"La estrategia de la distracción"

“No estás deprimido por algo que pasó, sino distraído del todo que es ahora mismo”, escribió Facundo Cabral para alertar sobre ese gran mal que acecha en la sociedad actual. La distracción actúa como una evasión, no permite que la atención se centre en lo importante, arrastra como torbellino para que la mente no escudriñe lo que ocurre tras las bambalinas de la realidad.

 

En 2002, el escritor francés Sylvain Timsit publicó 10 estrategias de manipulación mediática, que se hicieron virales en las redes sociales y se atribuyeron falsamente a Noam Chomsky. En la primera de ellas, Timsit se refirió a la estrategia de la distracción.

 

“El elemento primordial del control sobre la sociedad es la distracción: desviar la atención del público de los asuntos importantes. Mediante la inundación con continuas distracciones e informaciones sobre asuntos banales, el público no se interesará por las cuestiones esenciales de la política, la cultura, la economía o la problemática social. Se trata de mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivándolo por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado y ocupado por banalidades, sin tiempo ni espacio para pensar”, explicó.

 

El filósofo español José María Toro indicó que la sociedad de consumo actual busca producir personas distraídas, incapaces de traerse a sí mismas: “Una persona distraída carece de atención y de la tensión y el voltaje necesarios como para afectar nada de lo que hace”.

 

Los discursos, campañas y contiendas políticas se convierten también en inmejorable distractor mediático. Es común que proliferen más los ataques y descalificaciones que los programas y propuestas.

 

¡Atención!, otro gran distractor iniciará el 14 de junio y se prolongará hasta el 15 de julio: el Mundial de Futbol en Rusia.

 

¿Me distraigo con facilidad?

 

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@rodolfodiazf