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"Observatorio"

"El crucigrama del Gobernador"

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OBSERVATORIO

    Faltan piezas al acuerdo social
     
     
    La quietud del poder no es el elemento en el que le gusta nadar de muertito a Quirino Ordaz Coppel. Ayer, con el cambio de Secretario de Seguridad Pública, refrendó que le apasiona navegar en aguas turbulentas, aunque esa porfía lo lleve a remolinos de discordia como el que hoy sacude la nave estatal, al sustituir a Juan Habermann Gastélum y Martha Robles Montijo, por Jesús Valdés Palazuelos y Álvaro Ruelas Echave. 
    Se había echado Ordaz Coppel un tercio de los 58 meses que le toca gobernar, en el escenario de aprobación e inclusive transitó el histórico proceso electoral sin señalamientos de entorpecer el avance democrático, hasta que la destitución de los secretarios de Agricultura y Desarrollo Urbano lo confrontó con sectores económicos claves de Sinaloa.
    Un mal cálculo político, o tal vez un error garrafal de asesoría, lo ponen en la encrucijada de rectificar o empezar los últimos tres años de su administración conflictuado con los sectores agrícola, empresarial y urbanista, precisamente en el momento que requiere más que nunca del pacto social frente a la nueva correlación del poder público que le es adversa.
    Hace siete días que Ordaz Coppel decidió poner a Jesús Valdés en Agricultura y Álvaro Ruelas en Desarrollo Urbano sin que cese la inconformidad en organizaciones de bastante peso. La sola protesta de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán y de la Coparmex Sinaloa inquietaría a cualquier mandatario.
    Fue como colilla ardiente de desmesura, tirada en la reseca estepa del absurdo, que hace correr el fuego del disenso sin acercar antes el agua del acuerdo. Inexplicable, por donde se le vea, la decisión de modificar el Gabinete no va contra la facultad que el Jefe del Ejecutivo estatal tiene para hacerlo, pero sí operan para el desencuentro la forma y el tiempo en que lo hizo.
    Se trata de una coyuntura complicada para los gobiernos locales. Las acciones de austeridad y de compactación del poder que anuncia Andrés Manuel López Obrador pretender reducir influencia e investidura de los gobernadores, ajustándolas a un modelo donde lo federal predomine sobre lo estatal y municipal.
    Además, la mayoría calificada que logró el Movimiento Regeneración Nacional en la 63 Legislatura local, próxima a instalarse, hace obvio el despilfarro de la concentración que debiera ocupar a Quirino Ordaz en construir andamios de gobernabilidad hacia una izquierda que trae el chip amloísta, sin ser urgente de momento el rescate de priistas desplazados de los cargos de elección popular.
    Ordaz Coppel necesita reunificar en torno al Gobierno del Estado a actores políticos, económicos y sociales, no de momento a los elementos del PRI que le son afines. Con el Gabinete que lo había acompañado los primeros 18 meses, que él mismo presumió como el equipo estrella, tenía el consenso necesario para armonizar sus políticas públicas con la sociedad. Con los ajustes que realizó afectó tal alianza social.
    Ayer la Academia Nacional de Arquitectura, capítulo Sinaloa, le enumeró públicamente los logros de Martha Robles en la Sedesu y recriminó los avances que se ponen en riesgo al ser relevada en el cargo. El lenguaje de este y de otros posicionamientos surgidos en contra de los cambios en el Gabinete nunca había sido tan exigente en el primer tercio del periodo quirinista.
    Al crucigrama que se resuelve entre el Gobierno y los sectores productivos le faltan palabras claves. Entendimiento, cabildeo, consenso y prudencia son algunas. En Salud, el agotamiento de Alfredo Román Messina, y en Seguridad el ciclo cerrado del General Genaro Robles Casillas, justifican los relevos. En Agricultura y Sedesu faltan las explicaciones.
     
    Re-verso
    Se le ocurre al capitán,
    Retar las mareas bravas,
    Cuando la nave hace aguas,
    Y todos rezando están.
     
    Relevo de generales
    El cambio en la Secretaría de Seguridad Pública, con el arribo del General Fermín Hernández Montealegre, se cuece aparte. La opinión pública lo ha pedido al percibir que se avanza poco en la recuperación de paz y estado de derecho, aunque falta calar a quien ya es señalado por dirigir el equipo Pegasus, con el cual el Gobierno de Enrique Peña Nieto espió a periodistas y activistas sociales.

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