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"LA NUEVA NAO"

"Conversar contigo una noche..."

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LA NUEVA NAO
21/04/2019

    Hay un refrán chino que dice, “conversar contigo una noche, es mejor que pasar diez años leyendo libros”. Se ha dicho que leer libros es como conversar con las mentes más grandes de la historia, y yo que soy un lector empedernido no podría estar más de acuerdo; pero una conversación con gente brillante no la cambio por nada. Esto acaba de pasarme la noche del sábado.
    Como le refería la semana pasada, acabo de recibir a dos médicos investigadores del IMSS aquí en China: la doctora Hermelinda Salgado y el doctor Rodrigo Mondragón. Vienen a dar una ponencia acerca de métodos de reconstrucción de médula ósea, al congreso de traumatología más importante de China: Zhejiang Trauma, en su décima edición. Este sábado los organizadores nos llevaron a recorrer el Departamento de Traumatología del Hospital Universitario y después de eso nos llevaron a cenar al hotel sede. En nuestra mesa estábamos nosotros tres, más el doctor Zhong Wang, cardiólogo y profesor en el Centro Cardiovascular Frankel de la Universidad de Michigan, y el doctor Munetaka Hayashi, director del Departamento de Medicina de Emergencia del Hospital Fujigaoka, en Yokohama, Japón.
    La conversación fue memorable. Los doctores no hablaron de medicina; sino de todas las cosas que la rodean: lo primero fue la diferencia de los sistemas educativos en Oriente y Occidente y de cómo fomentan o inhiben la creatividad del alumno, y por lo tanto el espíritu de investigación. Luego hablaron de educación temprana para el fomento de la curiosidad en los niños, y finalmente del estado de las políticas nacionales e internacionales de hoy en día. En este último tema hubo acuerdo acerca de que en muchos países, estamos viendo políticas de ensimismamiento, de subrayar fronteras y de olvido de la cooperación con otros.
    Al final, la conclusión fue que el rol que juega la ciencia, siempre crucial, lo será aún más en los años por venir ante esta nueva realidad de nacionalismos. Los científicos no reconocen fronteras: la ciencia es ciencia en México, en China y en Madagascar. En estos eventos en los que en una mesa pueden departir e intercambiar ideas personas de varios continentes, se resalta la cualidad humana de la cooperación desinteresada y por el bien común. Necesitamos más viajes, más conversaciones y más intercambios de este tipo. Necesitamos más conversar una noche entera y aprender del otro en vez de perder diez años leyendo teorías que no son aplicables, o que reflejan mundos que ya no son, visiones que ya no son válidas.
    El autor es académico ExaTec y asesor de negocios internacionales radicado en China

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