"La cosa"

Mediante un acto de cortesía que me honra y que mucho estimo, el licenciado Eleuterio Ríos Espinoza me hizo llegar un ejemplar de “El Tepeché”, Historia de una Pasión Guasavense”, su obra literaria más reciente, cuya lectura reserva la singular experiencia de infiltrarse en un ejercicio analítico de la pereza, vista por algunos como pecado o como vicio, por otros como un mal necesario, pero también reconocida por muchos como un derecho de bienestar, un privilegio del sibarita, y hasta como una condición para meditar, reflexionar y crear.

 

En la parte inicial del libro, el autor describe con agudo humorismo, los motivos y vivencias del Club Tepeché, creado en la ciudad de Guasave a finales de la década de los cincuenta. En amena secuencia esboza una semblanza de los miembros de esa agrupación, y la narración de aquellos coloquios se transfigura en una antología de picaresco ingenio que se significa como un bienvenido paréntesis de hilaridad.

 

Pero en una segunda parte “El Tepeché” confiere a la pereza una dimensión filosófica mediante la aportación de insignes personajes de la literatura universal que alguna vez, o algunas veces enfocaron ese tema que aquí es tratado magistralmente mediante un trabajo de compilación que refleja una admirable capacidad de investigación y un amplio conocimiento bibliográfico.

 

En su conjunto, la lectura de este libro significa ese necesario escape cada vez más difícil de lograr por cuanto al ámbito no muy propicio para el optimismo que priva en la actualidad, en un mundo tan plagado de incertidumbre ante la problemática endógena y externa. Cada vez hace más falta disfrutar de momentos de buen humor y de apacible reflexión como los que propicia y canaliza el contenido de “El Tepeché”, al menos eso fue lo que a mí me proporcionó su lectura y eso es algo que se agradece.

 

En el extenso ámbito de la llamada cuarta transformación ya está en el preámbulo de la realización el proyecto de construcción de una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, mediante la discutida y discutible designación de las empresas seleccionadas para participar en la licitación que precederá a la iniciación de la obra, y en la cual se invertirán alrededor de 160 mil millones de pesos. 

 

El argumento presidencial para sostener contra viento y marea la realización de ese proyecto es el saneamiento financiero de Pemex, mediante el impulso creador de una fuente productora nacional para que el país pueda abatir el gasto que requiere la importación de gasolina, y para que deje de ser solamente exportador de crudo. En tal sentido habría que observar el caso de países del Medio Oriente que basan su potencial económico en la exportación de petróleo.

 

Esa observación permite confirmar que el colapso en las finanzas de Pemex no se genera porque se considere como una entidad explotadora del recurso en su nivel primario, sino que ha sido efecto de la sistemática corrupción depredadora que, evidentemente no ha sido tan lesiva en el caso de países eminentemente exportadores de crudo, y cuyos saldos son bonancibles.

 

En tal sentido siempre será punto de solidaridad la decisión de erradicar la corrupción al interior y exterior de Pemex, pese al costo social que ya ha registrado tan ingente acción profiláctica, pero cabría considerar con ánimo visionario la efectividad que a futuro pueda aportar la propuesta refinería de Dos Bocas.

 

Expertos en materia económica advierten que, en el caso de los carburantes, el actual consumidor por excelencia es la planta automotriz, y en ese sentido advierten una creciente tendencia a transformar la fuente generadora de energía. Esa posibilidad en marcha entraña el retiro paulatino de la fabricación de vehículos activados por combustión interna fin de dar paso a la producción de automóviles eléctricos. Ante la presión del cambio climático generado por la contaminación ambiental. ¿qué expectativa de vida puede percibirse para las unidades activadas por gasolina? ¿Valdrá la pena invertir en refinerías? Una preocupación tecnológica en la actualidad apunta hacia la producción de energía eléctrica. Así está la cosa.