Malecón

MALECÓN
12/08/2025 22:57
    Malecón es columna institucional de esta casa editorial. / malecon@noroeste.com
    En una adición más a este compendio de clips de mal gusto de la política sinaloense se sumó la petición de la dirigencia estatal del PRI, para que la raza y prensa dejen de llamar ‘Policías de Harfuch’ a los agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que encabeza precisamente Omar García Harfuch.

    Cascajares y cascarrabias

    De una brasa prendió el fuego el director del ISDE, Julio César Cascajares Ramírez, antes “El Chango” de los Tomateros de Culiacán, que desde que es servidor público se había acostumbrado más a recibir los leñazos que a aventarlos.

    Y pues ayer cuando parecía que todo era en plan de chascarrillo entre funcionarios del ISDE por presentar unos buenos resultados de nuestras y nuestros atletas sinaloenses en la Olimpiada Nacional de Conade, el director se acordó de unos cuantos a quienes mandó a saludar.

    “Ese mensaje es para todos que creen que porque tienen muchos años, que porque están bien con ciertas personas son dueños. Aquí nadie es dueño y todos somos reemplazables, ahora que estamos trabajando con sangre nueva se ocupan cosas nuevas, sistemas nuevos”, advirtió.

    La cosa pareciera no ser como tal al interior del Instituto, sino en todas aquellas asociaciones que apoyan en la captación de talentos, su formación, desarrollo y formación.

    Más entrado y bastante enchilado en su show, Julio Cascajares reveló que quiso tener una reunión con representantes de asociaciones a la que convocó a 53 y sólo siete atendieron el llamado, el resto hizo como que le habló la Virgen.

    La verdad es que sí llamó la atención el semblante de Cascajares, sobre todo porque en su figura pública siempre trata de mostrarse alegre en demasía, y ni qué decir de su mítico personaje del Chango en el beisbol.

    Pero ayer se puso un enojo que no se le vio ni cuando los Venados de Mazatlán llegaron a darle una buena zarandeada a los Tomateros en el viejo Estadio Ángel Flores. Tantito le faltó al amigo para poner a las asociaciones a bailar El Mono de Alambre.

    Entre tanto embrollo y mala vibra que se percibía, el director del ISDE fue incisivo en que habrá cambios para que los espacios del deporte sinaloense estén abiertos para todas y todos, sin cacicazgos ni malas conductas.

    Y esperemos que la haga buena, porque si bien en Sinaloa destacan grandísimos deportistas, cierto es que hay algún que otro vaquetón metido en diferentes disciplinas, que poco aportan a nuestras y nuestros distinguidos atletas y promesas deportivas.

    Problemas reales

    La vida política de Sinaloa últimamente ha sido una lágrima tanto por las grandes deficiencias que ha mostrado, como por momentos tan bajos y surreales, que ni Dios se lo cree y la ciencia no lo explica.

    En los últimos meses esos momentos nos los han regalado actores políticos como los diputados Serapio Vargas, el gran Rodolfo Valenzuela y alguna entrada a escena de Paola Gárate; en su momento la ahora Senadora Paloma Sánchez nos compartió que para ella ser pluri es muy a gusto, etcétera.

    Y en una adición más a este compendio de clips de mal gusto de la política sinaloense se sumó la petición de la dirigencia estatal del PRI, para que la raza y prensa dejen de llamar “Policías de Harfuch” a los agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que encabeza precisamente Omar García Harfuch.

    Por sí solo, el planteamiento del dirigente César Emiliano Gerardo Lugo ya es bastante absurdo, porque es querer imponer una forma de hablar; y algo hipócrita, bueno, no es como si desde la Oposición no se hubieran atrevido a decir “narcogobernantes” o cosas similares.

    Pero el principal agravante es que lo señala justo en un momento en el que quizá, sólo quizá, lo más importante no sea cómo se le conozca en el vox populi a los agentes, sino que estos entreguen resultados a la ciudadanía.

    En los últimos años se ha visto que, a partir de desbandadas o tensiones internas, el PRI en Sinaloa sólo ha ido perdiendo de a poco más fuerza, y con posturas de esta estirpe por parte de su dirigencia, que la verdad desde que entró en funciones casi que ni figura, pues no promete a que haya una remontada.

    Como dijimos hace algunas semanas, pareciera que Guatemala no era tan malo como Guatepeor.

    De penumbras al punchis punchis

    Primero la crítica se antojaba más para los descuidos de la Dirección de Obras y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Culiacán, por eso de las penumbras que cada vez se reportan más en diferentes zonas de la ciudad.

    Este hecho deja de manifiesto que no han cuidado a como deberían el changarro que les dejó encargado el ex Presidente Municipal de Culiacán, y uno de los más infravalorados cómicos involuntarios de la última década, Jesús Estrada Ferreiro.

    Lo decimos porque su programa de dotar de luces led a toda la ciudad, con lámparas buenas y modernas, fue simplemente olvidado por Juan de Dios Gámez Mendivil.

    Y pues sí, esto ya lo habíamos dicho, pero el colmo es que ayer por la noche el puente principal, de la avenida principal de la ciudad, estaba prendiendo y apagando sus luces como si alguien quisiera ambientar el momento al ritmo del punchis punchis.

    Imagínese usted, cuando su hijo inaguantable se halla un interruptor del foco y lo prende y apaga una “n” cantidad de veces.

    Pues eso ocurrió ayer, y aunque creíamos al principio que se trataba de alguna prueba para checar la infraestructura y el servicio, el ejercicio ya resultaba exagerado.

    Es entonces cuando se deben hacer esas llamadas que nadie se imagina: oigan, ¿quién está prendiendo y apagando las luces del puente de la Obregón?, ¿por qué razón?, ¿le faltará mucho?, ¿se sabe la de la cuichi culichi?

    No cabe dudas que le falta ponerse las pilas en este departamento al Ayuntamiento, ojalá que ya dejen de ver monos chinos o cualquier streamer que sigan y ahora sí desquiten lo que se le paga a Julio Duarte, a sus familiares y amigos.