"Estavillo: como dice una cosa dice otra"

El Fiscal General del Estado, Juan José Ríos Estavillo, gusta de acomodar los tecnicismos legales según la conveniencia.

En ocasiones, cuando se le ha pedido información de algunos casos, responde que no puede decir nada porque podría vulnerar el debido proceso, lo cual implicaría que el acusado o acusada pueda salir libre con ese pretexto.

Pues bien, ayer no le pareció prudente guardar ese silencio profesional y soltó a los medios que Enrique Inzunza Cázarez fue demandado penalmente por acoso sexual y que la demanda contra el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado había ingresado apenas hace 72 horas antes de esa declaración a los medios.

Inzunza Cázarez se dijo sorprendido y que incluso ignoraba tal cosa, o sea que, al parecer, aún no era notificado.

Parece que Estavillo como dice una cosa dice otra. 

Cuando no quiere rendir cuentas a la sociedad ni a los diputados, como ha sucedido, se aferra a la reserva de la información para no vulnerar el debido proceso, pero su pecho no es bodega cuando se trata de su archienemigo (todo mundo sabe de esa añeja rivalidad de egos entre Estavillo e Inzunza).

Presiones en el 
Poder Judicial

En los pasillos del Congreso del Estado se habla sobre el posible origen de las presiones hacia el Poder Judicial.

Se menciona que la “avalancha” dirigida en contra del Poder Judicial surge desde el interior del Gobierno de Quirino Ordaz Coppel.

Se comenta que el Secretario General del Congreso, Simón Rafael Betancourt Gómez, quiere brincar a ser Magistrado, claro, objetivo que no logrará sin la ayuda de su tío el Secretario General de Gobierno Gonzalo Gómez Flores.

Las ambiciones políticas no son nuevas, ni las inventaron estos funcionarios, son más antiguas que la legendaria Roma, pero la historia nos enseña que si no se controlan se convierten en la leña de los incendios futuros.

¿Dónde están las 
brigadas del PRI?

Tal parece que el dolor en el bolsillo, la evolución o el hartazgo de la ciudadanía ya les pegó a los candidatos del Partido Revolucionario Institucional.

Lo decimos porque es evidente, en la calle y en las redes sociales, que aquellas aplanadoras de los candidatos tricolores en las campañas electorales ya no se ven por ningún lado.

La propia candidata al Senado, Rosa Elena Millán Bueno, ha dicho que se ha encontrado a vecinos que no están de acuerdo con las propuestas del PRI, o que simplemente las campañas ya no se hacen de la misma manera.

Pero las brigadas, antes bien nutridas, aparecían en todos lados, por ejemplo en los lugares en donde asistían los candidatos a participar en foros, debates o entrevistas en medios, o era común verlas con grandes equipos de sonido y entregando regalos a diestra y siniestra.

El ejemplo más palpable de que la ruina ya les mosquea es que en el mismísimo evento de Miguel Ángel Osorio Chong, apenas una veintena de jóvenes ondeaban banderas de Juan Ernesto Millán Piestch.

Es evidente que la caballada está flaca o las encuestas también les han mosqueado a los muchachos que seguían a los lidercitos de chaleco rojo.

Ya nada más queda que inicien las campañas a la Presidencias Municipales y veremos cómo le va a Jesús Valdés, pero por lo pronto sí se ve muy muerto todo.

A ver qué pasa.

La modernidad

Y las campañas ya no pueden ser las mismas, simplemente por la gente, los mexicanos ya no somos los mismos.

Los estragos que ha dejado la violencia, la enorme desilusión que ha significado la alternancia en el poder y el fracaso de los partidos políticos por resolver nuestros problemas abonaron, en buena parte, a que despertara la población.

Por otro lado llegó la modernidad en forma de celulares, computadoras y tabletas, todo mundo tiene acceso a información que antes era privilegio de unos cuantos, ahora bastan unos minutos para ver, escuchar y casi casi tocar a cualquier candidato.

Además la gente ya conoce todos los trucos de nuestros políticos, ya no engañan a nadie, así que cada vez es más difícil acarrear gente… y más caro, dijo un político mañoso.

Saludo

Dos parejas de personajes enemistados coincidieron ayer, los cuatro mordiéndose la lengua y tratando de no mostrar las diferencias.

Los primeros fueron el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el Presidente de EU, Donald Trump, los dos hablaron sobre la posibilidad de organizar el Mundial de Futbol en 2026 entre México, EU y Canadá.

Mientras en la península de Corea, el dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un, cruzó la frontera y saludó al Presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, un paso gigantesco para dos países que se encuentran técnicamente en guerra.

Esperemos que todos estos personajes puedan llegar a buenos acuerdos y nos permitan vivir en paz, organizar un buen mundial y no volver a escuchar de pruebas nucleares y ataques con misiles.