"La UAS: o cambia o la hacen cambiar. Los foros del Rector, ¿más disimulo?"

alexsicairos@hotmail.com

Desde el inicio, un acotación pertinente. De no convencer del espíritu reformista de sus foros para debate y generación de propuestas que inician hoy, la Universidad Autónoma de Sinaloa entrará a un ciclo de autofagia política que debilitará por dentro el actual modelo de conducción y requerirá que sus más de 100 mil estudiantes y alrededor de 12 mil trabajadores actúen para ajustarla a los nuevos tiempos.

Rumbo a las dos décadas de implementar el esquema actual de mandos surgidos a partir de una fuerza política y no del ímpetu de su comunidad académica, le ha sonado la hora de transformarse para restablecer la institucionalidad. Inviable sujetarla al mismo muelle cuando la mar del cambio la convoca a navegar sin amarres.

Urge desarmar la jaula de corrupción en que está cautiva el águila rosalina. En ese calabozo la han secuestrado las ambiciones de todo tipo que hoy salen en defensa no de la Universidad sino de sus particulares cotos de interés. Se deshacen en declaraciones de amor a la institución y a la vez son incapaces de dejar de sangrarla económica o moralmente.

Es así que bajo la mirada de la Secretaría de Educación Pública y la Comisión de Educación de las Cámaras de Diputados y Senadores, la UAS se anima a abrir la consulta en lo laboral, administrativo, normatividad, finanzas e impacto académico y social. Debe hacerlo bien, descartando de antemano la simulación, para convencer a los de adentro y a los de afuera.

Desde el 30 de enero empezó la recepción de propuestas y este día abre el análisis de las mismas con eventos en sus unidades regiones norte y centro norte. Mañana en el sur y el viernes en Culiacán. Sin embargo, desde el primer foro, el de Guamúchil, saldrán señales sobre si es un ejercicio de fachada o trae consigo la voluntad incluyente y transparente.

Quizá se trate de la última oportunidad que posea para intentarlo desde sus entrañas, como debiera ser en cualquier institución de enseñanza de la dimensión que la UAS tiene. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador le da un voto de confianza para que la casa de estudios lo haga por ella misma, antes de intervenir para hacer valer los propósitos de la Cuarta Transformación en materia de educación superior.

El Rector Juan Eulogio Guerra Liera ha insistido en que este esfuerzo universitario se realiza para cumplir los compromisos hechos con la SEP para la mejora de los procesos financiero, académico y laboral. En refuerzo, el Secretario General Jesús Madueña Molina hace el compromiso de “revisarlo todo y lo que se tenga que mejorar, hacerlo”.

Sea lo que sea, se trata de un momento crucial en la Universidad. Buen intento por el significado de la iniciativa. Trascendental porque si rige el auténtico ánimo por la autocrítica y la enmienda de los errores, sin duda alguna a nuestra alma máter le irá bien en el contexto nacional de la educación. Significativo también porque si predominara la resistencia a las reformas se le estará pasando la estafeta a la comunidad universitaria para que implemente transformaciones que son inaplazables.

Esperemos que cada parte inmiscuida entienda el papel que le toca desempeñar. La convocatoria podría adquirir el sesgo de tratar solo el tema de la austeridad financiera y desdeñar apartados como el de la normatividad interna, lo cual refrendaría la obstinación al statu quo con la correspondiente consecuencia de que otros harán lo que la administración de la UAS bien podría hacer como indicio de apertura y autoevaluación.

Bienvenida la consulta y los foros como aliento inicial de la transformación universitaria. Que no sea reiteración de la voluntad parcial o fingida que trae el fracaso como resultado predictible. Ninguno de los componentes del movimiento reformista es tan ingenuo como para jugar al tío Lolo a estas alturas. Solo hay dos sendas: o cambia la UAS con la colaboración de las actuales autoridades, o la comunidad universitaria la hará cambiar tarde o temprano.

Reverso

Albricias, habrá consulta,

La UAS abre el debate,

¿Y si de esto resulta,

El principio del rescate?

Cuén en su laberinto

En este mismo entorno de reflexión al que entra la UAS, el ex Rector Héctor Melesio Cuén Ojeda procede a plantarse en dos realidades: una, a su partido, el PAS, le irá mejor si lo sustenta más en la base social y lo separa de la estructura universitaria y, dos, construirá candidaturas fuertes para competir las votaciones del domingo 4 de julio de 2021 en Sinaloa pero sin aparecer él en las boletas electorales. ¿El Partido Sinaloense en alianza con el Movimiento Regeneración Nacional?