El tema de la violencia en Sinaloa tendrá un episodio de análisis en Mazatlán cuando se reúnan este viernes y de manera ultraprivada funcionarios para realizar la mesa de diálogo para la Seguridad y Desarrollo Económico.
El tema no es para nada algo fácil de resolver, tomando en cuenta lo extraordinario del contexto.
La cita, según nos contaron, es a las 12:00 horas, en el salón Los Espejos de la Casa Club El Cid.
Para esta reunión están convocados empresarios, miembros de sectores sociales, diputadas y diputados del Congreso de Sinaloa, el Secretario de Seguridad Pública Estatal, el Alcalde (aunque al parecer mandará en su representación al Secretario de Seguridad Pública de Mazatlán, Jaime Othoniel Barrón Valdez).
A pesar de ser muy importante esta reunión, esperemos que no sea muy secreta y permitan el paso de los medios de comunicación.
Veremos qué información comparten.
llegan a Culiacán
A pesar de que los brotes de violencia y noticias mortales no han mermado mucho con el paso de los días en Sinaloa, una de las noticias que más llamó la atención ayer fue la llegada de otro grupo de elementos del Ejército Mexicano, pertenecientes a las fuerzas especiales.
La noticia de alguna manera da tranquilidad por la importancia del rango y la efectividad qué históricamente esta tropa ha alcanzado en la mayoría de sus misiones.
Pero además se anunció la llegada de una decena de vehículos de reconocimiento que hace relativamente poco la Secretaría de la Defensa Nacional acaba de adquirir, los vehículos blindados Ocelotl.
Estos representan, junto a los helicópteros artillados, la tecnología bélica más avanzada con que cuenta nuestras fuerzas militares y las han traído a Culiacán para ayudar a aminorar la amenaza y poder alcanzar la paz.
También hemos visto que hay actividad aérea y de inteligencia, justo como habían adelantado desde el gobierno después de la reunión con el gabinete de seguridad pública federal.
Insistimos, la importancia que le están dando el Gobierno federal a nuestro problema parece que ya está equiparable para su tamaño.
Una decisión y acciones que llegaron justamente un mes después, solo faltaba qué dejaran de estar aferrados a que no pasaba nada y que todo estaba controlado. Tercos.
el Alcalde
Tenemos días insistiendo en la inexistente figura de Juan de Dios Gámez Mendívil como Alcalde, en medio de una crisis de violencia que azota al municipio que él gobierna.
Sí lo vimos ayer qué salió con el Gobernador Rocha Moya a saludar locatarios del Mercado Garmendia, pero ¿y?
Como dijimos hace algunas ediciones, parece que Juande vive en una realidad alterna y extraña, como que entra a su despacho, abre una puerta secreta como si fuera Narnia, y aparece en un Culiacán en paz, donde todo es felicidad, mientras que la realidad pasa por encima de la ciudadanía.
Es eso o ya se terminó el catálogo de Netflix durante esta narcopandemia.
Es lamentable que un Presidente Municipal sea indiferente a su municipio, que un funcionario busque a toda costa eludir sus responsabilidades y nadar de muertito una ola de violencia como la actual.
Hasta se ha convertido en un meme que, mientras en un lado de Culiacán aparecen persona sin vida o se registran balaceras, en el otro luzca la mayor autoridad de la ciudad encabezando cuanto evento se le ocurra, con tal de ignorar nuestra realidad.
Es una grosería que en un mes de violencia, Juan de Dios Gámez no haya dado un posicionamiento contundente, firme, que se haga notar sobre la inseguridad y el plan para combatirla.
Ni siquiera, insistimos, informar qué pasa con su Policía Municipal y por qué tiene un mes desarmada.
Lo peor es cuando sale, como ayer, que se aventó una de esas declaraciones que solo exhiben y confirman lo que estamos diciendo.
El Alcalde pidió a la ciudadanía que “tengan esperanza de que esto va a mejorar”, como si la seguridad en el municipio no estuviera dentro de sus obligaciones.
Ya tenemos miedo de que hayan reformado la Ley de Gobierno Municipal del Estado sin enterarnos, y que los alcaldes no estén obligados a garantizar la seguridad en sus localidades, porque si no, no nos explicamos que haya tenido la osadía de decir eso en un momento en que a las 7 de la noche la ciudad se guarda completa por temor.