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"EN TRIBUNALES"

"¿El que nada debe nada teme?"

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    david@bufetealvarez.com

     

    Como sabemos, el Congreso del Estado solicitará la comparecencia de los alcaldes de Culiacán y Mazatlán, para que les informen de varios temas que se consideran de importancia por los diputados locales.
    Como lo esperaba (hasta gané una apuesta a un compadre), los dos alcaldes salieron con que el Congreso del Estado no tiene facultades legales para obligarlos a comparecer y que, si ellos van, será porque quisieron ir y no por estar obligados.
    Desde el punto de vista estrictamente legal, los alcaldes tienen razón. No hay fundamento legal que faculte al Congreso del Estado a obligarlos a comparecer, al menos no en la “vía” en que lo hicieron.
    Pero eso no quiere decir que no existan otras vías legales para obligar a los alcaldes a que, tarde o temprano, asistan al Congreso del Estado.
    Por ejemplo, si se presenta una solicitud de juicio político, los señores alcaldes van porque van o se atienen a las consecuencias legales de su inasistencia.
    No me extraña lo que han dicho ambos alcaldes, porque no se le pueden pedir peras al olmo. Lo que han dicho está en su naturaleza y los retrata de cuerpo entero, tal como son: Prepotentes, enloquecidos de poder y tontos.
    Si el que nada debe nada teme ¿Qué tanto miedo le da al Químico asistir al Congreso del Estado? ¿Será que teme que ahí lo desenmascaren con el tema de los permisos de construcción ilegales ya expedidos y que se siguen expidiendo?
    Independientemente de si este relajo llega a los tribunales en caso de que alguna ONG le entre al asunto, es obvio que la factura será cobrada en las próximas elecciones.
    Cualquier posibilidad o aspiración que tenga el Químico en ser Gobernador del Estado (de ese tamaño la locura) o reelegirse como alcalde, o pasarle el poder al “presidentito”, ellos mismos se han encargado (eso si hay que reconocerles que con eficacia) de irla destruyendo consistentemente.
    Es más, están haciendo el trabajo mejor que sus adversarios, lo que me recuerda una frase que más o menos dice: “Cuando tu adversario este haciendo pendejadas, no lo interrumpas”.
    ¿De veras nada deben y de veras nada temen? Lo dudo.

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