"La educación como es"

celayacorella@hotmail.com

Cuando conduces de norte a sur por la Calzada José Limón, al llegar al cruce con Rotarismo, hay un semáforo para controlar el avance de los autos. Pero siempre está un oficial de vialidad moviendo los tiempos de control para el semáforo y así, según su criterio hacer más fluido el avance del carril que lo requiera.

Decía el otro día un maestro, que no entendía cómo la Dirección de Vialidad ubica a un elemento todo el día para ese manejo, cuando el semáforo trabaja sin ayuda y bien, pues para eso se construyeron. Está como cuando por las noches, hace tiempo, en el cruce de Obregón y Ciudades Hermanas, después de las 10 de la noche y hasta las 6 de la mañana del día siguiente lo programaban para que por Obregón estuviera “flasheando” en amarillo, y en rojo por Ciudades Hermanas. Qué inútil. Hasta que sucedió un accidente, dejaron trabajar normalmente al semáforo.

Algo así pasa, pero con la ley de educación de la 4T recién aprobada. No habrá exámenes para los niños de los dos primeros años, pues qué caso tiene si no van a reprobar. Así lo dijo Moctezuma, el Secretario de SEP. El actual secretario de SEPyC, dice estar de acuerdo con Moctezuma en esa disposición. Pues que diga que no lo está Inge, a ver cómo le va.

¿Por qué no dejan que sean los pedagogos los que expresen su opinión al respecto? Nunca ha dicho en la mañanera, ya sabes quién, que se haya consultado pedagogos y expertos en el tema. Pero como está sucediendo en este régimen, las cosas se hacen como cree el Ejecutivo, quien luego remata con la frase: va porque va.

En Mazatlán, en días pasados, el Secretario de SEPyC dijo que: “El niño se siente estigmatizado si reprueba”. “Lo ideal es no reprobar a nadie en primaria”. “Un estudiante que reprueba tiene barreras para el aprendizaje”. ¿En dónde se documentará el Secretario para llegar a estos juicios, que decirlos, pareciera que es un experto y que lo que dice tiene autoridad para que sea creído? Increíble cómo van perdiendo piso.

Cuánto daño se le comenzará a hacer al niño. Después pedirán no reprobar en ningún nivel académico. ¿Te parece cuerdo esto, Inge? Quiere decir que si un niño de ayer hasta los tiempos de Justo Sierra, que haya reprobado cualquier materia, por cualquier razón, ¿tuvo barreras para el aprendizaje posterior?, o ¿se sentirá estigmatizado y por eso no triunfó profesionalmente? Qué mentiras tan grandes. 

Dejen que la educación, como el semáforo, haga su papel, juegue su rol. ¿Por qué alteran las reglas? ¿Nomás porque sí? Los normalistas, pedagogos y especialistas que han investigado en el campo práctico digan lo que saben al respecto. Pero por favor, políticos, no suplanten a los que saben.

Son falsos todos esos juicios. El niño debe de aprender que cuando estudia aprende, y cuando aprende avanza con buenas notas, y aprende que el esfuerzo tiene su recompensa, y aprende a trabajar y compartir con otros niños el aprendizaje, y se ayuda y se complementa y tiene un guía, el maestro. Por tanto no debiera por ley, suprimirle esos pequeños frutos que serán base para su desarrollo. Así es como se forma el carácter, tan necesario para ir buscando cada vez mayores retos, y con la confianza que da lo aprendido, ir venciéndolos y aspirando a mejores condiciones.

Pero sigo con el Secretario y su declaración en Mazatlán. Dijo también que: “Repetir un año, no garantiza que los niños salgan con mejores calificaciones”. Tiene razón, pero no se trata de reprobar un año, sino simplemente en alguna asignatura de la currícula puede reprobar al ser evaluado. Eso le enseñará al maestro que el niño tiene limitaciones y que requiere de más explicaciones, de más claridad y de involucrar en las tareas caseras, a los papás. Pero no evaluar al niño, es no enterarse en dónde están las barreras que están impidiendo el aprendizaje. Estarás de acuerdo en esto, Inge.

Y para terminar la nota, leo que dijo: Lo importante en este sistema educativo nuevo más incluyente, el alumno y la enseñanza son prioridad y esto tendrá buenos resultados en el aprendizaje. Yo creo que no se trata del alumno en cuanto a persona, sino a que los dos sistemas: el de la enseñanza y el del aprendizaje embonen como una sola pieza, para que el estudiante niño comience a comprender sus aptitudes en el estudio y sus habilidades para socializarse con otros y buscar juntos, el aprendizaje, que será su otro sistema, el cual se fundamenta la enseñanza.

De qué sirve enseñar si no se aprende lo enseñado.

Por ello creo que se está quitando la piedra angular de la educación, que es la evaluación, para descubrir los obstáculos que impiden aprender y dedicar por parte del maestro la pedagogía adecuada para lograr el aprendizaje de los niños. Dejen que el aprendizaje sea el fruto del esfuerzo.