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"Opinión"

"La corrupción no tiene ideología"

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13/12/2018

    Manuel Clouthier

    He decidido hacer un análisis sobre el discurso del Presidente Andrés Manuel López Obrador ante el Congreso de la Unión por ser este el primer acto del nuevo gobierno. Ya no fue el mensaje del candidato, sino del Presidente Constitucional donde este hablaba por primera vez de manera oficial a la Nación.
     
    Iremos analizando sobre cinco temas a saber: diagnóstico del país, combate a la corrupción, desarrollo económico, seguridad social y seguridad pública.
     
    Coincido con el Presidente de la República que México sigue viviendo una transición donde el pasado no termina de morir, y el futuro no termina de nacer, él le ha dado a llamar a este nuevo proceso la Cuarta Transformación política de México; que comienza “un cambio de régimen”, que se realizará de forma pacífica y ordenada, pero profunda y “radical”. 
     
    La verdad que hasta  hoy mucho se ha cacareado la Cuarta Transformación, pero tenemos muy poca claridad y certeza sobre el rumbo trazado. Tenemos un catálogo de buenos deseos, pero muy pocas definiciones sobre los cómos se van a lograr estos.
     
    Tiene razón AMLO cuando nos dice que la crisis de México se originó por el predominio de “La más inmunda corrupción pública y privada”. Nada ha dañado más a México, nos dice el Presidente, que la deshonestidad de los gobernantes y de la pequeña minoría que ha lucrado con el poder.
     
    “El sistema en su conjunto ha operado para la corrupción. El poder político y el poder económico se han alimentado y nutrido mutuamente y se ha implementado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de la riqueza de la Nación. Se trata de una red de complicidades para hacer negocios al amparo de gobierno... la corrupción se convirtió en la función de poder político”.
     
    Comparto la idea del Presidente López Obrador cuando afirma que el sistema político mexicano es un modelo de corrupción organizada, una mafia de corrupción enquistada en el poder político que no solo es corrupto, sino corruptor. Por eso era urgente un cambio disruptivo en la política mexicana.
     
    Estoy totalmente de acuerdo con el diagnóstico pero falta mucho por definir en los cómos se va lograr combatir la corrupción y la impunidad. Aplaudo el compromiso del Presidente que hace público de cara a la Nación cuando nos dice: “Con apego a mis convicciones y en uso de mis facultades, me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su cargo o posición, para sustraer bienes del erario o hacer negocios al amparo del poder político”.
     
    Aquí AMLO nos deja un compromiso claro de no corrupción en su mandato. Y nos dice: “Pondremos orden en la cúpula del poder, vamos a limpiar al gobierno de la corrupción de arriba para abajo, como se limpian las escaleras. Otro distintivo del nuevo gobierno será la separación del poder económico del poder político. El Gobierno ya no será un simple facilitador para el saqueo, no va a ser un comité al servicio de una minoría rapaz”, concluye.
     
    Deja claro AMLO su compromiso de combate a la corrupción en su sexenio; no sabemos cómo lo va lograr, pero va necesitar férreos controles administrativos y un claro enfoque de la ley de Pareto para fiscalizar y vigilar de manera preventiva las áreas de mayor incidencia de riesgos de corrupción. Estas áreas son entre otras las áreas de recaudación, las compras, las licitaciones de compra y de obra pública, las asociaciones público-privadas, el sector salud, el pago de nóminas, etc. Y tendrá que ser implacable durante su sexenio para sancionar y pronto a aquel que se corrompa.
     
    Por otro lado falta a la verdad AMLO cuando acusa y sataniza lo que da a llamar neoliberalismo y señala: “El distintivo del neoliberalismo es la corrupción”.
     
    La corrupción no tiene ideología como nos lo quiere hacer creer el Presidente López. Conozco mucha gente de izquierda incluso del sector obrero que se ha corrompido a niveles inimaginables cuando han llegado al poder.
     
    Lo que debe tener presente el Presidente y su partido Morena es la máxima de Lord Acton, el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente. La mayor corrupción en nuestro país se ha dado siempre que predomina la cultura del patrimonialismo en el ejercicio del poder. Es decir, cuando los gobernantes se creen dueños, dueños del poder, dueños de la cosa pública, dueños de la verdad.
     
    @ClouthierManuel 

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