El 3 de octubre mencioné que China pasaría por una prueba de fuego en la fase post-crisis: el permitir cientos de millones de desplazamientos durante sus vacaciones del Día Nacional (octubre 1 a 8). Como nos perdimos por completo las vacaciones de febrero y de mayo, la tercera semana de vacaciones china iba a ver cantidades récord de turismo interno, ya aprobado por las autoridades porque tenemos dos meses sin contagio local. Pues bien, han pasado 16 días desde que terminó ese movimiento masivo de personas y no se han apreciado brotes, salvo los 12 casos en la ciudad de Qingdao, que pusieron a la urbe en breve alerta (oct 12-15), realizando tests generalizados.
Se siguen recibiendo casos importados diariamente (menos de 20, al igual que asintomáticos), y son interceptados con las ultra-estrictas medidas de seguridad en aeropuertos internacionales, y aislados en los hospitales especiales. Desde el 25 de septiembre no se reportan decesos, resultado de que el 100 por ciento de los casos se detectan y atienden de forma temprana. Veamos el conteo oficial de casos y decesos en las grandes ciudades de China (fuera de Wuhan) para dimensionar. Las cantidades que pongo son: población (millones de habitantes) – casos totales / decesos totales:
Chongqing (30.4 – 586 / 6); Shanghai (24.3 – 1090 / 7); Beijing (21.5 – 937 / 9); Guangzhou (13.3 – 773 / 1); Xi’An (12 – 120 / 3); Hangzhou (10.3 – 181 / 0); Hong Kong (7.5 – 5241 / 105).
En lo peor de la crisis (febrero) estábamos angustiados al estar en ciudades con más de 120 casos totales, que en ese momento eran clasificadas “de muy alto riesgo” y estaban casi completamente incomunicadas. No había punto de referencia, más que los 6 mil casos totales que había tenido globalmente el SARS en 2003, por lo que tener 400 casos en una ciudad era de terror. Sólo viendo hacia atrás nos damos idea de lo “intocado” que quedó realmente casi todo el país, después de haber aislado de forma muy drástica a la provincia epicentro de Hubei, donde al final se concentró el 74 por ciento de los casos y 95 por ciento de las muertes. Más claro: en China, sin contar Hubei, se registraron 234 muertes en 1300 millones de habitantes. La primera fase de rebrotes en el país comenzó en junio y se ha controlado, con menos de 2500 casos activos máximos.
Ya tenemos los datos del tercer trimestre, que marca un crecimiento del PIB de casi 5 por ciento respecto a 2019: una señal muy alentadora. El veredicto es claro: la opción nunca fue escoger entre salud y economía. Era la salud.
alfonsoaraujog@gmail.com
klaishu@hotmail.com
El autor es académico ExaTec y asesor de negocios internacionales radicado en China
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