"Carta mazatleca a AMLO"

Arturo Santamaría Gómez

santamar24@hotmail.com

Cuando usted visitó Escuinapa, Presidente, le escribí una carta, y hoy lo vuelvo a hacer. No sé si usted tenga tiempo de leer los periódicos locales, pero espero que sus colaboradores sí y le hagan llegar esta segunda misiva.

Para que no tenga desconfianza de lo que aquí escribo debo decirle que desde esta columna, con mi trabajo educativo, y años antes con el activismo social y político, he luchado por un País más democrático y justo al igual que usted, incluso desde que usted y yo fuimos parte de la misma generación de estudiantes en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, tal y como se lo mencioné cuando presenté en Culiacán su libro “Un Proyecto Alternativo de Nación”.

Dejando el paréntesis, quiero expresarle mi seria preocupación, y le puedo asegurar que es la de miles de sinaloenses, por lo que sucede en los gobiernos de Morena en Culiacán, Mazatlán y Los Mochis. Ya le habrán llegado los informes de las desafortunadas administraciones de Estrada Ferreiro y Billy Chapman en la capital del estado y en la ciudad más joven de Sinaloa. En esta ocasión no hablaré de ellas, sólo me centraré en Mazatlán, la ciudad en la que vivo.

Aquí en este puerto, Presidente, las cosas no son tan graves como en las otras dos ciudades grandes del estado, pero del Ayuntamiento de Mazatlán salen muchas denuncias, acusaciones y declaraciones tronantes pero no políticas públicas y estrategias de desarrollo claramente definidas. Es más, no hay todavía un Plan Municipal de Desarrollo, sólo ocurrencias.

“El Químico”, Luis Guillermo Benítez Torres, a quien muchos apoyamos, incluso, como fue en mi caso, con frases entusiastas durante su campaña, trata de reproducir a nivel municipal decisiones que usted toma e incluso busca imitar su estilo declarativo, pero ha sido poco afortunado. Pues sí, porque no tiene claro por dónde ir. Su gobierno no ha sabido llevar al plano local la Cuarta Transformación porque no ha definido las líneas maestras del gobierno de Morena en el municipio de Mazatlán.

“El Químico”, del que muchos dicen, y él mismo, que es amigo de usted, ofreció un talante esperanzador cuando en los primeros días de su gestión defendía la autonomía del Ayuntamiento ante la injerencia del Gobierno estatal en decisiones que sólo le competían al Municipio, y se enfrentaba a empresarios que abusaban de los recursos públicos; pero poco tiempo después, quizá por realismo político, quizá porque midió sus pocas fuerzas ante las del Gobernador y empresarios muy poderosos, o por lo que usted quiera, pero su imagen empezó a resquebrajarse.

Pero, seamos optimistas, pensemos que está en un periodo de aprendizaje y que ya pronto ofrecerá planes de gobierno firmes y claros. Sin embargo, Andrés Manuel, (ya me salieron ganas de tutearlo apelando a la misma pertenencia generacional universitaria), quizá lo más grave es que no sé de dónde les salió un espíritu burdamente autoritario a varios funcionarios del gobierno del Alcalde mazatleco, totalmente contrario a lo que uno esperaba de un gobierno de Morena.

Hay varios casos, pero el más inmediato y que ha causado la primera manifestación social pública contra funcionarios del gobierno local, es la protesta del maestro de teatro, Ramón “Polo” Gómez, por el abierto desalojo del espacio donde se impartían las clases de actuación. Y no tan sólo eso, el maestro, numerosos artistas e incluso empleados administrativos y de intendencia del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de la localidad hablan de una atmósfera asfixiante, de amenaza constante, de un trato despótico y grosero de los que deberían ser funcionarios secundarios del director, Óscar Blancarte, un prestigiado cineasta mazatleco -de quien estoy seguro, Paco Ignacio Taibo II y su señora esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, vieron su película “La Promesa”, situada en El Recoveco, Mocorito, el pueblo más lector de todo México, y por eso decidieron inaugurar ahí el Plan Nacional de Lectura-, pero resulta que no, se le han encimado, no lo dejan actuar; bueno, pues esos funcionarios menores, Linda Chang, José Ángel Tostado y otro personaje más, dicen tirios y troyanos del medio artístico de Mazatlán, están arruinando una labor de casi tres décadas de desarrollo cultural de este puerto que es, sin duda, el más importante de Sinaloa y de gran parte del noroeste mexicano. ¡Estos funcionarios, sin ninguna trayectoria artística ni cultural están dirigiendo de facto al Instituto de Cultura y lo pueden hundir!

El gran problema, me dicen los enterados, es que la señora Linda Chang, es sobrina política de la esposa del Alcalde. 

Desafortunadamente, cuando algunos gobernantes permiten que sus esposas y otros familiares se involucren en sus decisiones se mezclan intereses y emociones que llevan al traste los mejores planes. Para empezar, los emparentados con la gente que tiene poder se sienten intocables, y por su inmadurez dan al traste con todo. Si lo anterior fuera poco, Presidente, estas personas, como muchas más en los gobiernos de las ciudades de Sinaloa que le he mencionado, no tienen ni la más mínima trayectoria en las luchas sociales y democráticas que dieron origen a Morena, ni comparten sus valores ni sus metas. Se lo aseguro con todas las de la ley. No sé que hacen en los gobiernos de Morena. Bueno, sí sé: están tirando por la borda las metas locales de la Cuarta Transformación. Y ya viene 2021. Por fortuna, el jueves pasado “El Químico” reaccionó y enmendó la plana designándoles un nuevo espacio a los estudiantes de teatro.

No le doy buenas noticias, pero sea bienvenido nuevamente a esta ciudad que le ha entregado su voto mayoritario  y confianza.