José Manuel Salas / Noroeste Culiacán
Como se publicó en Palestra, este año arranca la carrera a la Gubernatura. Y ello implica ir acomodando el tablero.
Así que se acabó el gobierno de cuotas. Ahora queda el de los puros cuates que encajen en el proyecto Malova-Gerardo Vargas.
O en otras palabras: El que quiera participar se tiene que alinear, sea quien sea, pareciera que es el mensaje.
¡Ah, por cierto! Ni intente analizar los cambios con base en perfiles.
Al margen de los señalamientos, veamos:
De la Secretaría de Desarrollo Económico salió Roberto Cruz Castro, mochitense panista, de quien dicen fue tocado por Juan Millán Lizárraga.
En su lugar, entró Aarón Rivas Loaiza, priista y ex Alcalde de Culiacán, y afín a Malova.
Luego, en esa misma secretaría, sale Carlos Hermosillo Jacobo, panista cuota de Eduardo Ortiz Hernández, y entra (¡por Dios!), Guadalupe Robles Medina, ex Diputado federal, comerciante farmacéutico de Mocorito y también del PAN, pero es cuota de Guadalupe Carrizoza Cháidez, el Diputado del blanquiazul que cuestionó a Cruz Castro durante su comparecencia en el Congreso.
Carrizoza es gente de Gerardo Vargas Landeros, Secretario General de Gobierno, y le opera dentro de Acción Nacional.
Y de la Dirección de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, sale Gerardo Luis Mercado Ponce, del grupo del panista doctrinario Rafael Morgan Ríos, y entra Ramón Alberto Gutiérrez Payán, secretario general del PAN, el segundo de Edgardo Burgos Marentes, criticado por haber vaciado a Acción Nacional... de su doctrina.
La parte cómica es en el Conalep, cuya misión es "Formar profesionales Técnicos a través de un Modelo Académico para la Calidad y Competitividad".
De ahí salió el ahomense y perredista, Ildefonso Medina Robles, y entró ¡Alejandro Higuera Osuna, el panista ex Alcalde de Mazatlán!
Al priista Evelio Plata Inzunza, ex Presidente Municipal de Navolato, le hicieron espacio en la CEAPAS.
Ahí estaba Vicente Urías López, pero lo mandaron al Instituto Sinaloense del Deporte. Eso significa que por fin se le hizo a Juan Ernesto Millán Pietsch, quien desde antes de que saliera Armando Leyson Castro del ISDE, quería tomar el control del instituto que legalmente depende de su Secrteraría de Desarrollo Social.
El "Kory" acudió a Malova y éste le dio el favor. Así que en el ISDE se quedó Juan Pablo Urías Ramírez, gente del Kory pero con plazo al 31 de diciembre. Al menos, alcanzó a cobrar dos cheques.
Y pues bien, el "nuevo" director del ISDE, Vicente Urías, ya estuvo al frente del Deporte en el sexenio de Juan Millán. Más claro ni el agua.
Será mañana cuando Malova oficialice los nombramientos, pues hoy andará de gira en Mazatlán y en la Ciudad de México.
Mal por la Comisión de Derechos Humanos
Cuando aprobaron el presupuesto de egresos del Estado, no hubo ninguna manifestación por parte de los legisladores para advertir sobre la gravedad del recorte a la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Sinaloa.
Una reducción al presupuesto que no fue cosa trivial, pues de 32 millones de pesos que recibió en 2013, para el presente año sólo contará con cerca de 24 millones.
Esta situación ha llevado al organismo a despedir personal y a cerrar oficinas en Guasave y El Rosario, lo que seguramente repercutirá en una falta de atención en un tema tan sensible, como es el de los derechos humanos, que tanta falta hace fortalecer, en vez de debilitar.
Lo criticable es que al levantar la mano para aprobar el presupuesto, el mes de diciembre pasado, los diputados simplemente aprobaron sin entrar a ver las repercusiones.
Vaya, ni siquiera los de la propia Comisión de Derechos Humanos respingaron. Por cierto esta comisión es presidida por la Diputada Sylvia Myriam Chávez López, y es integrada además por César Fredy Montoya Sánchez, Claudia Liliana Valdez Aguilar, Guadalupe Carrizoza Cháidez y Sandra Yudith Lara Díaz.
Mal mensaje están enviando a la ciudadanía.
El regateo
En una comparación sencillita, Mazatlán le paga al Estado 20 millones de pesos por la maquila del Predial, sólo por eso, una buena cantidad.
Ah, pero el caso es que para este año el Congreso del Estado sólo autorizó 24 millones de pesos para la operación de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
¿No le parece absurdo esa cantidad para un organismo donde se recaban las quejas contra el abuso de poder? Es de risa, pero una realidad.
La otra realidad es que por falta de recursos despidió gente y cerró oficinas.
Lo peor todavía, porque hay algo peor, es la forma en que cesó a los trabajadores, pues así de un día para otro les pidió dejar sus cargos, no los liquidaron, no les ha respondido y tampoco les ha entregado carta de recomendación.
Además anunció que faltan más por despedir.
No se sabe qué es peor si lo que está pasando o que el presidente, Juan José Ríos Estavillo, se haya negado a hablar del caso, es más, mandó decir con sus colaboradores que no diría nada al respecto.
Dicen que el calla otorga, pero señor Ríos Estavillo ¿qué garantía tienen los sinaloenses con la Comisión que preside si el organismo no le da la cara a gente que colaboró por años con ustedes?
Malecón es columna institucional de esta casa editorial.
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