|
"Ecosistema"

"¿Hacia dónde debe crecer Culiacán? (parte I)"

""

    jccarras@hotmail.com

     

     

    Una pregunta recurrente que recibo es ¿hacia dónde es correcto que se oriente el crecimiento de Culiacán? Como si fuera una misión ineludible para la ciudad tener que extenderse cada día más. La dinámica del crecimiento de las ciudades en el País ha sido sumamente agresiva y estamos padeciendo las consecuencias (inseguridad, contaminación, accidentalidad, deforestación, falta de empleo, etc.). En las últimas cuatro décadas se asoció el “desarrollo de la ciudad” a su capacidad para expandirse sobre el territorio. Es todavía común la complaciente expresión: ¡Cómo ha crecido tu ciudad! como si se tratase del pequeño vástago de la familia perfectamente alimentado.

     

    En las ciudades es muy importante diferenciar crecimiento y desarrollo. Este último puede suceder sin agregar un metro cuadrado más al territorio urbanizado, pero cuando no se establecen políticas adecuadas de desarrollo para una ciudad, esta termina vencida por la barbarie del gran negocio de las últimas décadas: La especulación del suelo. 

     

    Es fácil promover determinadas zonas de la ciudad con el argumento de que se requiere del crecimiento y existe demanda de vivienda. Siempre habrá demanda de vivienda. La gente busca cambios en su vida y permanentemente aspira a tener casa propia, aunque ello implique irse lejos y sufrir las consecuencias (carencia de zonas de esparcimiento, de abastecimiento; empleo y escuelas distanciadas que nos hacen depender del uso del automóvil y posteriormente nos convierte en choferes autorizados de cada miembro de la familia, que provoca -en la medida de lo posible- adquirir más carros).

     

    También es importante considerar la dinámica metropolitana que Culiacán experimenta. La ciudad tiene fuertes vínculos con poblaciones cercanas y muchas de ellas pertenecen a otros municipios, principalmente a Navolato; aunque los vínculos con poblaciones de Salvador Alvarado, Mocorito, Cosalá, Angostura, Badiraguato y Elota se deben considerar para definir la suma de todos como un territorio metropolitano. Esto implica la necesidad de desarrollar un programa metropolitano donde se establezcan los grandes proyectos de desarrollo para beneficio de todos estos municipios y cada una de sus poblaciones. 

     

    Otro fenómeno importante que impera en la cabecera municipal es el efecto “centrifugado” de la población. En el centro de la ciudad cada día vive menos gente y en la periferia cada vez más. Por tanto, cuando se me hace la pregunta de “hacia dónde debe crecer la ciudad” mi respuesta será siempre la misma: Culiacán debe crecer hacia el centro y hacia arriba, siempre de forma moderada (las alturas en edificios de más de ocho pisos tampoco son recomendables, por seguridad y eficiencia). Culiacán no debe extenderse más y mucho menos debe generar infraestructura urbana que invite a que esto suceda. Una política urgente también es el desarrollo de las poblaciones rurales y las ciudades menores de tal forma que existan motivos para quedarse ahí sin negárseles la posibilidad de gozar de las bondades de la capital. En la próxima columna continuaré con el tema.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!