"¿México puede dejar de percibir 20 mil millones de dólares al año?"

Jesús Héctor Muñoz Escobar

Poco se entiende el anuncio que hizo el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador de cancelar (a mediano plazo) la exportación de petróleo para que este hidrocarburo se quede en México, refinarlo y producir gasolina.

Si esto realmente sucede, ¿De dónde van a sacar los más de 20 mil millones de dólares que recibió México en 2017 por la venta al extranjero de un millón 174 mil barriles al día, en promedio?

Sería bueno que empiecen por explicar eso, porque una buena parte de esos 20 mil millones de dólares los utiliza Pemex para el pago de impuestos y por ende a la educación pública, programas de salud, programas sociales, etcétera. Acaso ya saben cuál será la fuente alterna para que ingrese ese monto a las arcas nacionales. Quien sabe, pero no hay que dudar que digan que lo van a someter a consulta popular para que el pueblo diga si quiere gasolina mexicana, que no necesariamente sería más barata, o que se destine a las escuelas, hospitales, alumbrado público, infraestructura.

Según el futuro Jefe del Ejecutivo, la producción petrolera a finales de su sexenio será de dos millones 600 barriles al año, porque es “una herencia que se tiene que dejar a las nuevas generaciones”, sólo se extraerá el necesario para el consumo interno.

Aunado a esto se encuentra el anuncio de que se van a cancelar los contratos de perforación para la extracción de gas, conocido como fracking, a pesar de que el país necesita siete mil millones de pies cúbicos diarios de gas natural para el funcionamiento de la industria.

Pero como explicó el diputado del PRI, Enrique Ochoa, México como país produce menos de tres mil millones de pies cúbicos diarios de gas, lo que implica la importación de más de cinco mil 700 millones de pies cúbicos diarios de gas natural.

Si queremos que nuestro país crezca al 4 o 5 por ciento, el sector energético tendrá que crecer por arriba de ello cada año durante la próxima administración y más adelante, porque nadie puede soslayar que el sector energético produce un círculo virtuoso, ya que conforme crece la economía se demanda un mayor consumo de combustibles, de gasolina, de gas natural, de energía eléctrica. Y conforme avanza la economía, también la economía familiar se fortalece.

De tal forma que si se decide cancelar los contratos para la extracción de gas natural, nunca vamos a dejar de depender del gas natural importado, que actualmente es de 5 mil 700 millones de pies cúbicos diarios, y que hoy se compra a Texas.

El peligro que como país se corre es que se pierda el valor económico del energético mexicano y disminuya la poca producción de gas que hay en el país. En pocas palabras nada halagüeñas las noticias en esta materia, más los efectos en las inversiones que traerá la posible cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.

Dr. J. Hector Muñoz Escobar
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