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"LA NUEVA NAO"

"Llevando innovación al otro lado del mar"

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LA NUEVA NAO
07/12/2019

    El autor es académico ExaTec y asesor de negocios internacionales radicado en China

     

    China tiene una importante ventaja en cuanto a la percepción de la educación: por milenios su cultura le ha dado el valor más alto a la misma como forma más deseable de movilidad social; y en su historia hay una larguísima lista de personas de orígenes muy pobres, que se aprovecharon de esta idea y de su sistema social meritocrático, para alcanzar posiciones elevadas dentro del gobierno y las letras. Junto a este altar en el que se ha puesto a la educación, está la idea del trabajo duro y la dedicación, pues es una sociedad que siempre ha sido en extremo competitiva.
    Pero la improvisación y la creatividad individual, que siempre son miradas con un poco de recelo en todas las culturas, tienen un campo mucho más difícil para su crecimiento en China, en donde el aprendizaje de fórmulas y respuestas preestablecidas es lo que siempre ha contado más en los exámenes. Un ejemplo son los antiguos “Ensayos de Ocho Patas”, una forma de texto académico que, si bien se suponía que era para elaborar un tema de forma libre, era tan restringido que a la larga sólo permitía hacer textos intrincados y perfectos en lo técnico, pero sin ninguna aportación original, tan sólo repitiendo y embelleciendo “ideas aceptadas” que variaban poco a través de los siglos.
    China sabe de estas limitantes y en años recientes ha invertido fuertemente tanto en programas piloto para probar nuevas metodologías en su sistema educativo, como en invitaciones a expertos extranjeros para implementar nuevas ideas. Poco a poco los nuevos sistemas se van implementando en sus “escuelas experimentales”, que son primarias y secundarias donde se enfatizan estos conceptos de mayor exploración y espontaneidad.
    En educación superior también hay cosas muy interesantes: justo esta semana llevamos a cabo un taller de cinco días, llamado “Innovation Challenge”. Esta es una metodología desarrollada por el Tec de Monterrey, para conducir a estudiantes de ingeniería por un proceso acelerado de innovación, que comienza con una lluvia de ideas y termina con la construcción de un prototipo funcional y una propuesta a inversionistas, en un lapso de tan sólo una semana. La idea fue difícil de vender, pero una vez que pasaron por el proceso, profesores y alumnos se quedaron encantados con los resultados. La universidad china participante ya ha solicitado llevarlo a cabo dos veces al año y dos universidades más han solicitado pruebas también. Lo que es reconocer el valor de la innovación.
    alfonsoaraujog@gmail.com
    klaishu@hotmail.com

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