Malecón

MALECÓN
09/05/2025 00:24
    No sabemos cuántos militares quedan en Sinaloa hasta ahora, pero dudamos mucho que sean los 12 mil que en algún momento presumieron las autoridades federales. Sabemos que es algo que no nos van a comunicar pero no es necesario, los criminales ya olieron el vacío y lo llenaron a punta de balazos.

    El abucheo que lo persigue

    En uno de los festejos por el 50 aniversario del Instituto Sinaloense de la Cultura abuchearon al Gobernador Rubén Rocha Moya con sólo mencionarlo, pues en su discurso la titular de la Secretaría de Educación Pública de Sinaloa lo nombró y pues los gritos comenzaron.

    “Esto es cultura, no política”, se escuchó entre la multitud que gritaba en rechazo al Mandatario.

    Este hecho quedó registrado en varios videos que ya circulan en redes sociales.

    De pena la situación que pasó Gloria Himelda Félix pues no supo ni qué hacer cuando la multitud rechazó la idea de que el evento se relacionara con el Gobernador.

    Lo más curioso es que justo el lunes de esta semana, el Gobernador le pegó una regañada sin sentido a la titular de la SEPyC en la conferencia de prensa La Semanera por no tener a la mano un nombre. Este regaño ocurrió en vivo y enfrente de sus colegas funcionarios estatales, y además quedó registrado en video.

    Ande, pues, por andar de quedabién ahora quedó peor con el Gobernador pues no iba al caso mencionarlo en el espacio cultural y la gente no se lo perdonó. Pero lo que vale pensar es que tras varios días de violencia descarada en el estado y con el miedo y la zozobra a flor de piel, la gente tiene cada vez menos tolerancia a este tipo de gestos políticos innecesarios.

    Jirafa, cuentas y caos

    Luego de cinco meses de absoluto silencio, el director del Zoológico de Culiacán, José María Casanova, finalmente dio la cara tras una serie de irregularidades que salieron a la luz, pero parece que ahora se siente libre de culpa.

    Según su comunicado, las irregularidades encontradas durante el proceso de entrega-recepción del zoológico no son responsabilidad de la nueva administración, sino del anterior director, quien estuvo al frente de la paramunicipal durante 12 años.

    Casanova parece haber encontrado la justificación perfecta para no cargar con el peso de los problemas heredados, pero esta respuesta llega cuando la situación ya ha estallado.

    El Zoológico de Culiacán, tras las revisiones realizadas, dio a conocer la falta de documentación legal de varios ejemplares, discrepancias entre el inventario y los animales presentes, la ausencia de planes de manejo para más de 200 ejemplares y la omisión de informes anuales a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales por más de 10 años. Además, el lugar se recibió en un estado deplorable, con condiciones físicas y estructurales deficientes y un trato indigno hacia los animales, según lo señaló el propio comunicado.

    Durante los primeros meses de su gestión, Casanova se mantuvo completamente alejado de cualquier asunto relacionado con la falta de transparencia y las condiciones del zoológico.

    De hecho, el director ni siquiera se pronunció ante el escándalo de la desaparición de una jirafa, que se convirtió en tendencia nacional a finales de 2024. En ese entonces, Casanova se limitó a decir que cuando asumió el cargo, la jirafa ya no estaba en las instalaciones.

    Curioso que, ahora que la nueva administración ya tiene algo que culpar, Casanova se atreva a romper su silencio y asumir su papel de “comunicador”. Pero durante todos estos meses se mantuvo al margen, sin buscar soluciones o rendir cuentas por las deficiencias de su gestión. Para acabar pronto, nunca se asumió responsable del asunto.

    El valle ardiendo

    Desde que la guerra comenzó, el valle agrícola de Culiacán no ha dejado de ser escenario de hechos violentos de todo tamaño. Los agricultores de esa zona ya no sienten lo duro sino lo tupido pues ni siquiera pueden ir a sus campos por el riesgo que corren.

    A más de uno lo han bajado a punta de arma larga de sus camionetas y batallan todos los días para completar sus plantillas laborales porque la gente local no quiere o no puede ir a trabajar.

    Ayer, un par de militares resultaron heridos en la comunidad de Villa Juárez, en Navolato. Fueron atacados por civiles armados y no se reportaron detenidos. Esperemos que se recuperen lo mejor posible.

    Villa Juárez es un lugar donde viven miles de trabajadores agrícolas y donde se han suscitado diversas balaceras, enfrentamientos, asesinatos y desapariciones. De modo que urge que la presencia militar no se afloje, más ahora que la temporada agrícola le quedan tres-cuatro semanas para finalizar.

    Villa Juárez está en disputa entre las facciones y eso no pueden pasarlo por alto las autoridades, si no quieren luego ser corresponsables de una desgracia más grande.

    Y la violencia se hace estatal

    La violencia regresó con más fuerza y otra vez los sinaloenses estamos viviendo situaciones que parecían superadas.

    Por ejemplo, ayer supimos que la Maxipista volvió a ser bloqueada a la altura de Elota, ahí a unos cientos de metros de la base de la Guardia Nacional de Boscoso, que ya nos quedó claro que sólo sirve de adorno o para acordonar la zona cuando hay que quitar un tráiler quemado.

    Además de ese, hubo otros seis bloqueos en Mocorito, Culiacán, Navolato y Angostura. Éste último un municipio que no había sido tan golpeado por la violencia pero que ayer se mantuvo buena parte del día en tensión ante un bloqueo registrado entre Chinitos y el Gato de Lara y varios videos en redes que mostraban los desplazamientos de grupos armados en la zona.

    Cada vez se nota más que la disputa ya cobró relevancia estatal y que la abrumadora presencia militar que se logró al principio ya no es tal.

    No sabemos cuántos militares quedan en Sinaloa hasta ahora, pero dudamos mucho que sean los 12 mil que en algún momento presumieron las autoridades federales. Sabemos que es algo que no nos van a comunicar pero no es necesario, los criminales ya olieron el vacío y lo llenaron a punta de balazos. Nomás queda ver la soberbia con la que graban sus atrocidades y las comparten en redes sociales para empujar su discurso de poder violento.

    Tronaron los chicharrones

    Resulta increíble que en medio de una situación tan crítica que atravesamos como estado, uno de los poderes del Estado como el Legislativo llama más la atención por situaciones dignas de una comedia de situación, que por aportes reales y contundentes para salir del mal momento.

    Tampoco podemos sorprendernos que a estas alturas el Parlamento, acaparado por los cuatroteístas, cuatroteístas verdes y cuatroteístas con ascendencia de otros colores, le hagan el caldo gordo al Poder Ejecutivo que se mira rebasado por la crisis.

    Y la oposición, tan minoritaria como denigrada por la ciudadanía por sus antepasados, poco ha podido hacer más allá de posicionarse al respecto, o al menos intentarlo.

    Ayer se calentaron los ánimos entre la Presidenta de la Mesa Directiva, Yeraldine Bonilla Valverde, que hizo y ordenó hacer exactamente lo que se le antojó cuando la Diputada Paola Gárate, del PRI, intentó subir a pronunciarse sobre el Día de las Madres desde un enfoque diferente.

    Se imaginarán que sobre este tema pasaron a hablar representantes de Morena y hasta del PAS, dándole por el lado amable que debería representar este 10 de mayo, pero ante el arranque más reacio de Gárate, la Diputada Yeraldine optó por ahorrarse cinco minutos de reclamos y mandar a apagarle el micrófono a la priista.

    Ahí que sí, en la casa del pueblo nomás sus chicharrones truenan.

    Cierto es que Paola Gárate tampoco tiene reputación de ser la figura política más mesurada para expresar sus opiniones, pero finalmente es una representante popular que quiere dar su punto de vista en torno a un tema de interés público, como lo es el Día de las Madres.

    El roce entre ambas diputadas no es algo nuevo, pues desde hace rato es notorio que entre el temperamento de la Diputada Yeraldine y el carácter de Gárate nomás no hay por dónde tomar esa relación.

    Imagínese cómo se puso la discusión entre ambas, que el mismísimo Serapio Vargas Ramírez hizo la lucha por poner orden, pero acá a la sorda con los asesores de las diputadas, no vaya a ser que también saliera regañado por la Diputada Yeraldine.