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"Buhedera"

"Sarcasmos"

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BUHEDERA

    gfarber1948@gmail.com

    www.farberismos.com.mx/web/

     

     

    Unas vacaciones perpetuas son una buena definición del infierno.

     

     

    2001: Odisea en el espacio

     

    La película de Kubrick-Clarke-Strauss cumple medio siglo. Y yo recuerdo que entonces, en su estreno, la raza más atrevida iba a verla bien pacheca en la megapantalla del hoy desaparecido cine Latino (la mariguana era entonces exclusiva de unos cuantos transgresores). Yo también fui dos o tres veces a ver esa película en ese cine, solo. Me sentaba en el centro de la primera fila y me sumergía en esas gigantescas y alucinantes imágenes, y en esa hipnótica música del Zaratustra. Pero no iba fumado ni drogado de nada; no me hacía falta para ponerme a volar. Hoy un perspicaz observador se pregunta “¿qué realidades esenciales del Siglo 21 están ya en esa obra maestra que es 2001? Sobre todo la del códigocentrismo en que vivimos instalados, nuestra nueva ontología. Para Éric Sadin, la conciencia de silicio de HAL 9000 (la computadora de a bordo que enloquece y está a punto de asesinar al piloto de la nave) se ha extendido hasta convertirse en la atmósfera pixelada que respiramos. Y es cierto que los algoritmos se han convertido en gobiernos paralelos; que los ciudadanos somos puntos geolocalizados y nodos de datos, y que la mirada forense del ojo que todo lo ve desde un satélite o desde el corazón de los servidores de Google o de Facebook nos está narrando. Los planos filmados desde el interior de HAL comenzaron a ayudarnos a entender que la humanidad estaba creando una nueva dimensión de lo real. Con el tiempo las máquinas no solo tendrán una mirada, sino que también sentirán miedo”. ¿Inquietante, no?

     

     

    ¿Qué somos?

     

    Leo estas precisiones, que son todavía más extremas de las que te contaba hace unos días https://www.youtube.com/watch?v=HEd0WrZCvWQ:

    Tú puedes captar a través de tus ojos menos del 1% del espectro electromagnético, y a través de tus oídos menos del 1% del espectro acústico (o sea que para todo efecto práctico todos nosotros somos ciegos y sordos). El 90% de tus células tienen su propio ADN microbiano y no son propiamente ‘tú’. Los átomos de tu cuerpo son 99.99999999999999999% espacio vacío, y ninguno de esos átomos es de los que componían tu cuerpo cuando naciste, ni serán los que lo integren mañana o pasado mañana o dentro de equis años”. Y además, “tus” ideas vienen de no sé qué trasfondos psicológicos o históricos (subconsciente, inconsciente y conciencia colectiva): no son para nada “tuyas” sino de quién sabe qué mentes ajenas o desconocidas o incluso inexistentes. De modo que te lo pregunto otra vez: ¿quién o qué eres realmente cuando dices que tú “eres” tal o cual cosa?

     

     

    Democracia

     

    Nuestra civilización se origina en la muerte de dos hombres: el Hijo de Dios, y el filósofo Sócrates, ambos sentenciados a muerte por decisión popular.” – Salvador de Madariaga (1886-1978). Lo cual dice todo cuanto hay que saber acerca de la democracia, cuyo extremo se llama “populismo” (tanto de izquierda como de derecha).

     

     

    Los colores del alma

     

    Dije hace días que en cuanto a colores políticos, acá en México los azules son los del PAN y los rojos son los del PRI.

    En EU la cosa es en cierto modo al revés: los azules son los demócratas-izquierdistas-liberales-globalistas-ateos-urbanos-cosmopolitas-sofisticados-vegetarianos-ecologistas-aperturistas-prowelfare-hamiltonianos-financieros-progresistas-colectivistas-CNN-revolucionarios-victimistas-mercantilistas-proabortistas-hillaristas, y los rojos son los republicanos-derechistas-conservadores-nacionalistas-religiosos-patriotas-rurales-rudimentarios-carnívoros-cazadores-proteccionistas-prowarfare-jacksonianos-vaqueros-tradicionalistas-individualistas-QANON-burgueses-meritocráticos-capitalistas-antiabortistas-trumpistas. 

    La voz popular etiqueta a los rojos como “rednecks” y Hillary los llamó “deplorables” (desprecio que explica por qué perdió: los gringos “deplorables” son mayoría y no los gusta ser menospreciados). La voz popular etiqueta a los azules como “snowflakes” o “crybabies” y Trump los llama “fakes” (desprecio que explica por qué ganó: los gringos “copos de nieve” son la minoría y casi todos preferían a Bernie Sanders, a quien le robaron las primarias, y por eso se abstuvieron de votar en cantidades suficientes). Las denuncias vuelan de un bando al otro. Los rojos y los azules se acusan mutuamente de lo mismo: avivar los odios y la división. Es la receta perfecta para ooooootra guerra civil.

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