salió a decir que están bien contentos en Morena Sinaloa, pues ya se tienen asigandos seis de los siete lugares para diputaciones federales. Como si el mérito fuera de él.

Se entiende que alguien tiene que salir a opinar algo desde Morena Sinaloa, pero no es de a fuerza opinar para quedar bien, pues en el marco de esta declaración hay quienes son valiosos para el partido y se le están saliendo del huacal, como lo que escribimos antes.

Y María Inés no es la única, pues los morenistas sinaloenses han apuntado que no están conformes con la designación de los perfiles para candidatos.

Para decirlo claro, hay comentarios que han llegado a este medio de morenistas que le aplauden en público a Rocha Moya y a Mario Delgado, por las decisiones que se toman para el partido, pero han expuesto que ellos no han sido consultados y que las supuestas encuestas son mentira.

En un descuido la estructura de Morena en Sinaloa se desmorona como mazapán, porque el Gobernador no puede estar haciéndoles la tarea siempre.

También hay grupos organizados de morenistas fundadores que se han expresado en contra de las designaciones de Morena.

Aguas, Ángel Ulises Piña, pues a lo mejor pensabas que la tarea estaba fácil al ver que Merary Villegas Sánchez no hacía mucho al frente de Morena, pero la chamba está canija.

No es descabellado decir que cada tres días escribimos esto, pero en efecto, se difirió otra audiencia contra la pandilla que se siente dueña de la UAS, y adivine por qué, ¡por otra enfermedad! Claro que sí.

Algo que debemos reconocerle a los ex funcionarios de la UAS es que más de 20 audiencias diferidas después, siguen ingeniándoselas de formas cada vez más surrealistas para escaparse otro par de semanas de la justicia.

Ayer metieron un paquete muy completo para conseguir aplazar el juicio 1231/2023.

Un abogado dijo que está enfermo, pero sin justificante; otro abogado afirmó que no le alcanzaron dos meses y medio para recoger el expediente; y a otro directamente lo despidieron.

Y ya sabemos la cantaleta esquizofrénica con la que saldrán: que son sus derechos, que están apegados al proceso, que son ellos solos contra medio estado de Sinaloa. En fin, y llorar, y llorar.

De no ser porque sabemos el tipo de funcionarios que son, realmente nos preocuparía el riesgo que supone para la salud de los abogados ser defensores de los Madueña, Robespierre, Hectorín y los demás. Pero no, ya sabemos que es pura marrullería, puro teatro.

Lo peor de todo es que cuando la justicia dé otro pequeño pasito, como por ejemplo que cierto afín a el Maestro deje la silla de Rectoría, hoy prófugo de la revisión de medidas cautelares, los únicos perjudicados serán automovilistas y raza que sí chambea, porque efectivamente irán a hacer sus bloqueos a las calles.