"Ciudades sin futuro"

Esta columna se inicia el día de hoy para compartir y deliberar sobre la obra más grande que el ser humano ha hecho en su corta historia en este planeta: La ciudad.

Las ciudades son ecosistemas artificiales que se componen a su vez de infinidad de pequeños ecosistemas adaptados a las necesidades generalmente del ser humano. Las necesidades que se nos ha hecho creer que son las mejores para nosotros. Desde un jardín, una plaza, un parque, una calle o una casa.

Un ecosistema, dice la definición, es un sistema biológico constituido por una comunidad de seres vivos y el medio donde viven. Un ecosistema debe tener todos los elementos para que exista equilibrio y orden entre ellos y se logre una perfecta convivencia.

Al planeta tierra se le calcula una antigüedad de más de 4 mil millones de años, la aparición del ser humano data de unos 300 mil años y las primeras ciudades se conforman hace apenas 5 mil años. Sin embargo, el desarrollo urbano como hoy lo conocemos data de trescientos años a la fecha con una explosión inédita en los últimos cien años. De la larga historia del planeta, es en esta última centuria donde ser humano ha construido las grandes ciudades que hoy conocemos; pero también ha destruido grandes escenarios de belleza natural con el afán de amoldarlos a sus necesidades para sobrevivir.

Hoy la población mundial, cada vez más urbanizada, se debate por un futuro ya no tan incierto. Científicamente está comprobado que vamos por camino equivocado, pero la misma ciencia que nos lo dice nos empuja y nos impide detenernos.

En toda la historia de la humanidad, somos ya la primera generación que entregará a nuestros hijos un planeta en peores condiciones del que recibimos. Seguimos desarrollando (salvo contadas excepciones) ciudades sin futuro. Ciudades no pensadas donde lo individual se impone sobre lo colectivo. Pareciera que el objetivo fuese hacer de las ciudades solo un conjunto de refugios seguros para la gente, solo con posibilidades de salir de ellos para el abastecimiento con todo el riesgo que ello implica.

La ciudad es un ecosistema, es un espacio donde muchos seres vivos (no sólo los seres humanos) convivimos (o debiésemos convivir) sin correr grandes peligros. Es un espacio compartido. Un lugar donde la naturaleza está siempre presente y debiésemos valorarla como algo inherente a nosotros y nuestro medio y no como un accesorio adicional a nuestro contexto.

Amigo lector, te invito todos los lunes y los jueves donde compartiré este espacio de comunicación para intercambiar experiencias y reflexiones sobre nuestros ecosistemas, nuestras ciudades y los lugares que este planeta nos ofrece y debemos sostener como una responsabilidad dirigida a las nuevas generaciones que ya desde temprana edad nos están mostrando la preocupación por lo que venimos haciendo (o no haciendo).

 

 

Semblanza

Arquitecto, especialista y asesor en Pensamiento Estratégico Urbano por CIDEU, Maestro en Arquitectura (tecnología de medio ambiente) por la UNAM y Doctor en Geografía por la Universidad Autónoma de Barcelona. Promotor de ciudades sostenibles y profesor e Investigador en la Universidad Autónoma de Sinaloa.

jccarras@hotmail.com